La lucha del pueblo trabajador por las playas libres en Quintana Roo

Escrito por: 

Nicte Tep Can

 

En Quintana Roo, como en México y el mundo, el gobierno al servicio del capital está despojando a las personas que habitan tierras costeras o privatizando accesos públicos a las playas. En Holbox, en 2014 fue muy sonado el conflicto desatado por la venta ilegal de predios de la isla, realizado por políticos locales en contubernio con capitalistas yucatecos relacionados con la Coca-Cola. En Cancún, la playa es pública, con la salvedad de que no hay como entrar a ellas porque estamos bardeados de hoteles; solo nos queda un acceso público. En Playa del Carmen también estamos separados del mar por la propiedad privada, aunque aún con entradas públicas. En Cozumel, como si de cualquier mercancía se tratara, los lotes costeros se aprecian sobre la carretera con sus respectivos letreros de venta; quien da la cara es Fonatur, pero sabemos que estas instituciones tan solo son los ejecutores de los intereses de la clase burguesa. En Tulum, los documentos oficiales de los ejidatarios en la costa fueron desaparecidos por el Tribunal Agrario y las propiedades fueron traspasados de facto a capitales más grandes y más devastadores, de los amigos de los políticos locales. En Felipe Carrillo Puerto, muchos años atrás, vimos como nos han privado de Sian Ka’an, ahora utilizado para negocios; a los mayas que antes hacían sus milpas andantes en ese territorio se les prohibió la entrada. En Bacalar, también están arrebatándole, por las buenas o por las malas, los derechos de propiedad de los ejidatarios que se encuentran en la laguna, ¿para qué?, ya sabemos, por las mismas razones antes enlistadas.
 
Así, las tierras agrícolas de los ejidatarios, la fuente de trabajo de las cooperativas locales, la actividad turística a pequeña escala, los espacios naturales para el esparcimiento popular, están siendo cercadas para alimentar los bolsillos del capital transnacional que se mueve libremente por todo el caribe mexicano y más allá, sin fronteras, sin bardas; pero con las leyes, los tribunales y los títeres políticos a su favor.
 
Ayer, 29 de mayo, el pueblo de Akumal se ha reunido para luchar por un acceso libre a la playa que les fue arrebatado para entregárselo a los empresarios, disfrazados de Asociación Civil, “Centro Ecológico Akumal” (CEA). Por décadas, este acceso ha sido oficialmente público. Esta movilización no fue tan grande como las anteriores, aun cuando no se ha abusado de este recurso. El mismo día, se realizaba el cierre de campaña en Tulum del político Carlos Joaquín (candidato del une, coalición del prd y pan), quien ha ocupado diversos puestos municipales, estatales y federales; además de ser hermano del actual secretario de energía, pieza títere de la contrarreforma energética. Lamentablemente, parte del pueblo de Akumal se ha dejado engatusar por una propaganda fuerte y falsa, asistiendo a este cierre de campaña, abandonando así a sus compañeros más combativos que se quedaron en el pueblo para su cita con la historia en defensa de las playas públicas. Este candidato ni siquiera se molestó en mencionar, ni por error, ni por accidente, ni por intentar engañar otra pizca al pueblo, en mencionar la lucha que realizaba el valeroso pueblo; sus intereses están bien definidos y no son con nuestra clase.  El pueblo de Akumal debe darse cuenta de esto, de la mentira de la cual son objeto. Mientras tanto, compañeros solidarios de un poblado cercano, Puerto Aventuras, han interpretado como una traición esta falsa conciencia de muchos pobladores que aún creen en los títeres de la burguesía, lo que ha generado que esta vez no estuvieran presentes en esta manifestación. El circo electorero burgués ha confundido a algunos luchadores sociales que hasta el momento habían sido solidarios con esta causa.
 
