En sus inicios el politécnico fue creado como resultado de la lucha de los trabajadores y la necesidad de un desarrollo del país que la débil burguesía nacional no era capaz de realizar por sí sola. Desde el origen tuvo un carácter de clase al poner como uno de sus principales objetivos el dar educación a hijos de obreros y campesinos. Este instituto fue fundado sin decreto oficial, es decir, sin algún documento donde se especifiquen los derechos y obligaciones que tiene cada parte de la comunidad dentro de la institución, lo que ahora conocemos como "Ley Orgánica". Fue hasta un año después (Feb-1937) que se constituyó este documento por medio de una ceremonia oficial. Todo esto logrado a través de la lucha de los estudiantes que exigieron respuestas ante problemáticas dentro de sus escuelas, donde se encontraban distintas contradicciones al no tener una base sólida que diera a conocer diversas responsabilidades. 

 

En 1942 se desarrolla la primera Huelga dentro del IPN, momento en el que surge la FNET (Federación Nacional de Estudiantes Técnicos) debido al intento de desprestigiar al Instituto de forma legal, eliminando lo Profesional de la Educación Tecnológica reformando artículos de la Ley Orgánica.  La FNET actúa en sus inicios de forma representativa y legítima creando un pliego petitorio en donde existían tres puntos muy claros: 1) educación profesional, 2) una Ley Orgánica que realmente velara por los intereses de los estudiantes en un marco jurídico y 3) que la SEP sea la encargada  de realizar los títulos  oficiales a nivel superior. Desde ese momento se reflejaba la situación  del país  en el Instituto, la pelea y gran disputa entre las autoridades y los estudiantes, o la capa activista presente dentro de las diversas escuelas, dieron pie a que las autoridades decidieran infiltrar y cooptar a elementos con sus mismos intereses personales como respuesta a lo organizados eran los compañeros de aquél entonces. 

Cabe resaltar que las vocacionales en estos tiempos fueron de las escuelas más  activas por encontrarse en zonas "pesadas", aunado al ánimo apasionado de los estudiantes de estas escuelas que tenían el espíritu de politécnicos a flor de piel. Habría que agregar que los compañeros de las vocacionales no tienen tantos prejuicios acerca de la lucha y esto le da pie a seguir apoyando los distintos movimientos sociales en su trayectoria.

 

Para 1956 la agitación dentro del Politécnico comienza a crecer con un trasfondo económico, motivo por el cual los estudiantes se organizaron con el objetivo de exigir una educación de calidad y gratuita. Fue una de las más grandes movilizaciones, ya que más de 100 mil estudiantes se declaran en huelga en toda la nación, contando con el apoyo en 23 estados, en donde las comunidades estudiantiles lucharon de igual manera por soluciones a distintas problemáticas propias de sus regiones. Para que este movimiento fuera fructífero se requirió de una verdadera disciplina y compañeros  formados  políticamente, el resultado fue positivo ya que los objetivos e ideales de lucha eran generales en toda la comunidad estudiantil dentro del Instituto. En ese momento, los estudiantes de las vocacionales demuestran que sus ideales les permiten defender la Institución, alcanzando niveles de madurez y conciencia mayores a los que socialmente se planteaban.

 

Era de esperarse una represión posterior a la huelga y esto se ve reflejado en la detención de los dirigentes de la FNET, Nicandro Mendoza y Mariano Molino, quienes fueron acusados de "disolución social" y llevados a Lecumberri. Esto abrió una oportunidad muy grande a las autoridades para infiltrar  gente del PRI dentro de la Federación. La situación se presta para generar un "porrismo" dentro de las escuelas, que únicamente tenía el objetivo de corromper a los compañeros  organizados y actuar como grupo de choque, amedrentando a diversas movilizaciones para desprestigiar la lucha social. La FNET trabajaba ahora en conjunto con el Estado, era una especie de sindicato de estudiantes charro con un ala de golpeadores, que sería el embrión del porrismo como se conoció después de 1968.

 

Tan conocido y lamentado es el 2 de octubre de 1968, en donde la  lucha inició contra la represión y amedrentación a los estudiantes, que con mucho valor se movilizaron en protesta contra la violencia y abuso por parte del cuerpo de granaderos dentro de la vocacional 5, después de que los porros de Vocacionales 2 y 5 tuvieran diferencias en la Ciudadela con el grupo porril de la escuela Isaac Ochotorena (incorporada a la UNAM). El cuerpo de granaderos golpeo a estudiantes y profesores que nada tenían que ver con los porros y el movimiento estalló, extendiendose a las principales universidades del país, enarboló un pliego petitorio con demandas políticas que exigían en esencia libertades democráticas. Esta lucha, aunque se extendió al mes de diciembre, tuvo su golpe de gracia con la masacre a los asistentes a una inmensa manifestación el día mencionado. Es real el papel de las vocacionales en todas las luchas del Politécnico  y entristece decir que éstas, junto con las preparatorias tuvieron más presencia en esas marchas, que otras escuelas de distintos niveles. Podemos observar que la represión del Estado hacia la lucha en esta etapa de la historia se da de forma cínica, tan cínica como el daño que le hacen al país sus reformas que no llevan a nada, más  que a un beneficio particular para empresarios y el mismo gobierno.

