Marruecos: Crimen y castigo - la represión de la marcha de los profesores en prácticas

Escrito por: 

Liga de Acción Comunista (CMI-Marruecos)

 

Este informe fue enviado originalmente el 14 de enero cuando comenzaba el movimiento de los profesores en prácticas en Marruecos. Desde entonces, la lucha de los profesores contra los decretos ha continuado. En respuesta a la intransigencia del gobierno, la Coordinación Nacional de Profesores en Prácticas convocó una marcha nacional en Rabat el domingo 24 de enero.

Inmediatamente después de la publicación de la convocatoria de la protesta, el gobierno amenazó con que no les permitiría organizarse y que "tomará todas las medidas necesarias para evitarlo", es decir, amenazaron con la represión. En lugar de lograr que los maestros se retractaran de su decisión, aumentó la simpatía pública hacia ellos. La marcha fue anunciada y otros grupos se unieron a ella. Fue un gran éxito, con más de 100.000 maestros y simpatizantes marchando.

El jueves 7 de enero, los profesores en prácticas de Marruecos salieron simultáneamente en marchas de protesta regionales. Estaban aplicando la decisión de la Coordinación Nacional de Maestros en Prácticas de Marruecos, exigiendo el fin de los siguientes decretos: Decreto 2/15/588, que separa la formación desde la contratación [es decir. los estudiantes no tienen garantizados los trabajos], y el decreto 2/15/589, que reduce el salario base de los profesores en prácticas en las áreas centrales de 2.450 a 1.200 dirhams.

El Crimen

Las marchas fueron pacíficas y los profesores iban desarmados, a excepción de sus cuerdas vocales y su determinación. Ejercieron, con la mayor disciplina, su derecho a expresar sus legítimas demandas. Pero el régimen dictatorial tenía una opinión diferente. Se puso en marcha a las fuerzas represivas con órdenes claras de ir a por los maestros brutalmente y sin discriminación. Sus órdenes eran apuntar a la cabeza y a la cara – a la cara, en particular - aterrorizar y torturar a los manifestantes al máximo.

 

Decenas quedaron heridos tras el brutal ataque, algunos de ellos con lesiones graves que todavía están en tratamiento. Según un informe publicado por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, el resultado fue el siguiente:

 

1. Inezgane: la represión en frente del Centro de Educación produjo cerca de un centenar de heridos, cincuenta casos han sido trasladados al hospital.

 

Sra. Lamia: una fractura en el hombro, una fractura de la caja torácica, fractura en el rostro - requiere un cirugía estética.

Sr. Aljumar: fractura de la columna vertebral que requiere cirugía, pérdida parcial de la vista.

Una maestra embarazada: sufrió una hemorragia.

Muchas lesiones en la zona de la cabeza (entre siete y diez puntos de sutura)

Muchas lesiones en las piernas y los hombros.

Varios casos de pérdida de la conciencia.

 

2. Marrakech: veinte casos.

 

Uno de los casos provocó hemiplejia (cuidados intensivos)

Fractura de pierna.

Varios casos de pérdida de la conciencia.

 

3. Tánger: ocho casos graves

 

Una maestra: torsión del pie y edema pulmonar.

Un maestro: fractura de pierna.

Una maestra: fractura de brazo

Muchas lesiones cerca de la columna vertebral.

Varios casos de pérdida de la conciencia.

 

4. Casablanca: cuarenta casos

 

Fractura en el área del brazo

Fractura en la zona de las piernas

 

Estas agresiones fueron las que sufrieron los profesores por parte de la policía, según las asociaciones de derechos humanos, sumado a insultos, agresiones verbales y tratos degradantes.

 

Reacción

 

Lo que pasó el jueves fue un crimen desde cualquier punto de vista. Pero no se detuvo ahí, más bien la respuesta del gobierno vierte más sal en las heridas. Las declaraciones de los funcionarios después de la masacre se llenaron con el máximo de insolencia y provocación. El primer ministro Benkirane expresó su solidaridad con las fuerzas policiales "que dirigen la misión" y pidió a los jóvenes de su partido no mostrar su solidaridad con los agresivos maestros.

En cuanto al Ministerio del Interior, ha negado la existencia de cualquier represión y la existencia de lesiones entre los profesores. Dijo que los videos fueron fabricados, y por el contrario, los maestros estaban fingiendo desmayos, y aquellos que sostienen haber sufrido "lesiones menores" se debió a una estampida.

