El pasado martes 8 de marzo de 2016, un grupo de alrededor de 100 docentes junto con estudiantes del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS) Unidad Sto. Tomás, tras la entrega de varios documentos a la dirección general y a las autoridades de su escuela, llevaron a cabo un paro de labores indefinido por el motivo de que no se les había pagado su sueldo desde hace 8 meses.

 

El día martes, el grupo de profesores interinos hizo un mitin en las canchas del CICS, explicando a los alumnos que no se les habían pagado su sueldo desde hace 8 meses atrás, también faltando de recibir el aguinaldo de 2015 y cantidades grandes en vales. Expresaron también que su dirección sindical (del SNTE) negó el apoyo al no querer respaldar y ayudar a solucionar la problemática por lo que decidieron pedir apoyo al sector estudiantil. 

 

El mismo martes en la Noche, Autoridades de Área Central del IPN, acudieron a la unidad académica con el discurso de querer resolver el problema de los docentes, aunque no dijeron en qué sentido lo resolverían; si entregando los pagos que faltaban o apostando al desgaste del movimiento.

 

El pliego petitorio de la comunidad del CICS UST exigía además, la destitución del Decano Lucio Alemán Rodríguez, la Subdirectora Administrativa Esperanza Ortiz, y la Subdirectora Académica Guadalupe Guzmán Bárcenas. 

 

El paro continuó mostrando fuerza, y esto en medida de que los representantes de Área Central no daban solución; el discurso de dichas personas era, que “estaban en toda la disposición de solucionar la problemática”, pero es claro que estos son métodos para disolver a una organización de personas exigiendo sus derechos. 

 

Dentro de las mesas de trabajo los representantes se comprometieron a trabajar para dar respuesta inmediata a las demandas. Más tarde se llegó al primer Acuerdo de la negociación en el que se comprometían “que el día 15 de marzo se entregaría el pago en depósito y el 16 en cheques el salario de los profesores”, y el segundo acuerdo que dice que el ISR se descontará al pago normal de los profesores y no en la totalidad del monto que se les debe.

 

Al solucionar el pago atrasado, los profesores entraron en un estado de confianza y se inactivaron, dejando los demás puntos del pliego de la escuela sin concluir. El Paro se levantó el día viernes 11 de marzo después de los acuerdos firmados y un mitin a las afueras de Canal Once terminando con la entrega de un documento a la directora de asuntos públicos del Canal.

 

Estos pequeños logros no se reconocen por la “buena voluntad” de las autoridades de Dirección General, es evidente que ellos juegan al desgaste de los movimientos y las pequeñas organizaciones que manifiestan sus inconformidades. Sin embargo, por la situación política que vive el IPN, con elecciones para la CO-CNP en puerta y muchos intereses de por medio, les conviene calmar los ánimos de lucha y sembrar un ambiente de individualismo resolviendo cosas particulares, tratando de convencer a la comunidad en los puntos de actividad, que son problemas locales los que viven y que no están conectados unos con otros. Nosotros decimos lo contrario, estos problemas no son individuales o particulares, de una u otra escuela, son problemas generalizados (como la falta de presupuesto en el IPN, o la antidemocracia con la que se lleva a cabo la toma de decisiones) que desembocan en problemas locales. Los profesores interinos (no basificados, contratados por horas) no reciben el sueldo que se les promete (alrededor de $70/hr.) porque Dirección General dice que no hay presupuesto, cuando los sueldos de los altos funcionarios y del Área Central son excesivos sobrepasando los 50 mil pesos y llegando hasta los 110 mil pesos. Este es un problema de gestión del dinero, no significa que no exista, significa que está excesivamente concentrado en los bolsillos de unos pocos. 

 

La ausencia del pago de los profesores hace que no puedan satisfacer sus necesidades y no puedan mantener a sus familias. Esto provoca que tengan que buscar otras formas de adquirir ese dinero, ya sea pidiendo préstamos bancarios o trabajando en otros lados, lo que ocasiona una falta de motivación de los profesores y limita su capacidad y tiempo para dar clases. La falta de clases preparadas, bien estructuradas y en sentido científico, hace caer la calidad de la Educación cada vez más y más. Una educación de calidad, como la que queremos, pasa por garantizar buenas condiciones salariales y de trabajo para profesores y personal de apoyo.

 

Es claro que si hay un problema con el presupuesto, también hay un problema con la calidad educativa, y las oportunidades para el desarrollo de la comunidad en general están limitadas.

 

Todo esto es una expresión de la repercusión que están teniendo las malas decisiones de las autoridades del instituto dando origen a explosiones de movimientos locales en las diferentes escuelas del IPN. Esto, nos habla de que la comunidad en el politécnico no es apática como se cree, y que sí le interesa lo que está sucediendo dentro de la institución. Un ejemplo más de ello es que los trabajadores administrativos lograron echar a un lado al charrismo y conseguir que una planilla democrática ganara las elecciones sindicales, ese mismo ejemplo deben seguir los profesores.

 

Desde el Comité de Lucha, hacemos un llamado a la unión de los estudiantes, docentes y trabajadores del IPN, a trabajar por un instituto mejor, en el que los derechos de los estudiantes y trabajadores no sean violentados. Tenemos claro que la única manera de hacer frente a esta problemática, es con una organización unificada que lleve adelante un programa a favor la comunidad politécnica y, luchando junto al resto de trabajadores, poner al IPN al servicio del conjunto de la sociedad.

 

Luchemos por la transparencia en todos los proceso que atañen a nuestro instituto, por qué los derechos de la comunidad no sigan siendo violentados.