Sobre el intento de desalojo del auditorio “Che Guevara”

Escrito por: 

César Hernández
De unas semanas para acá se ha hablado mucho sobre el desalojo del auditorio “Che Guevara”, que se ubica en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, en Ciudad Universitaria, cuyo nombre “oficial” es Justo Sierra. El “Che” fue tomado el 4 de septiembre del año 2000 por activistas estudiantiles, siete meses después de que la Policía Federal rompiera la huelga de 1999-2000.
 
El tema del desalojo del Che, toma relevancia por diversos aspectos, tales como las personas que ocupan el recinto, el uso que le dan y las consecuencias de dicho uso para la comunidad estudiantil, por otra parte la comunidad estudiantil reclama el espacio que les corresponde, las autoridades manejando un doble discurso, se lamen los bigotes ante la idea de desalojar a los que ocupan el “Che” y retomar el auditorio para “la comunidad estudiantil”.
 
Histórico auditorio
 
El auditorio tiene una gran importancia histórica, es un recinto que albergó reuniones estudiantiles desde 1968 hasta aproximadamente el 2008, cuando algunos colectivos y organizaciones salieron para dejar el auditorio en manos de los anarquistas.  Para poner un ejemplo de la importancia del auditorio que desde 1968 fue renombrado por los estudiantes como “Che Guevara”, por la supuesta visita del guerrillero argentino-cubano a la FFyL, es que ahí se llevó a cabo la Asamblea de Escritores y Artistas que nombraría a José Revueltas como su representante ante el Consejo Nacional de Huelga (CNH). Además de que el auditorio jugó un papel muy importante durante el movimiento estudiantil ese mismo año, y en las consecuentes luchas de 1971, 1986, 1994 y 1999-2000, que no necesariamente fueron movimientos únicamente estudiantiles, sino que se entrelazaban con otros sectores en lucha y de diversas ideologías.
 
Por otra parte, en él se llevaron a cabo ponencias y exposiciones por parte de los más importantes integrantes de la literatura del llamado Boom latinoamericano, tales como, Julio Cortázar, Mario Benedetti, Gabriel García Márquez, también contó con la presencia de Pablo Neruda, Adolfo Sánchez Vázquez, Pablo González Casanova, Carlos Monsiváis, Jaime Sabines, entre otros.
 
Por lo anterior y por una infinidad más de aspectos, como espacio político-cultural, como espacio de expresiones artísticas de toda índole, de talleres, de simposios, de asambleas estudiantiles, se puede decir que el “Che Guevara” es parte del imaginario político de la izquierda en México, y más específicamente del movimiento estudiantil, no solo de la UNAM, ya que ahí se llegaron a realizar las asambleas preparatorias de cara a la marcha del 2 de Octubre.
 
La desvinculación con el movimiento
 
Como ya mencioné durante años el Che fue centro de actividades políticas y culturales, tenían cabida diversas organizaciones, aún con ideologías diferentes, desde comunistas, zapatistas, de derechos humanos, de defensa de la vivienda, de desaparecidos y por supuesto anarquistas.
 
El Che era un lugar de activismo político real, había participación no solo estudiantil, sino de los diversos sectores explotados, pero de unos años a la fecha todo vínculo se rompió, con la salida del Consejo General de Huelga (CGH) y la formación del colectivo Okupación Che Guevara, y particularmente después de 2011-2013, con la “salida” de agrupaciones como el Comité Cerezo, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSUM), entre otros, quienes se quedaron al frente del Che Guevara han ido degenerando.
 
Por un lado los movimientos de ocupación de plazas públicas, centros de comercio principalmente en España y Estados Unidos en 2011, tuvieron su eco en México, lo que en un primer momento significó que la juventud saliera a la lucha, algo totalmente positivo, pero que por otro lado, el movimiento Ocupa fue degenerando, cada día atraía a más lumpenes, que a jóvenes activistas, y al mismo tiempo ahuyentaba a los que participaban por los manejos del “horizontalismo”, puesto que muchos eran vetados por los más “sacrificados”, que ya vivían en los lugares ocupados. 
 
El Che se fue llenando de supuestos activistas, de supuestos anarquistas, que ni estudiantes son y que al paso de tiempo se fueron desvinculando de la comunidad estudiantil, se han vuelto el lado oscuro de la FFyL, algo indeseable y odiado, por decirlo de algún modo, no necesariamente por ser anarquistas, sino porque no han participado activamente en ninguna campaña a lo interno o a lo externo en el movimiento vivo, se han preocupado más por otras cosas que por realizar actividades de manera cotidiana. Se han ocupado de realizar eventos  los fines de semana y cada vez que sienten en peligro su estancia en el “Che”, se han involucrado más en vender comida, en desmantelar el auditorio y lamentablemente en otras actividades que toda la comunidad conoce, pero que pocos se atreven a decir, tales como el consumo de bebidas alcohólicas, así como la venta de droga. Aunque ellos lo nieguen, aunque perjuren que son falsas las acusaciones en su contra, aunque realicen debates sobre el uso de las drogas y el control social. Por supuesto  que hay que hacer notar que probablemente no sean todos, e incluso sea una minoría, pero de cualquier modo es incorrecto.
 
La “política” de los ocupantes del Che, por decirle de algún modo, ya que son anarquistas o al menos su página web así lo demuestra (http://www.auditoriocheguevara.org/) es la de intimidar y agredir a la comunidad estudiantil, a tal grado que si no eres parte de ellos, no puedes acercarte a mirar dentro del auditorio, o siquiera a participar en las actividades que organizan, diversos testimonios de la FFyL hablan del ambiente hostil que se puede sentir dentro de este espacio si eres ajeno, resulta complicado hacer preguntas sobre el lugar,  ni siquiera es posible tomar fotografías, esa es la autonomía y la autogestión que muestran a la comunidad estudiantil.
 