 

Como consecuencia de la gran lucha de masas de 1968, hay un desarrollo de la conciencia entre los estudiantes del politécnico, se destruye la vieja FNET ya completamente corrompida y controlada, se toman la iniciativa de crear comités de lucha en todas las escuelas, los cuales en más de una ocasión fueron agredidos por los grupos porriles que se fomentaron por parte del Estado en esos centros educativos justamente para oponerse a la nueva organización estudiantil.

 

Otro acontecimiento  fue el conocido "Halconazo"  que se llevó a cabo el 10 de junio de 1971, donde se reprime de igual  forma que en el 68, a estudiantes que luchaban por la democratización de la educación, y que esta misma representara el 12% del PIB, se apoyaba la lucha de los estudiantes de Nuevo León, así mismo, buscaban libertad política  para obreros, campesinos y estudiantes.

 

Los grupos porriles realmente dan mucho de qué hablar, han sido la contra de la lucha democrática dentro de la educación, desprestigiando, reprimiendo, deslegitimando, amedrentando y desmovilizando a cualquier clase de lucha con ideales políticos honestos. Además es por todos conocido que estos grupos reciben remuneración económica, pues como se comentó anteriormente, la FNET queda en manos del PRI después de encarcelar a sus dirigentes de forma injusta. Por esto mismo en 1987, diez escuelas superiores debilitan el porrismo con una militante huelga, mientras que en el nivel medio superior no se logra erradicarlo aunque se lograron quitar locales que grupos como la FNET y ODET tenían dentro de las instalaciones politécnicas.

 

En las vocacionales se han dado a lo largo de los años infinidad de luchas de los activistas y comunidad estudiantil en contra del porrismo, un ejemplo muy significativo fue el de la vocacional número 7, que animado por la lucha de la UNAM en huelga, saca a los porros primero del turno de la tarde en 1999 y luego del de la mañana en el 2000. Si bien lograron conseguir un cubículo y una firme organización estudiantil, que pese a sus errores podría ser ejemplo para las vocacionales el día de hoy, el no generar cuadros con vinculación a la base hizo que cuando egresara la generación que dio la lucha el espacio estudiantil y la organización se vinieran abajo.

 

En el 2005 la RIEMS (Reforma Integral de Educación  Media Superior), al igual que el movimiento del año pasado, aprueba nuevos planes y programas de estudio sin consultarlo con la comunidad, estos planes degradan el nivel de la educación profesional, y obviamente tienen el objetivo de incrementar empleos de bajo nivel, sometiendo a los estudiantes a seguir estereotipos sociales capitalistas y famosas "cadenas de vida" que generan la asimilación fácil  del sistema dentro de la sociedad.

 

En 2014, como acabamos de mencionar, sucede algo similar, la imposición de un reglamento y planes y programas de estudios degradantes  para el politécnico da como resultado que nosotros los estudiantes reaccionemos de forma alarmante llamando a paro; dicho paro reivindicaba tres consignas: 1) No a los planes y programas de Estudio, 2) No a la imposición  del Reglamento y 3) Fuera la Directora General del IPN (Yoloxochitl Bustamante Diez), quien ahora ya es ex directora de la institución. El movimiento incluyó dentro de su pliego petitorio un incremento sustancial para la educación superior. Principalmente las vocacionales fueron las escuelas con mayor presencia numérica en las marchas, distinguiéndose por la gran  pasión y espíritu revolucionario de nosotros los jóvenes, además de la acumulación de coraje debido a la reactivación del porrismo después de las grandes movilizaciones que se realizaron (como la del 24 de septiembre donde salió a marchar prácticamente todo el IPN, protestando contra la corrupción y la imposición). En este movimiento ganamos acuerdos de los cuales aún no se han visto resultados por parte de las autoridades, ganamos un Congreso Nacional Politécnico, pero también  la autoridad ha respondido con represión y reactivación  de grupos porriles dentro de las escuelas, justo como lo hicieron después de 1968.

 

Como podemos ver, las vocacionales han estado presentes en cada uno de los movimientos del Politécnico, ya que son constituidas por jóvenes sin prejuicios dispuestos a combatir por sus derechos, pese a que los quieran reprimir la lucha sigue, y si llegó fue para no irse de esta Institución y mantenerse activa gracias  a los estudiantes combatientes que son los que día a día le dan vida. Pero no basta heroísmo y espíritu de sacrificio, necesitamos una organización seria, con un programa claro a favor de los hijos de los trabajadores, la defensa de la educación pública y una sociedad mejor. Esta organización debe ser capaz de vincularse a la base estudiantil y a la lucha de los trabajadores y generar los cuadros necesarios para que las futuras generaciones continúen con las tareas que aun queden pendientes.