Las detenciones de los narcos y la estrategia del gobierno federal

Escrito por: 

Nicolás Cienfuegos

narco_2.jpgLa detención del líder de los caballeros templarios La Tuta  reafirmó lo que hemos mencionado desde hace algunos años, el gobierno federal no está decidido a dar una batalla frontal contra el crimen organizado, este problema social fue usado por el gobierno de Calderón para legitimar su gobierno costándole al país más de 121 mil muertes. 

 
Ahora el gobierno de Peña en vez de enfrentar el problema ha usado el conflicto para tratar de sacar intereses políticos de esta situación, después de la detención  de La Tuta se montó un gran circo en los principales medios de comunicación, lo cual sirvió en ese momento para desviar la atención de la salida de Murillo Karam, procurador de la república, sin dar una explicación clara sobre el caso Ayotzinapa ―entendiendo que nadie cree la versión oficial― y además el hecho es usado como material político antes de las elecciones al adjudicarse la detención. Nada más falso, en realidad son a las autodefensas a quien debemos felicitar por esta captura, de no levantarse en armas jamás hubiera estado en primer plano La Tuta y el problema del crimen organizado,  la táctica del gobierno era y es callar a los medios de comunicación,  mágicamente los primeros meses de gobierno de Peña se dejó de hablar de la violencia y el crimen organizado en el país. Fue hasta el surgimiento de las autodefensas cuando el gobierno federal decidió intervenir, en una primera instancia no para terminar con el narco, sino para calmar el estallido social, increíble pero cierto, en dos ocasiones las autodefensas indicaron donde se encontraba La Tuta para que la policía federal procedería a detenerlo, sin embargo no lo hicieron argumentando que podía existir “daño colateral”, en esos momentos se corría el rumor que el comisionado Alfredo Castillo se  había reunido con La Tuta, esto fue negado por el gobierno federal, sin embargo no pudieron ocultar se reunió con otros grupos criminales (particularmente con el lugarteniente del Cártel de los Valencia1) , es decir la táctica del gobierno federal durante la campaña de las autodefensas fue negociar con grupos criminales,  para que se introdujeran en la policía rural y combatir a las autodefensas que no se alinearan con el gobierno o que tuvieran ideas más políticas.  Lo que hace pensar sin lugar a dudas que la detención de La Tuta fue completamente pactada.  La captura está lejos de resolver el problema de la violencia y el narcotráfico, de hecho la delincuencia en Michoacán continuará con otros carteles  “La Línea Nueva”, “Los Viagras” y “El H3”2.
 
La detención del Z-42 también es usada por el gobierno a través de su medio oficial, Televisa, como campaña de aprobación del gobierno y a las instituciones que están en una crisis de credibilidad por amplias capas de la población mexicana. Televisa difundió un video donde el capo es transportado en un avión de la policía federal, muy similar a lo hecho días antes con el video de La Tuta, donde está platicando con su hermano sobre como lo “sorprendió el gobierno federal”, como si fuese una telenovela. 
 
Al parecer la táctica del gobierno es pactar con los nuevos grupos que tengan un perfil más bajo que sean discretos, es decir permitir el negocio siempre y cuando no se genere mucho “ruido”, y donde el gobierno pueda tener el control,  La Tuta era un elemento nocivo para el régimen en estas circunstancias así como el Z-40.   Sin embargo el narco y el crimen organizado no es como el de hace unas décadas  donde el PRI los podía controlar, esta situación se puede salir rápidamente de control al régimen, pues el narco está infiltrado en todo el aparato gubernamental y empresarial, incluso en la televisora más importante del país, recordemos  que uno de sus reporteros estrella tenia negociaciones con La Tuta. 
 
El gobierno no puede enfrentar de forma directa al crimen organizado, pues eso significaría en primera instancia ir contra  el PRI y la mayoría de sus gobiernos estatales y municipales los cuales tienen tratos y negocios con el crimen organizado, como se reveló en Michoacán y Tamaulipas. Pero la razón principal es que tendría que combatir a muchos empresarios y banqueros, en marzo de este año se reveló que la delincuencia organizada en México lava dinero en Estados Unidos por 29 mil millones de dólares al año  y “31 mil millones de dólares de origen desconocido salieron de México en los primeros dos años del actual gobierno”3,  “México  ocupa el tercer lugar en materia de salida de dinero ilícito, detrás de China y Rusia”4.  Es uno de los negocios más “rentables en México”, a costa de la muerte de miles y de violencia en todo el territorio nacional, tan solo La Tuta y su grupo generaba ganancias por aproximadamente 4 mil millones de dólares al año con venta de droga, extorsiones y su asociación con los chinos para “el saqueo” de minerales de la zona.5 Es claro que la secretaria de hacienda junto con gobernación podría rastrear todo este dinero, pero no lo hace y  no lo hará.  Si de verdad se quiere terminar con el problema una primera medida sería eliminar el secreto bancario, poder ver los libros de los bancos que son unos de los grandes beneficiados como en cualquier negocio, es decir terminar con el negocio desde los grandes capos, los banqueros. 
 
La crisis económica que vive nuestro país desde hace años, es el caldo de cultivo para que prolifere el crimen organizado. La falta de oportunidades, de empleo, son factores que favorecen esta situación  y, en su mayoría, estos factores son causados por las políticas de los  banqueros y grandes empresarios. Es un círculo vicioso. 
Para finalizar tenemos que decir que es imposible hablar de un triunfo tras la detención de  La Tuta o el Z-40 cuando en el gobierno de  Peña, hay más de 39 mil muertos relacionados con el crimen organizado, México nunca había estado tan violento como ahora durante estos últimos dos sexenios. 
 

Fecha: 

23 de marzo de 2015

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