El Senado de Brasil acaba de votar por una mayoría de 55 votos a 22 destituir a la Presidenta Dilma Rousseff. Michel Temer, el vicepresidente y miembro del partido burgués PMDB, está haciendo ahora los preparativos para formar un nuevo gobierno de la derecha. Esto marca el final de un largo período de relativa estabilidad política en Brasil. La economía está en su peor recesión desde la década de 1930. Es en este contexto que podemos entender los recientes cambios y giros dramáticos en la situación política.
Del 22 al 24 de abril en Barra do Sul se llevó adelante el 5to congreso de nuestra organización hermana, la Esquerda Marxista, Sección del Brasil de la Corriente Marxista Internacional.
El juicio político a Dilma fue aprobado el domingo por un frente unido de partidos burgueses con el fin de establecer un gobierno de Temer [actual Vicepresidente] y Cunha [Presidente de la Cámara de Diputados], con el apoyo del PSDB (Partido Socialdemócrata de Brasil), DEM (Demócratas) y otros partidos.
Acontecimientos dramáticos se desarrollaron en Brasil anoche cuando el Congreso [Parlamento] votaba el impeachment a la presidente Dilma Rousseff. El país entero estaba siguiendo el proceso, dividido en dos campos, los reaccionarios burgueses y pequeños burgueses pro-juicio político y todos los trabajadores y jóvenes contra la destitución.
La burguesía brasileña ha decidido que es hora de retomar el control directo del gobierno. Ya no quiere un gobierno externalizado. Por esta razón, el frente único de la clase dominante convocó las manifestaciones del 13 de marzo.
Un hecho tras otro conduce al país a una crisis sin precedentes desde hace décadas. Sólo que esta vez todas las partes involucradas en las cúpulas, perdieron la cabeza y el control. Con razón los griegos decían que cuando los dioses quieren perder a alguien, primero lo vuelven loco. La espantosa crisis económica mundial y la incapacidad de los capitalistas para entenderla, por no hablar de cómo salir de ella, está centrifugando partidos e instituciones.
La Policía Federal llegó a la casa del ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, a las 6 de la mañana del viernes 4 de marzo, para ejecutar una orden de arresto, ordenándole presentarse ante el juez para declarar. Lula fue liberado 3 horas más tarde y aún no ha sido acusado.
Ayer [2 de diciembre] el presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, ha aceptado una de las 28 solicitudes presentadas al parlamento para iniciar un proceso de destitución a Dilma Rousseff. Cunha es miembro del PMDB, es decir uno de los principales aliados de Dilma. En esta primera breve declaración de la Esquerda Marxista explica esta contradicción fijando la posición para el movimiento obrero brasilero ante el pedido de destitución de la presidenta.