Esa es precisamente la lógica del régimen dictatorial marroquí. El régimen no se preocupa por la santidad de los cuerpos de sus ciudadanos, ni por sus derechos o dignidad. Es la lógica de la tiranía, el despotismo y la barbarie. Ellos derramaron la sangre de indefensos en las calles por la única razón de que se manifestaban pacíficamente. Entonces despectiva, cínica y arrogantemente proceden a ridiculizar los sufrimientos y heridas.

La respuesta popular fue una ola de indignación contra la brutalidad policial. Una amplia solidaridad fue expresada por maestros, trabajadores, estudiantes, vendedores ambulantes, activistas, sindicalistas, intelectuales demócratas radicales, entre otros.

El objetivo que hay detrás de la forma y la fuerza de esta brutal represión es invocar el miedo en los corazones de los profesores en prácticas. Están decididos a romper su moral y presionarlos para detener la lucha. Además, es un mensaje sangriento dirigido a todas las demás capas del pueblo marroquí - los trabajadores, los estudiantes y otros - que si se atreven a exigir sus derechos, o levantarse contra las políticas de austeridad llevadas a cabo por la clase dominante y su Estado, sufrirán un destino similar.

Sin embargo, la represión tuvo el resultado exactamente opuesto al previsto. A pesar de su gravedad, no hicieron daño a la moral o la combatividad de los maestros en prácticas, sólo produjeron un apoyo popular más amplio, el fomento de un espíritu de desafío.

 

El horror se mueve al otro campo

 

El régimen se encuentra ahora en un dilema importante. Si la represión no produce el resultado deseado - aterrorizar a las masas - a continuación, el miedo y el horror cambiarán de campo y atormentarán al lado opuesto: la clase dominante y su Estado.

De hecho, inmediatamente después de la represión, se hizo un llamamiento para organizar una manifestación de protesta frente al Parlamento el domingo 10 de enero. Se denunció la represión y se exigió una respuesta para los maestros que llaman a derogar los decretos. La manifestación de los maestros fue un rotundo éxito. El Estado fue incapaz de reaccionar.

Ese mismo régimen dictatorial que rompió los huesos de los maestros el 7 de enero, derramando su sangre en las calles, es el mismo que el 10 de enero estuvo retrocediendo ante los ojos de la enojada multitud frente al Parlamento. Esto no se debe a que de repente se tragó una dosis de democracia, sólo estaba aterrorizado de que cualquier provocación contra los manifestantes tuviera consecuencias nefastas para el régimen.

Continuando con la solidaridad con los maestros y la ira popular contra la dictadura, el lunes 11 de enero fue testigo de manifestaciones de protesta en la ciudad de Beni Mellal. El mitin que se convirtió en una marcha masiva es diferente a todo lo que la ciudad ha visto desde el 20 de febrero de 2011. Las potentes consignas que se levantaban no sólo condenaban el tratamiento de los maestros sino que exigía las revocaciones de los decretos, y siguió adelante haciendo hincapié en los derechos del pueblo a una buena educación, libre, junto a otras demandas económicas y políticas.

Una vez más, las fuerzas de la represión eran meros espectadores. Trataron de no hacer nada para provocar a la gente. Ellos sabían muy bien que, dada la situación explosiva que acumula el desempleo, la pobreza y la opresión, cualquier provocación podría dar lugar a una explosión de ira.

¿Quién ha ganado y perdido en este punto? La respuesta a esta pregunta es muy clara. El miedo se ha trasladado al otro campo. A pesar de todo lo que se ha logrado hasta ahora, los peores días de la clase dominante están por venir.

 

Consignas para continuar la lucha

 

Benkirane explicó recientemente, que no iba a dar marcha atrás en los decretos, incluso si esto condujera al derrocamiento de su gobierno. Nosotros tampoco estamos dispuestos a renunciar a nuestro derecho al empleo y a los derechos de todos los trabajadores que simpatizaban con nosotros, que estaban junto a nosotros en nuestro tiempo de necesidad y nos expresan su amor y solidaridad, así como su ira contra lo que estamos expuestos ¡Abajo el gobierno! Nuestra consigna es ¡abajo el gobierno y disolver el parlamento, que eligió a este gobierno!

Por otra parte, el delito de atacar a los manifestantes no debe quedar impune. La sangre que fue derramada no debe estar impune. Todos los autores de las graves lesiones que amenazan el bienestar físico y psicológico de los maestros en prácticas, deben rendir cuentas. Es necesario llevar a juicio a todos los que dieron las órdenes y aquellos que las llevaron a cabo.

 

¿Quién es el verdadero enemigo?

