Los esfuerzos del kirchnerismo por cerrar la crisis que recorre a sus organizaciones de base, desde que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner le levantó el pulgar a un candidato ajeno al riñón K: el Gobernador Daniel Scioli, sólo se ha contenido transitoriamente. La idea de impulsar como Vicepresidente a un candidato de “pura sangre” como Carlos Zannini, no complace ni a propios ni ajenos.
Desde la Corriente Socialista Militante de Argentina ofrecemos este análisis político que tiene como fin reflexionar acerca de cuál es la situación concreta en la que nos encontramos y cuáles son las perspectivas que debemos esperar.
Mientras se cierra el capítulo de la muerte del Fiscal Nisman, con una estrepitosa debacle por parte del arco opositor que intentó en vano endilgar su muerte a la presidenta Cristina Fernández y a una serie de funcionarios de su gobierno, la escena política está ganada por tres claros escenarios.
Este 24 de marzo se cumplen 39 años del último golpe cívico-militar-clerical que sufrimos los trabajadores en la Argentina. Mediante la aniquilación de la resistencia popular y con la imposición del terrorismo de Estado los militares establecieron un nuevo esquema económico basado en el endeudamiento, la concentración de la riqueza, la extranjerización, la desigualdad, el desempleo, la precariedad, bajos salarios y sumisión al imperialismo que aumentaría en forma astronómica las ganancias del empresariado y cuyas consecuencias, a pesar de todo lo avanzado, padecemos hoy día.
Posición ante la ofensiva de la reacción contra el gobierno y la marcha del 18 de febrero
El conjunto de la burguesía, blandiendo la bandera de la libertad, ataca nuevamente al gobierno en la figura de Cristina Fernández, acusándola de “soberbia”, “personalismo extremo”, “agresivo desparpajo y pedantería”, en definitiva, “imponer su voluntad”. Para la burguesía, esta secuencia ininterrumpida de Néstor y Cristina de Kirchner en el gobierno marcan una línea política de “sometimiento” de la mayoría de la población a los designios de la “injusticia”. Es más, se preguntan “¿qué grado de omnipotencia es necesario para actuar del modo en que lo hicieron el matrimonio Kirchner y sus amigos?”
La presión que sufre el país desde hace meses a manos del imperialismo (Buitres/Griessa/Obama/EE.UU.), junto a la oposición interna, genera un ambiente de que Argentina se encuentra literalmente en el default y al borde del abismo.
En el día de hoy tiene lugar un nuevo paro general del sindicalismo opositor, en un amplio abanico que va de derecha a izquierda. Ayer comenzó el paro por parte de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) dirigida por Pablo Micheli que, junto a las comisiones internas, delegados, y agrupaciones sindicales que responden a la izquierda, llevan adelante, y este 28 de agosto se suman la Confederación General del Trabajo (CGT) bajo la orbita de Hugo Moyano y la CGT Azul y Blanca que digita Luis Barrionuevo.
El acuerdo con el Club de París, el conflicto de Gestamp enmarcado en las suspensiones y despidos que tienen a miles de obreros afectados, el agigantamiento del empresariado para exigir ajuste y las 300.000 personas en la Plaza de Mayo el día 25 de Mayo, perfilan un escenario que debemos analizar observando la economía mundial.