Negras tormentas en el panorama económico en México

Escrito por: 

Ubaldo Oropeza

images_42.jpgEn los últimos días la turbulencia económica mundial ha golpeado duramente la economía mexicana. Las voces de alarma no se han hecho esperar, tan solo en los primeros días de la semana del 23 al 28 de agosto, la  bolsa de valores ha caído 6.38 puntos porcentuales, el peso ha llegado a un máximo histórico de los 17.50 pesos por dólar y el petróleo se vende a 33 dólares el barril.  Todo esto, ante la ineptitud de este gobierno corrupto, anuncia en el panorama una crisis profunda y prolongada.

 
La economía se tambalea
 
Ante la turbulencia e inestabilidad internacional, la burguesía mexicana y su gobierno no tienen una alternativa viable, ante sus ojos está cayendo rápidamente el precio del petróleo, la devaluación del peso frente al dólar está llegando a niveles históricos nunca antes presenciados, se ha reducido por tercera ocasión las perspectivas de crecimiento para este año –y es seguro que al siguiente mes las reduzcan aún más-, el aumento del precio de las mercancías comienzas a sentirse en los bolsillos ya golpeados de los trabajadores, el aumento de la tasa de interés de la deuda pública ha aumentado –por lo menos en la parte que está tasada en dólares- , aumento de la tasa de interés que se ha hablado en los últimos días, etc.
 
Ante todas estas cosas la reacción del gobierno no solo ha sido ineficiente sino torpe. En un primer momento EPN dijo que la devaluación del peso frente al dólar nos era benéfica pues las exportaciones se incrementaran y su competitividad en el extranjero sería mejor que la de otros países. En realidad esto es cierto para ciertos grupos: quienes están ganando con esta devaluación, principalmente, son los sectores del automóvil y el eléctrico que son los de mayor cantidad de exportación. Es decir los que se benefician son una ínfima minoría, ya no digamos de la población, sino de capitalistas. 
 
Estos comentarios de Peña se pueden entender de dos maneras: Que la devaluación del peso no se quiere frenar por parte del gobierno o que no tiene ni la menor idea de cómo frenar la devaluación y entonces cínicamente se declara incompetente de hacer algo para detenerla. 
 
El gobierno central ha sacado a subasta 200 millones de dólares de las reservas nacionales intentando con esto detener la caída vertiginosa, sin embargo la demanda fue de 638 MDD, mostrando más bien su incapacidad para frenar la devaluación. En el año el peso acumuló un 26 %  de perdida frente al dólar. Por supuesto que esto no va a detener la caída, pero el gobierno simplemente es inútil ante lo que sucede en el exterior. La razón es que toda la política económica de los últimos 30 años ha sido desmantelar la industria nacional y regalar las materias primas a empresas privadas de dueños extranjeros y nacionales, cortándole con esto la posibilidad al país para ser mínimamente independiente de los vaivenes internacionales.
 
Con respecto a la caída de la demanda de petróleo y la disminución dramática del precio del barril mexicano, la respuesta del gobierno ha sido la de contratar un nuevo seguro que garantiza los 49 dólares por barril. Aun así, manteniendo este precio, si la demanda internacional no se incrementa, la cantidad de barriles diarios vendidos seguirá cayendo, ahora se exportan 2.3 millones barriles diarios cuando en año pasado la media era de 2.56 millones. Hasta febrero de este año las divisas petroleras se habían contraído un 47% respecto del año anterior
 
Además con la Contra-Reforma energética se pierde toda posibilidad de que el dinero por la venta del petróleo nacional se pueda utilizar como un aliciente para refrescar la economía y potenciar el gasto social de educación, empleo, salud o vivienda para los trabajadores. Ahora ese dinero irá a parar a las bolsas de las empresas privadas, y el estado apenas percibirá el 20% de las ganancias de estas empresas. Absurda esta reforma por donde se le quiera ver, por lo que solo ha sido impulsada por aquellos ricos que tienen negocios con grandes petroleras internacionales, gobernantes que cuando terminen su mandado serán asesores de la Shell, Texaco, etc. O por estúpidos que no pueden ver más allá de los 2 o 3 millones de pesos que se embolsaron en el parlamento como premio por su voto.
 
Las causas externas: el factor China
 
Uno de los factores de mayor inestabilidad en la situación económica mundial es lo que está sucediendo en China, el gigante asiático ha estremecido a todas las bolsas de valores del mundo en las últimas semanas. En el llamado lunes negro la bolsa china cayó 8% arrastrando a prácticamente todo el mercado mundial especulativo. Estos terremotos en la bolsa china no es más que un reflejo de las contradicciones en la economía real, su economía está cayendo dramáticamente, algunos dicen que su PIB de este año apenas alcanzará un incremento del 4 -5%  con respecto a años pasados que crecía a un 11% anual, lo que representa un descalabro brutal.
 