 

Es claro que el gobierno islamista ha perdido por completo su atractivo popular. Benkirane bailaba hace cuatro años debido al aplastante triunfo electoral contra sus oponentes. Ahora ha tocado fondo. Eso fue evidente en las consignas cantadas durante los mítines, en los debates en las redes sociales, y en los debates en los cafés populares, seminarios de los estudiantes, y otros lugares.

Durante décadas, los islamistas han conseguido ganar la simpatía de amplios sectores de las masas. Ellos jugaron el papel astuto de "oposición radical", e hipócritamente condenaron la injusticia social evidente y la corrupción de la clase dominante.

Entonces era difícil desacreditarlos. Esto es así porque el conflicto en contra de ellos a menudo tomó la forma de mera lucha intelectual. Pero las masas no aprenden de libros, debates intelectuales o a través de discusiones y seminarios teóricos. Ellos aprenden a través de la realidad concreta.

Como explicó Marx, para que cualquier fenómeno dado desaparezca, primero debe realizarse plenamente. De hecho, con el fin de superar el período de confianza en estas corrientes políticas (al menos, algunas de ellos) era necesario poner a prueba sus ideas en el mundo real. Pocos años de experiencia fueron suficientes para exponerlos a los ojos de las masas populares, no sólo en Marruecos, sino también en Egipto, Túnez y otros países.

Ellos han demostrado su carácter reaccionario. Ellos no son más que otra versión de los partidos de la clase dominante capitalista. Aplican las mismas políticas, practican los mismos métodos y sirven a los mismos intereses: los intereses del gran capital.

Unos pocos años de experiencia con el islamismo en el poder, no fue un precio muy alto a pagar por las masas para llegar a esta conclusión histórica. Eso es lo que las amplias capas de las masas han concluido ahora. Ellos entienden que son sus enemigos.

Pero esta conclusión no es más que uno de los lados de la moneda. El otro lado es saber qué clase se beneficia con las políticas que los islamistas, los "laicos", y todos los demás partidos oficiales están aplicando. Seamos objetivos, Benkirane, su partido y el gobierno, no son más que instrumentos en las manos de una clase social en particular, al servicio de sus intereses y la defensa de un sistema social específico.

No es Benkirane como persona ni su gobierno y sus ministros por sí solos los que se benefician con la aplicación de los dos decretos. Separando a los aprendices de los empleados, la reducción de las subvenciones y otras medidas de austeridad aplicadas por el actual gobierno, son medidas al servicio de la clase capitalista y del sistema capitalista.

Benkirane y su gobierno no están gobernando Grecia o España, Túnez o Egipto. Sin embargo, todos estos gobiernos, en sus diferentes formas de “ala izquierda” y ala derecha, aplican la misma política: la política de la austeridad, los recortes, las privatizaciones y los ataques contra las conquistas sociales de los trabajadores. Todos ellos están defendiendo los mismos intereses: los intereses de los banqueros y grandes empresas nacionales e internacionales.

La clase capitalista y su sistema son los verdaderos enemigos. Eso es lo que debemos entender y explicar a cualquier persona que quiera entender. Debemos erradicarlos si queremos luchar eficazmente contra los orígenes de los horrores y las injusticias con que nosotros, los trabajadores, los campesinos pobres y jóvenes trabajadores, convivimos.

Por supuesto, es necesario luchar contra todas las formas de explotación y todas las formas de ataques, ya sean grandes o pequeños, no importa qué tan parcial y limitado sea. Pero al mismo tiempo, debemos tener una perspectiva general y la comprensión científica de la naturaleza del enemigo, así como un programa que responda tanto a las necesidades inmediatas como al objetivo final.

Problemas profundamente arraigados requieren soluciones radicales. Si queremos una alternativa a la política aplicada por el actual gobierno, y todos los demás gobiernos capitalistas, debemos luchar por el derrocamiento de la propia clase capitalista. Tenemos que luchar por la confiscación de las palancas claves de la economía y del poder por la clase obrera, para construir el socialismo.

Original: Marruecos: Crimen y castigo - la represión de la marcha de los profesores en formación (en árabe)

Los compañeros de la Corriente Marxista Internacional en Marruecos están participando en este movimiento. Pedimos a todos nuestros lectores y simpatizantes que expresen su solidaridad contra la represión de los maestros en prácticas. Pueden hacer esto enviando fotos con carteles de estudiantes, maestros, sindicalistas mostrando su solidaridad y mediante su publicación en las redes sociales.

Por favor, enviar mensajes y fotos a:

 

marxy@marxy.com y editor@marxist.com

Por favor, también publicar las imágenes en la página de Facebook de Marxy.com: https://www.facebook.com/marxycom

Fecha: 

4 de febrero de 2016

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