Deprecated function: Array and string offset access syntax with curly braces is deprecated en include_once() (línea 1374 de /home/izqsoc/public_html/old/includes/bootstrap.inc).
Deprecated function: The each() function is deprecated. This message will be suppressed on further calls en menu_set_active_trail() (línea 2404 de /home/izqsoc/public_html/old/includes/menu.inc).
Warning: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable en theme_table() (línea 1995 de /home/izqsoc/public_html/old/includes/theme.inc).
Warning: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable en theme_table() (línea 2058 de /home/izqsoc/public_html/old/includes/theme.inc).
Deprecated function: implode(): Passing glue string after array is deprecated. Swap the parameters en drupal_get_feeds() (línea 394 de /home/izqsoc/public_html/old/includes/common.inc).
Pasan los días y los normalistas no aparecen. Aquella triste noche del 26-27 de septiembre de 2014 dio inicio a un terremoto en todo el país. El prestigio del gobierno de Peña Nieto cayó a los suelos, generando enorme preocupación en la burguesía ante un movimiento de masas creciente que ha recorrido gran parte del país. La juventud, sin duda alguna ha estado en la primera línea de batalla. Los estudiantes politécnicos en esos días iniciaron con una huelga indefinida y, pese al iniciar la lucha con prejuicios que los alejaron inicialmente del movimiento general, que de hecho podrían haber encabezado, finalmente jugaron un papel de vanguardia.
“Ocurre con harta frecuencia que cuando la historia da un viraje brusco, hasta los partidos avanzados dejan pasar un tiempo más o menos largo antes de orientarse en la nueva situación creada y repiten consignas que, si ayer eran acertadas, hoy han perdido ya toda razón de ser […]”.
No sólo son 43, más los muertos de ese fatídico 26 de septiembre, son varios asesinados y desaparecidos día a día por el narcoestado; no sólo es el IPN, son millones que no tienen acceso a una educación de calidad; no sólo son los enfermeros que quieren defender su profesión, son millones de profesionistas desempleados, subcontratados y explotados bajo el régimen capitalista. No sólo son los que están hoy en las noticias, son las mujeres explotadas y asesinadas a lo largo y ancho del país, los niños que no tienen acceso a servicios básicos de salud; millones de hombres y mujeres que viven en pobreza extrema. Todos de alguna forma pagamos el costo del capitalismo para que los beneficios solo se los lleven unos cuantos, por ello es importante seguir en la lucha por un cambio radical en la sociedad.
La manifestación masiva del jueves 20 de noviembre en la Ciudad de México mostró al mundo que la ira por los estudiantes desaparecidos es más fuerte que nunca. Lejos de disminuir, como el gobierno esperaba, el movimiento de protesta crece y se extiende. Las manifestaciones del 20 de noviembre se repitieron en decenas de ciudades de todo el país y alrededor del mundo, con un total de más de 250 acciones de protesta. 114 instituciones de educación superior siguieron el llamamiento a una huelga de 12, 24 o 72 horas hecho por la Asamblea Interuniversitaria, que se decidió en cada universidad por asambleas de masas con la participación de miles de estudiantes.
Los trágicos acontecimientos en Iguala contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa han puesto de relieve consideraciones claves para nuestro actuar como jóvenes y trabajadores en el próximo periodo. De un lado se encuentra la bancarrota del sistema capitalista para poder cumplir cuestiones tan básicas como lo puede ser el vivir en una sociedad sin violencia. No estamos hablando de 43 desaparecidos sino de miles (cifras de organizaciones de derechos humanos independientes del Estado hacen cuentas de 45 mil desaparecidos en los últimos 8 años, cuando comenzó esta supuesta “guerra contra el narco”). Los 3 estudiantes asesinados, los otros 3 que también sucumbieron la noche del 26 de septiembre se junta a los más de 150 mil asesinatos desde el periodo de Calderón a la fecha.
La desaparición y posible ejecución de 43 compañeros de la normal rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero ha desatado una rabia que se ha gestado en el último periodo ante los fraudes electorales, la “guerra” contra el narcotráfico, la pobreza, la miseria y la explotación en el país. La cantidad de asesinados, desaparecidos, las violaciones sistemáticas a derechos humanos y en síntesis, la política de la podrida burguesía nacional, ha desatado un verdadero infierno.
Hace unos momentos el Procurador de la República Jesús Murillo Karam, basándose en información proveniente de 3 detenidos del grupo criminal Guerreros Unidos quienes confesaron que habían detenido el 26 de septiembre y asesinado a los normalistas de Ayotzinapa, dio la noticia de que más de 40 personas fueron quemadas en el basurero de Cocutla, Guerrero, por alrededor de 14 horas continuas, algunos de ellos llegaron muertos, otros inconscientes. Sus huesos calcinados fueron arrojados desde una barranca en bolsas de plástico al Rio San Juan. Esta es una noticia triste e indignante. En este país los futuros maestros son asesinados. Podríamos hacer un gran listado de crímenes, este es particularmente indignante, y no queremos que nunca más un suceso como este vuelva a ocurrir. Un sistema que provoca hechos tan abominables como éste, merese ser eliminado.
bA partir de la tragedia de Iguala donde se asesinaron a 6 personas, 3 estudiantes entre ellos y se desaparecieron a 43 normalistas se ha desatado en todo el país una rabia que se había a cumulado desde hace varios años atrás. Desde el 26-27 de septiembre, cuando suceden estos acometimientos a la fecha, se han suscitado cientos de movilizaciones en todo el país y a nivel internacional. El atentado por parte del Estado a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa está siendo el catalizador de un descontento generalizado.