Así, estimamos que no más de unas cien personas, entre adultos y niños, de Akumal y otros pocos de municipios cercanos, se dirigieron hasta el acceso históricamente suyo y que ahora ocupan las instalaciones del CEA, brazo “civil” del capital, con el objetivo de recuperar su acceso. En el lugar de los hechos se encontraba la guardia privada, la policía municipal y un grupo de choque, protegiendo lo mismo: la propiedad privada-privativa de los capitalistas. Ante el inicio de la recuperación del acceso público, la policía y el grupo de choque, albergada al interior de la propiedad, empezaron a tirar gases lacrimógenos y piedras. Los akumaleños respondieron para defenderse. Todo este escenario se dio en la oscuridad de la playa, con piedras, bombas molotov volando, palmeras incendiadas. Resultaron dañadas dos patrullas, una quemada y otra, apedreada; así como algunas palapas de pequeños negocios. Hubo disparos por parte de la policía. Algunos pocos turistas curiosos alternando entre grabar y resguardarse. Ante el avance de las fuerzas represivas del estado (policía municipal) y guardianas del capital, los akumaleños se replegaron hacia su pueblo, que se encuentra detrás de la carretera federal que los divide de la playa. Más tarde, regresaron más refuerzos de patrullas y elementos policiacos para agarrar gente, hay cifras inexactas de cuantas personas se llevaron, oscilan entre dos y veinte, según versiones encontradas. Los akumaleños sacaron a pedradas a la policía y quemaron la alcaldía de la localidad en protesta. Uno de los pobladores que se llevaron, fue golpeado por la policía y luego lo soltaron, él regresó a propio pie al poblado donde lo recibieron sus compañeros. Los akumaleños declaran que con los demás hicieron lo mismo y los aventaron en la playa; de acuerdo al testimonio de una madre difundido esta mañana, en estos momentos, un joven se encuentra en el hospital de Cancún por derrame cerebral.
 
No siendo suficiente para la furia de los explotadores y los guardianes de sus intereses, conforme transcurría la noche, siguieron llegando más patrullas de Playa del Carmen para taponear el único acceso al pueblo. Lo último confirmado fue de siete patrullas para sitiar la única vía para acceder al poblado, mientras que akumaleños declaran que llegaron hasta 25 patrullas. Esto, aproximadamente a las 10:30 pm. Al momento, en esta tarde del 30 de mayo, parece que ha cesado la represión. Sabemos que esto solo es la apariencia y que, si el gobierno ha detenido la represión oficial, en parte ha sido por la amplia difusión nacional e internacional de lo acontecido anoche. Este destino turístico, donde se ha invertido millones de dólares en sus negocios se ha visto mal parado. Es triste escribirlo, pero en adelante la represión será de baja intensidad, cazando a los defensores de Akumal, ocasionándoles “accidentes”, con demandas en su contra, entre demás medidas; esto lo saben los valientes akumaleños. 
 
Siempre escuchamos decir que la “Riviera Maya” es un gran atractivo por sus recursos naturales, por sus playas cristalinas, la selva exuberante, la cultura maya. Ésta es solo una parte muy limitada de la realidad. El capitalismo está acabando con todo esto porque ni le interesa. Sí, Quintana Roo es atractivo para los trabajadores de muchas partes del mundo por sus bellezas naturales y también por otras razones que no son tan benéficas para la sociedad, pues otras actividades que formalmente se declaran ilícitas acompañan al turismo, desatando una fuerte violencia social, que no sale en las noticias internacionales, pero son cotidianas para quienes vivimos aquí. Por otra parte, para el capital, para los grandes empresarios, el estado también es muy atractivo, diremos porqué: por la gran explotación de la mano de obra a la que estamos sujetos, muchos trabajadores laboran sin sueldo, sin ningún tipo de prestación social o a veces solo con un salario mínimo, luchando entre ellos mismos por las comisiones o las propinas; porque la contrarreforma laboral que oficialmente se aprobó apenas hace pocos años, ya operaba para nosotros desde mucho antes. Porque en las escuelas nos enseñan a pelar frutitas, a tender camas, a ser siempre serviles. Porqué se entrega al capital privado el paquete de la infraestructura de agua potable que construimos con nuestro trabajo e impuestos, así como el agua misma que necesitamos para vivir, para que nos la vendan de vuelta. Porque entregan también las costas en donde debiera ser garantizada siquiera la sombra donde hemos de sentarnos a disfrutar el mar. Porque también al campesino maya sujetan con sus leyes burguesas; la milpa maya es andante y no se necesitan cercas para respetarla, se respeta por el trabajo depositado en ella; la milpa andante choca con la propiedad privada, por eso ahora se regula.
 