China se ha convertido en los últimos años en la segunda economía más importante del mundo, sin embargo, lejos de tener un mercado interno solido sobre el que se base su crecimiento, utilizó las exportaciones como palanca de su desarrollo teniendo un éxito tremendo mientras duró. Prácticamente todos los mercados internacionales están invadidos de productos chinos. El problema de este modelo de exportación, es que cuando en los diferentes países se para el consumo, invariablemente vas a tener una cantidad ingente de mercancías que no se consumirán en tu territorio. La crisis que comenzó en 2008 y que repercutió, primero en EEUU y después en el resto del mundo, ha significado perder mercado de consumo en EEUU y Europa.
 
Aunque a partir del 2012 China trató de impulsar el consumo interno a partir de modificar su régimen de crédito y permitir que esto le diera cierto aire, la producción es tan grande que éstas medidas no pueden hacer que el mercado chino consuma todo lo que produce. Se padece una crisis clásica de sobreproducción la cual tiene sus repercusiones en el sector especulativo a nivel internacional.
 
El deterioro de la economía asiática más importante también ha traído otras consecuencias, ha dejado de comprar materias primas a países que en los años recientes basaban su desarrollo en la exportación a China, por ejemplo Brasil y Argentina. A nivel general, el freno de la locomotora china ha ocasionado que caigan los presión de las materias primas y el petróleo. El problema es que este es el inicio de una crisis en China, no el final, y está amenazando en revolcar a todo el mundo en una siguiente crisis mundial.
 
Los conflictos políticos en Medio Oriente también alicientes para crisis internacional
 
El recién acuerdo firmado entre los EEUU con Irán sobre su industria nuclear está teniendo una repercusión directa en la caída de los precios del petróleo y lo tendrán aún más. El imperialismo Americano está firmando este acuerdo para reforzar su poder militar de frente al Estado Islámico y en general en toda la región. El problema fundamental es que hay quienes no están de acuerdo con esto, uno de ellos es Arabia Saudí, acérrimo enemigo de Irán.
 
Una de las medidas que ha adoptado Arabia Saudí  -uno de los mayores productores de petróleo del mundo- con respecto al descenso del precio del petróleo, no ha sido disminuir su producción sino mantener constante su oferta de 10.1 millones diarios. Esto ha empujado una reducción de precios  afectando de forma directa a las empresas petroleras americanas que extraen petróleo a partir de la ruptura hidráulica (Fracking). Este método de extracción es bastante costoso y para que sea rentable el precio por barril tiene que estar arriba de los 70 dólares. La política saudí ha representado un duro golpe para parte de la oligarquía norteamericana. Arabia Saudí ha utilizado sus grandes reservas petroleras para hacer sentir su inconformidad a EEUU con respecto al acuerdo con Irán.
 
Esto no acaba aquí, con el referido acuerdo a Irán, se le quita el embargo que habían impuesto los americanos con respecto al petróleo iraní. En los próximos meses cientos de miles de barriles entrarán al mercado haciendo caer más el precio; hay quienes dicen que llegará a un mínimo histórico de 22 dólares por barril. 
 
En un momento determinado diferentes países petroleros podrán acordar reducir la oferta para ajustar los precios a la alza pero incluso esto no es garantía de su recuperación, esto pasa por tener mercados que produzcan, que consuman,  y esto al borde de una crisis no se ve que pueda cambiar bruscamente.
 
La situación griega
 
Otro de los factores que está empujando un desequilibrio financiero internacional es la situación en Grecia, justo antes del referéndum que celebro Tsipras llamando a votar NO a los planes de ajuste, muchos pensaban que el país heleno saldría de la zona euro, poniendo sobre la mesa una posible desintegración de la eurozona. Es cierto que con la traición de los reformistas, particularmente de Tsipras, este proceso se congeló por el momento. Esto no quiere decir que esto ha terminado, en realidad el nuevo rescate solo está dando un tiempo  para el desenlace trágico de la crisis europea. 
 
Nosotros habíamos explicado que no era posible hacer que economías que tiran hacia lados opuestos se pudieran unificar. Esto fue posible, durante cierto tiempo, sobre un periodo de boom económico. Actualmente, Europa no se ha podido recuperar de la crisis economía del 2008, todas sus economías están en proceso de desaceleración, el crecimiento de los diferentes países lo muestran claramente. El crecimiento general de Europa anual al segundo trimestre del 2015 apenas llega a 1.2%. En momentos de crisis, como el actual, surgirán todas las contradicciones del bloque europeo y este será imposible de mantener a mediano plazo.
 
