El pasado 3 de marzo el Presidente Chávez anunció la nacionalización de la multinacional Cargill de origen estadounidense, empresa del sector alimentos que se negaba sistemáticamente a producir arroz agudizando la escasez del alimento en Venezuela.

Escasez y boicot capitalista

La escasez de productos alimenticios ha sido uno de los más graves problemas que enfrenta Venezuela. En los supermercados y en las tiendas es ya común que falten productos como el café, el azúcar, la leche, el arroz, el aceite o los frijoles; los empresarios han estado jugando con la alimentación del pueblo, saboteando la producción; en realidad la escasez de alimentos es el resultado del acaparamiento, la especulación y el contrabando a escala masiva, Esto ha provocado una situación potencialmente peligrosa que la burguesía ha impulsado con el fin de atacar la revolución venezolana.

Un ejemplo de esto es la empresa de alimentos Cargill, donde se reveló que esta planta procesadora de arroz en Portuguesa añadía potenciadores del sabor artificiales a todo su arroz para burlar los controles de precios. Sumado a esto, INDEPABIS (Instituto Nacional para la Defensa del Acceso de la Población a los Bienes y Servicios) encontró aproximadamente 18.000 toneladas de arroz no modificado almacenadas en los almacenes de la empresa. Otra de las empresas monopolistas del sector de alimentos es Polar, donde se les comprobó que la planta funcionaba a la mitad de su capacidad.

La expropiación de Cargill sólo es el primer paso

La nacionalización de la empresa Cargill representa un gran paso adelante para la revolución venezolana y un nuevo golpe contra el capitalismo y el imperialismo, así como lo fue la nacionalización de “Lácteos Los Andes” que fue un primer paso hacia el control de la industria láctea; sin embargo hemos visto que esto no ha sido suficiente. El resto de las empresas lácteas siguen saboteando la producción de derivados lácteos regulados al igual que el grupo Polar sigue saboteando la producción alimentaria, en realidad la empresa Polar debió de haber sido expropiada desde hace mucho tiempo por sus complicidad con el golpe de estado del 2002 y por esconder alimentos en sus almacenes para boicotear la economía encareciendo el producto, como se le descubrió en el 2008; pero ahora ya ha sido amenazada públicamente por Chávez.

Para acabar con la escasez de alimentos no basta con expropiar una o dos empresas abiertamente reaccionarias, es necesario expropiar y nacionalizar todo el sector agroalimentario y pasar a manejar toda la producción bajo control democrático de los trabajadores, incluyendo no sólo a las empresas procesadoras, sino también a los grandes terratenientes. La nacionalización de todo el proceso productivo permitiría planificar todo lo relacionado con los alimentos, desde garantizar una adecuada industrialización del campo para la producción de la materia prima, el mejoramiento y la especialización en industrias procesadoras así como la distribución del alimento a toda la población.

La única alternativa es la lucha por el socialismo

A partir de que Chávez anunciara la expropiación de la arrocera los trabajadores de toda la industria alimenticia comenzaron a organizar y defender medidas contra el boicot de los capitalistas. En realidad existen las condiciones para expropiar no sólo el conjunto de la industria alimenticia sino también para expropiar todas las fábricas, bancos, industrias, etc., y nacionalizarlas bajo control democrático de los trabajadores y de esa forma poder planificar la economía. El gobierno de Chávez ha dado el primer paso pero es necesario que todos los obreros y campesinos sigan adelante en la marcha implacable por la destrucción del capitalismo.

¡Únete a la Corriente Marxista Internacional!

¡Apoya la campaña Manos Fuera de Venezuela y lucha con nosotros por el socialismo!