Las ofensivas hacia nuestro vivir como pueblo trabajador nos alimentan con más razones para luchar por una sociedad buena, justa y útil para todos nosotros. Si algo podemos aprender de los akumaleños es su gran disposición y valentía para la defensa popular por las costas para todos. Pero, recordemos que esta lucha no se encuentra aislada de las demás, como la de los maestros por una educación que nos haga trabajadores reflexivos, pensantes y combativos (no solo tendedores de manteles, busca-propinas); la lucha por el agua que iniciaron los compañeros mayas en Felipe Carrillo Puerto y continuaron los ciudadanos organizados en Playa del Carmen; la huelga obrera en el hotel Princess que estalló hace un par de días en la Riviera Maya; así como todas las demás que brotan incesantemente en todo el país. 
 
En este contexto y recordando que nos encontramos en temporada electoral, se esperaría que el partido morena que se señala de izquierda hiciera pronunciamientos y tomaran postura a favor del pueblo. Sin embargo, los candidatos continúan enmelados con sus campañas políticas. Hasta el momento, solo un candidato local de Tulum se ha pronunciado con respecto a lo acontecido anoche y ha visitado Akumal, lo que él declara es que el gobierno debe solucionar pacíficamente este conflicto, sabemos que no será así, pero se reconoce su comunicado.
 
Entendemos que la privatización de las playas, es solo un efecto del capitalismo, su funcionamiento se alimenta de la explotación laboral y las cada vez más asfixiantes medidas que nos impone descaradamente el capital. Debemos luchar por las playas y todos nuestros derechos, así como señalar a los títeres políticos. Sin embargo, nuestra mirada debe ir más allá, la teoría revolucionaria y la experiencia nos da valiosos aportes para analizarla mejor. Es evidente que la sociedad en el sistema-mundo, se divide en clases: la explotadora y los explotados. En la batalla campal desatada anoche, los guardias privados y “públicos” no se diferencian absolutamente en nada más que en el uniforme y en las placas de sus vehículos, estos estuvieron siempre del lado de los empresarios, no nos sorprenda que así sea, ellos incluso se basarán en sus leyes para seguir acosando al pueblo de Akumal.  Nosotros no tenemos un gobierno del pueblo trabajador, pues las palancas fundamentales de nuestra economía están en manos de los capitalistas, principalmente de la hotelería, por eso es que las leyes e instituciones a ellos obedecen. 
 
Somos los trabajadores los que sostenemos este lugar, no nos vengan a decir que ellos invirtieron sus millones de dólares, ¿de dónde sacaron esos millones? ¿de su trabajo? Por supuesto que no, del nuestro, de la miseria de muchas familias, aunque también de los trabajadores mejor capacitados y con mayor poder adquisitivo, que no dejan de ser obreros, aunque lo ignoren. Así, este estallido popular, es una chispa que enciende una luz que permite mirar a los trabajadores del país y del mundo que, aunque vendan a este destino como un paraíso, sepamos que no lo es para todos, todavía. Esta chispa también debe despertarnos muchas reflexiones, acerca del pensar y actuar revolucionario del pueblo. Saquemos las conclusiones adecuadas. Nos hacen creer que dependemos de su capital, bien, ¿de dónde salió ese capital, con el trabajo de quien se produjo?, ¿quién depende de nuestro trabajo?
 
¡Playas libres para todos los trabajadores de Akumal, de Quintana Roo, México y el mundo! 
 

Fecha: 

31 de mayo de 2016

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