La salida de Grecia de la zona euro, que invariablemente  sucederá, llevará a otros países con los mismos problemas de deuda impagable a tomar la misma salida: abandonar o ser expulsados, tomando el camino de una moneda débil para que sus exportaciones puedan ser competitivas en el mercado mundial.
 
El fortalecimiento del Dólar
 
Todos los fenómenos económicos antes comentados han hecho que capitales de los diferentes países salgan y se inviertan, particularmente en el sector especulativo y bancario en los EEUU. Como consecuencia, tenemos un fortalecimiento de la moneda estadounidense frente a la debilidad de las demás monedas o las devaluaciones competitivas que se están dando, por ejemplo en la moneda china que perdió casi 2% frente al dólar.
 
Es cierto que en EEUU se ha estado hablando de una recuperación económica, sin embargo está es muy débil, no  se basa en el incremento de su capacidad industrial sino en la explotación de la mano de obra. Esto ha dado nueva confianza a los sectores especulativos. 
 
Otro factor que apuntalaba el dólar fuerte es el posible aumento de la tasa de interés en medio punto porcentual. Algunos analistas han comentado que, por la situación internacional, particularmente la devaluación del Yuan, esto se ha parado por el momento. Un aumento en la tasa de interés atraería aún más capitales extranjeros, sin embargo  la contra parte de esto es el encarecimiento de las mercancías estadounidenses en los diferentes mercados que consumen estas, es decir representa una disminución de las exportaciones gringas.
 
La economía mexicana a la orilla de un abismo 
 
Lo hemos mencionado antes, la política del gobierno en los últimos 30 años ha sido bajo la lógica de deshacerse de toda industria nacional entregándola a privados para que estos hagan sendas fortunas. El país se ha convertido en una fábrica de millonarios. La revista Forbers reportaba en los años 80 a solo un mexicano en la lista de los más ricos a nivel mundial, hoy hay al menos 30, todos ellos se han hecho ricos a costas de las privatizaciones que han impulsado los diferentes gobiernos neoliberales. 
 
La última de las grandes reformas, particularmente la petrolera, significo dar el golpe de gracia a cualquier tentativa de mantener una herramienta para hacer un contra peso a las fluctuaciones internacionales. El petróleo se utilizó como una palanca de desarrollo industrial y de desarrollo social en las décadas de los 50 y 60, ahora este camino está cerrado.
 
La política aplicada a cada una de estas empresas privatizadas es la misma, se le somete a recortes de financiamiento, regímenes fiscales asfixiantes, etc. Para agotar cualquier desarrollo de la empresa estatal. El segundo paso es demostrar en campañas de desprestigio la inoperancia de estas empresas que trabajan con pérdidas. La tercera y última fase es alinear a los diputados y senadores de los diferentes partidos del régimen para que voten, bajo simulación democrática, las nuevas leyes o “reformas” que, dicen siempre, van a beneficiar a la población.
 
El mismo camino ha seguido Pemex. Ahora mismo, a partir de la dramática disminución de la presión del petróleo a nivel internacional, y el régimen fiscal tan brutal, la empresa está funcionando con pérdidas. La salvación de Pemex sería la disminución los impuestos o incluso el refinanciamiento por parte del estado, pero para el gobierno es mejor privatizar, regalar las ganancias petroleras  a las empresas privadas. Pemex entrega el 70% de todos sus ingresos al Estado en concepto de impuestos, la empresa privada solo tendrá que entregar el 20% de sus ganancias.
 
Es cierto que los precios del barril del petróleo y la cantidad de barriles vendidos están sufriendo por la baja demanda internacional –producto de la baja en la producción industrial en los diferentes países- y los sectores ya comentados más arriba.  Pero llama la atención la respuesta del gobierno para hacer frente a esta situación. La Secretaria de Hacienda ha contratado un nuevo seguro petrolero para que independientemente de las fluctuaciones se garantice que el precio por barril sea de 49 dólares por barril. No se dice nada sobre la caída de los barriles diarios vendidos –De eso nada cubre el seguro. Lo demás es seguir ofreciendo el petróleo nacional a empresas petroleras privadas, tratando de hacer más atractiva la inversión bajando los requisitos fiscales y concesiones.
 
Si el Estado ha perdido toda fuente de financiación ¿de dónde saldrá para pagar el funcionamiento regular de todo el aparato burocrático y represivo? La respuesta son los impuestos que pagan los pobres de este país. Se habla que este año ha subido la recaudación de impuestos en un 22.9%. Para lograr esto los pequeños negocios tiene que entrar a un régimen fiscal como si fuera una gran empresa, se termina con los beneficios de pequeña empresa, se quiere que la economía informal se vuelva formal pagando lo que ya no se obtendrá con la venta del petroleo.
 
