"Moriré siendo un revolucionario proletario, un marxista, un materialista dialéctico y, en consecuencia, un ateo irreconciliable. Mi fe en el futuro comunista de la humanidad no es hoy menos ardiente, aunque sí más firme, que en los días de mi juventud ... La vida es hermosa. Que las futuras generaciones la libren de todo mal, opresión y violencia, y la disfruten plenamente".
Las ideas del feminismo han encontrado tradicionalmente apoyo en las universidades, y estas ideas están actualmente disfrutando de un aumento de la popularidad entre los estudiantes. En un momento en que las ideas del marxismo también están encontrando un eco creciente en el movimiento estudiantil, ¿qué actitud deben tomar los marxistas hacia diferentes ideas feministas? ¿Hasta qué punto son estas escuelas de pensamiento compatibles? ¿Cuáles son los puntos de discordia entre ellas? Y ¿qué significa llamarse a sí misma una "marxista-feminista"?
En una incesante búsqueda de alternativas para mejorar nuestra situación económica, nos encontramos con muchas propuestas de solución. Sin embargo, vale la pena hacer un esfuerzo para poder dilucidar cuáles de esas propuestas son alternativas para un cambio genuino de nuestra precaria situación. En este sentido, la propuesta de una posible asamblea constituyente en México, merece un breve pero aclaratorio análisis.
El día de hoy se cumplen 150 años de la fundación de la primera internacional. Ese día 28 de septiembre de 1864, en Saint Martin's Hall de Long Acre, Londres[1], se realizó la asamblea inaugural en la que se aprobarían los estatutos y este manifiesto escrito por Marx.
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dio a conocer un informe en el que se le ocurrió una idea novedosa: convencer a la población mundial de que coma insectos para evitar el hambre. En realidad, ya es posible alimentar a todo el mundo sin la necesidad de comer insectos. Lo que se interpone en el camino es el "mercado"; es decir, el capitalismo.
Para los marxistas, el origen de todas las formas de opresión se encuentra en la división de la sociedad en clases. Pero la opresión puede tomar muchas formas. Junto a la opresión de clase nos encontramos con la opresión de una nación sobre otra, la opresión racial y la opresión de la mujer.
Todo estado es una organización coercitiva de la clase dominante. El régimen social permanece estable en tanto que la clase dominante es capaz, por medio del estado, de imponer su voluntad sobre las clases explotadas. La policía y el ejército son los instrumentos más importantes del estado. Los capitalistas renuncian (aunque si bien no totalmente, lo hacen en gran medida) a mantener sus propios ejércitos privados en favor del estado para evitar que la clase obrera cree sus propias fuerzas armadas.
En 1933, Trotsky abordó la cuestión de la relevancia de las reivindicaciones democráticas en un momento en que la clase obrera alemana estaba siendo aplastada por el ascenso de Hitler. Aquí publicamos una introducción a su artículo, El fascismo y las consignas democráticas (julio de 1933), junto con el escrito original. Escrita para una audiencia iraní, en esta introducción se explica la necesidad de que los marxistas se sitúen en la vanguardia de la lucha por las reivindicaciones democráticas, explicando al mismo tiempo que dichas aspiraciones democráticas de las masas sólo pueden satisfacerse a través de la lucha por el socialismo.