Su política sectaria los ha hecho ser algo ajeno a la FFyL, a la UNAM y al movimiento estudiantil en general. Podrían corregir su actuar, pero ya es algo endémico, no van a cambiar porque ya es una tendencia orgánica.
Otro aspecto a destacar, es que el auditorio está muy deteriorado, no soy un purista, pero el uso que le han dado no ha sido el mejor, ya no hay sillas, la alfombra ha desaparecido, hay paredes humedecidas u oscurecidas por la estufa, incluso me comentaron que han roto parte de las paredes en busca de líneas telefónicas, el sistema eléctrico está muy mal, en pocas palabras el Che se cae a pedazos.
 
¿Es viable el desalojo del auditorio Che Guevara?
 
Se podría responder a esta pregunta de cualquiera de las dos formas posibles, sin embargo ver las cosas de manera formal nos llevaría a un callejón sin salida. Tenemos que ver las cosas en su totalidad para, de ese modo, responder clara y concretamente a la pregunta.
 
Primero hay que tomar en cuenta que de 2014 a la fecha los ocupantes del Che han dado mucho de qué hablar, y no necesariamente por las luchas que han emprendido o en las que hayan participado. Desde los sucesos violentos en los que se adueñaron del auditorio, pasando por la agresión por arma de fuego que sufrió uno de ellos, hasta la detención de otro de ellos por ser supuestamente un narcomenudista, lo que ha detonado actos violentos y de vandalismo a lo interno de la UNAM, esto ha sido lo que ha abierto nuevamente el debate sobre el futuro del Che.
 
En lo que respecta a los estudiantes, una parte de ellos reclaman el auditorio en el que se presentó Julio Cortázar y compañía, anhelan las viejas glorias del “Justo Sierra”, una idea muy romántica a mi parecer, otro sector, reclama el auditorio para la comunidad, para reactivarlo como centro político en CU.
 
Lo cierto es que la UNAM se ha mantenido en términos generales en calma, ha habido chispazos, pero se han mantenido aislados, desde la toma de la Torre de Rectoría, incidentes en algunos CCH´s, en las FES- Acatlán, entre otros, pero ningún movimiento ha logrado cierta cohesión. Asimismo la UNAM ha visto pasar grandes acontecimientos, como lo del #YoSoy132, la lucha de los 43 estudiantes desaparecido de Ayotzinapa, la lucha del IPN, en donde la máxima universidad ha participado pero sin que en ella misma se geste algo que vaya más allá, algo que rompa la rutina y barra a las organizaciones, colectivos y agrupaciones anquilosadas y desfasadas, hay activistas “estudiantiles” que llevan más de diez años al frente de “sus” organizaciones.  Aunque no se puede negar la grandiosa participación de los estudiantes y trabajadores de la UNAM, que de manera individual o por colegios han salido a apoyar las luchas antes mencionadas, eso significa que hay descontento, que hay ganas de luchar, pero no lo hacen junto a los activistas más rancios dentro de sus escuelas.
 
Lo que acontece en el Che ha dado un sinfín de herramientas a las autoridades para pedir dialogar con los ocupantes del auditorio, y aún mejor, preparar el desalojo. Es claro que no se llegará a ningún acuerdo, quienes ocupan el Che no se irán y menos por su propio pie, por su parte las autoridades han iniciado una campaña en los medios de comunicación mostrándose abiertos al diálogo, pero enfatizando en que de ser necesario (y lo será) usaran la fuerza pública. Tienen cierto apoyo, sobre todo de la Facultad de Derecho y de catedráticos, hasta ahora no se han atrevido a desalojar el Che, pero ahora se han envalentonado y es probable que suceda.
 
Perspectivas para la UNAM
 
Vivimos con el “Jesús” en la boca, las condiciones sociales y económicas van en picada, el dólar por los cielos, el petróleo por el suelo, la violencia se recrudece cada día más, las injusticias son más visibles, el cinismo de los políticos se siente con el viento, el desempleo aumenta, es decir, estamos entrando a un periodo en donde los niveles de vida se verán duramente atacados, pues este año es el comienzo de la aplicación de las reformas, y el gobierno sabe que habrá descontento, por eso la Ley Atenco.
 
Pero no todo es malo, dicen que cuando más oscura es la noche es porque pronto amanecerá. Y uno de los primeros sectores que saldrá a la lucha es el de los estudiantes, a nivel nacional se ha avanzado con la reforma educativa, pero solo en educación básica (primaria y secundaria), ahora pretenden ir por la media superior y superior, por lo que las prepas y CCH´s de la UNAM entraran a la lucha en defensa de sus planes y programas de estudio. A nivel superior han ido muy despacio, pero a Peña le quedan tres años y les urge avanzar, Narro ha recibido su premio, al mantener las aguas calmadas en la Universidad, pero estamos entrando a otro periodo y las aguas se moverán.
 
Y esto es justamente lo que necesita la UNAM, un movimiento estudiantil amplio, que venga con nuevos bríos y nuevos activistas estudiantiles, que venga a refrescar y a pugnar por espacios en donde realizar actividades políticas genuinas, solo un movimiento de masas de los estudiantes podrá recuperar el Che Guevara y darle la orientación correcta: ser espacio de debate, de organización y de lucha.
 

Fecha: 

8 de abril de 2016