Además de esto tenemos la disminución del gasto estatal destinado al sector social: educación, salud y vivienda. Ahora está sobre la mesa la discusión del presupuesto para el 2016. Por primera vez se va a presupuestar sobre base cero –todo dinero que el estado dé, tiene que estar presupuestado y justificado de antemano para que pueda darse- Este tipo de organización financiera se maneja en la empresa privada para eliminar gastos obsoletos y maximizar recursos. 
 
Cabría preguntarnos si el estado debería de operar como una empresa privada. Bajo esta lógica el presupuesto para educación, seguridad social y vivienda popular es innecesario, entonces hay que recortar el gasto a estos rubros. Pero no son los únicos sectores que van a sufrir con esta política económica, también los burócratas estatales se verán afectados económicamente, incluso despedidos. 
 
El estado tendrá que exprimir los bolsillos de los trabajadores- -ya muy golpeados-, exprimir a las capas medias, recortar gasto social y endeudarnos para seguir funcionando de forma regular.
 
La inflación amenaza con dispararse 
 
La devaluación del peso frente al dólar, en el último año ha significado una pérdida del 26%. Para Peña Nieto esta caída representa una buena oportunidad para poder estimular aún más las exportaciones, particularmente los sectores automotriz y eléctrico. Es cierto que con el peso bajo se puede ser más competitivo pero en todo caso solo es la burguesía exportadora quien se ve beneficiado.
 
Por el contrario los trabajadores y las amas de casa, que ven como el salario  no les alcanza para satisfacer las necesidades mínimas se tienen joder. Una cantidad muy importante de productos de primera necesidad –particularmente los de limpieza, ropa, zapatos, aseo del hogar y alimentos lácteos o envasados-  son importados. El aumento del precio del dólar los vuelve más caros y las empresas que compran esos productos y los revenden no van a amortizar las perdidas, reajustarán los precios de los productos y al final quien paga más son los trabajadores.
 
Las diferentes cámaras empresariales han dicho que no pueden sostener más el aumento necesario de los productos, es decir que un proceso de inflación, en algunos ramos descontrolada, podrá sacudir fuertemente el nivel de consumo familiar afectado de forma directa los niveles de vida de la clase obrera.
 
Como lo hemos mencionado arriba, frente a esto el gobierno simplemente ha sacado al mercado más de 600 millones de dólares en este año, para que la oferta sea más que la demanda y así hacer caer el precio del billete verde. El problema es que esto no ha servido para nada, el gobierno ha perdido reservas monetarias y el dólar se mantiene por encima de los 17 pesos por unidad. Sí bien esto se debe a lo explicado anteriormente en el mundo entero y varias monedas están siendo afectadas, el gobierno debería de fijar los precios de productos básicos para evitar hambre en los hogares de menos recursos. Sin embargo esto no se llevará adelante pues la lógica gubernamental tira justo al lado contrario.
 
La devaluación tiene otro efecto, todas las deudas en dólares se han incrementado rápidamente en los últimos días hasta en un 30%, dentro de estas se contabiliza  parte de la deuda pública que está fijada en moneda norteamericana. 
 
La perspectiva
 
El panorama general no es muy halagüeño, el gobierno no está comprometido con el pueblo sino con las empresas privadas nacionales o extranjeras. Lo irónico del asunto es que no puede ni siquiera responder bien a esos intereses, particularmente es estúpido el actuar de EPN a todos los niveles. En el rango económico no es la excepción.
 
Al parecer las finanzas públicas son arrastradas en el rio turbulento de una posible recesión internacional, sin que se sea capaz de tomar una medida mínimamente digna para hacer frente a esta debacle. 
 
Lo único que saben es mentir, sus cifras macroeconómicas las utilizan como maquillaje para ocultar el verdadero desastre interno que se extiende a todos los niveles de la vida corriente, en lo político, social, económico, cultural, etc. No podemos esperar que este gobierno pueda resolver algo con respecto  a la situación económica mundial ni nacional, esto es lo más relevante en la ecuación. 
 
Los últimos acontecimientos internacionales, particularmente en China, hacen ver que una nueva crisis económica a nivel internacional amenaza con arrastrar a México. Nuestra lucha tendría que ser por echar a este gobierno, pero esto no se logra solo por simple deseo. Esto pasa por la organización de un frente único de todas las fuerzas de izquierda revolucionaria y progresista afinando un pliego petitorio único para que en la lucha se manifieste en una gran movilización nacional para terminar con este lastre que amenaza arrastrar a la barbarie a nuestra clase.

Fecha: 

4 de septiembre de 2015

Nacional: