UNAM: 15 años de historia, 15 años de lucha. De la huelga al día de hoy

Escrito por: 

Karen Lozada FES Acatlán
k1_0.jpgEl siguiente artículo se escribe con la finalidad de intentar hacer una recapitulación de la reciente historia de nuestra Universidad y del papel desempeñado en el último periodo en la lucha por una educación pública, gratuita y de calidad.
 
Si bien han existido movimientos histórico dentro de la UNAM en este artículo únicamente se abordarán los últimos 15 años, iniciando con la huelga más larga que se ha dado en una universidad pública y terminando con un breve balance de la realidad nacional.
 
Los noventas y la huelga de la UNAM
 
En la década de los noventas la implementación del modelo neoliberal entra de lleno en las políticas mexicanas, siendo la mayor expresión de esta cuestión la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte expedido por Carlos Salinas de Gortari,  además del paulatino cambio de estudios en el terreno educativo, el cual cada vez estaba más encaminado hacia un modelo empresarial y técnico.
 
Es bajo este contexto que surge a finales de los noventas uno de los mayores movimientos estudiantiles hasta ahora vividos en México: la huelga en la UNAM.
 
Escribir acerca de la huelga de la UNAM es más que hacer una reseña de los hechos, es analizar los métodos que utilizó, la efectividad de los mismos y la lucha en defensa de la educación pública, es en lo general hacer un análisis de la relación cronológica con las razones de fondo que llevaron a la realización de cada uno de los actos y de las decisiones tomadas por el Consejo General de Huelga.
 
El reglamente General de Pagos (“El plan Barnés”)
 
k2_0.pngEn febrero de 1999 se plantea de manera oficial la discusión de la Modificación al Reglamento General de Pagos  (RGP) de la UNAM, propuesta planteada por el entonces rector  Francisco Barnés de Castro, a partir de esta propuesta en donde el pago de cuotas por inscripción, inicio de semestres y otros servicios universitarios se harían obligatorias es que inicia un fuerte pero incipiente movimiento estudiantil en rechazo del mismo, sin embargo no es hasta el 15 de marzo de 1999 (fechas en que se aprueba el RGP en el Instituto de Cardiología) el momento en el que el movimiento comienza a articularse y a dar forma a las estructuras del mismo, así como a iniciar una serie de acciones encaminadas a la derogación del Reglamento.
 
En el mes de marzo se vivieron una serie de paros parciales en gran parte de la Universidad en contra del RGP y por el diálogo resolutivo de las demandas, pero la decisión de irse a una Huelga como último recurso ante la negativa de las autoridades de responder a las demandas estudiantiles no es sino hasta el mes de abril, en donde por diversos recursos cada una de las Facultades y escuelas de la UNAM decide irse a la huelga, ejemplo de ello es la Facultad de Derecho en donde se realizó una consulta a favor o en contra de un paro indefinido. 
 
Aunque la huelga estaba anunciada para el 20 de abril, en algunas escuelas la efervescencia era muchísima, particularmente en las preparatorias y CCH’s el ambiente era explosivo. Un accidente, la agresión a un activista de la prepa 2 hizo que algunos CCH’s y prepas estallarán el 15 y 16. Al final con una mayoría absoluta todos los recintos de la UNAM deciden irse a huelga el 20 de abril de 1999, siendo este mismo día cuando se conforma de manera oficial el Consejo General de Huelga.
 
Consejo General de Huelga
 
A raíz de la decisión de iniciar la huelga se eligen representantes de cada escuela que participan en las constantes asambleas del CGH y con ello dan rumbo y lineamientos al movimiento formado, en un inicio el CGH tuvo mayoría del antiguo Consejo Estudiantil Universitario (CEU), siendo así que el ala moderada tuvo a su favor en un primer inicio al movimiento, sin embargo conforme los meses avanzaban y el diálogo cada vez se veía más complicado hubo un avance del ala radical, con lo cual se desplazó totalmente al CEU histórico y grupos ultraizquierdistas tomaron una posición mayoritaria en el CGH.
 
k3_0.jpgDentro del mismo movimiento existía tal polarización que en cada reunión del CGH era necesario la división entre posturas para evitar enfrentamientos que agotaran a la asamblea. Principalmente la diferencia existente era la postura respecto al diálogo con las autoridades, mientras una sostenía que era necesario entablar el diálogo y en algunas cuestiones (un punto o dos del pliego petitorio) ceder, otra postura sostenía firmemente que el diálogo tendría que ser bajo las únicas consideraciones que marcara el CGH ante las autoridades y ante la resolución de los 6 puntos que proponía el CGH, siendo el principal de estos mismos  “la Abrogación del Reglamento General de Pagos y anulación de todo tipo de cobros por inscripción, trámites, servicios, equipo y materiales”.
 
Tal polarización dio cabida a que en un momento crítico de la huelga, cuando las guardias estaban debilitadas y el movimiento cansado y desmovilizado las autoridades en una mesa de diálogo rompieran con el desgastado CGH y dieran cabida a la toma de las instalaciones universitarias por parte de la fuerza pública, toma que se efectuó en un primer momento en la Escuela Nacional Preparatoria 3 “Justo Sierra” el 1 de febrero en donde mediante provocaciones los estudiantes se vieron envueltos en enfrentamientos con grupos porriles y en donde dicho conflicto terminó con intervención de la Policía Federal Preventiva, la toma del plantel y un saldo de 245 detenidos. 
 
Posteriormente, el día 6 por la madrugada, en este clima de represión el CGH seguía deliberando hacia donde seguir el movimiento después de esta primer detención, es en una de las plenarias del CGH en el Auditorio “Che Guevara” de la Facultad de Filosofía y Letras en donde irrumpe la PFP, sumando a los detenidos iniciales otros 747 estudiantes, producto de la toma de las instalaciones de la FFyL y posteriormente de CU, con la toma del casco universitario los demás planteles fueron tomados por la policía a lo largo del día y con esto terminó de forma violenta con la huelga
 
Balance de la huelga
 
El movimiento estudiantil de 1999-2000 ciertamente ha sido uno de los mayores de las últimas décadas, ya que además de generar vínculos con el movimiento obrero generó unión entre las demás universidades públicas del país, el mejor ejemplo de esto último es la realización de paros en el IPN en apoyo a la UNAM y en defensa de la educación pública.
 
Ciertamente es necesario el plantear que si bien fue un movimiento con un gran potencial que logró defender la educación para todos no se vio exento de vicios que jugaron un papel desgastante y paralizante del mismo movimiento, particularmente si existe una crítica a la huelga de la UNAM es una crítica en pro de construir y erradicar los errores del pasado, particularmente es hacia los métodos ultraizquierdistas y las posturas sectarias que se vieron presentes dentro del mismo CGH, el paro indefinido planteo un alejamiento de los estudiantes promedio de las instalaciones dejando en manos de los activistas las decisiones de la lucha. Este alejamiento de los activistas con la comunidad sigue existiendo hasta hoy en día.
 
Sin embargo, algunas cuestiones son innegables, gracias a esta huelga de más de 9 meses es que hoy en día la UNAM sigue estando abierta para la población, la UNAM sigue siendo pública y este hecho es de por sí solo un logro, la defensa de la educación pública y el acceso para los que no tienen para pagar cuotas, si tuviésemos que describir el movimiento de la UNAM en una frase sería una frase colgada en la Facultad de Ciencias “cerramos hoy para que siempre siga abierta”.
 
Después de la huelga y hasta hoy
 
k4_0.jpgEl movimiento desarrollado en la UNAM después del levantamiento de huelga ciertamente sufrió golpes severos, tanto por el desgaste de los estudiantes como por los métodos utilizados durante la huelga, desencadenando así una serie de luchas locales por demandas inmediatas en cada una de las escuelas de la institución.
 
Si bien existieron momentos en los que la oleada del movimiento de los trabajadores golpeaba a los estudiantes y los hacía reaccionar, ciertamente eran oleadas momentáneas que disminuían al pasar cierta coyuntura.
 
Una de ellas fue en 2006, en donde a raíz del fraude orquestado por la burguesía nacional se desató un movimiento de masas, movimiento que impregnó a los estudiantes de la Universidad, los cuales se organizaron en torno a comités en defensa del voto, nuevamente el clima político inundaba las aulas y los auditorios. 
 
Otros ejemplos claro son en 2007 y 2008, cuando se quisieron aprobar la Ley ISSSTE y la apertura al capital privado de PEMEX respectivamente, el movimiento estudiantil respondió y salió a las calles junto con los trabajadores y el pueblo mexicano.
 
Sin embargo, pese al apoyo brindado por los estudiantes, el problema se centraba en que solamente fungía como un movimiento coyuntural sin una organización previa ni una estructura definida, no es hasta el 2012 que inician ciertos estallidos (o intentos) por dar cimientos al movimiento en la UNAM, con la irrupción del #Yosoy132 una nueva capa de activistas inicia su participación política dentro de las universidades, provocando una total renovación entre los activistas y la entrada de ideas nuevas, frescas y novedosas al movimiento estudiantil.
 
En 2013, las bases que dieron inicio un año antes maduraron, pero aún no mostraban la fuerza que se tenía como movimiento (puesto que aún ni siquiera existía de manera sólida), si bien existieron fuertes movilizaciones en contra de la Reforma Educativa y paros en solidaridad con la CNTE en múltiples facultades, preparatorias y CCH'S el movimiento estudiantil no trascendió, avanzó pero se detuvo, quedando estático y a la expectativa.
 
k5.jpgEl panorama que se presenta éste año es totalmente diferente al vivido en el último periodo, por un lado se presentó el movimiento más grande vivido en el IPN, por otro lado se vive la desaparición de 43 normalistas y los constantes ataques a la educación pública y por el otro el hartazgo de la sociedad en lo general; el contexto por el que atravesamos ciertamente tiene un carácter de fondo que aún es difícil vislumbrar en el movimiento de los trabajadores, sin embargo bastante se ha escrito de la semejanza del movimiento estudiantil con el del 68, en la juventud se manifiesta un malestar social que está a punto de estallar.
 
La UNAM, no es ajena a los acontecimientos que se viven, a raíz de los últimos acontecimientos en donde un estudiante recibe un balazo de un elemento de la PGJDF y en donde aproximadamente 500 granaderos irrumpen Ciudad Universitaria el movimiento que se ha desarrollado va a dar un nuevo giro, ya inició por el IPN, se magnificó por Ayotzinapa, tras tres jornadas de lucha intensa la pregunta es ¿qué sigue? 
 
Entrada de la Policía Federal a Ciudad Universitaria el 15 de noviembre del 2014
 
Sigue la consolidación del movimiento estudiantil en la UNAM y en el resto de las universidades públicas. Una frase que se reivindica en cada marcha del último periodo es ¿Por quién hablará mi espíritu si están matando a mi raza?, es deber de cada estudiante no dejar que muera el espíritu para que siga viviendo la raza.
 
 
 Referencias 
EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL CGH EN LA UNAM (1999-2000). Lucha de tendencias y defensa de la universidad pública. Nahúm Pérez Monroy
http://www.laizquierdasocialista.org/node/818 (A 10 años de la huelga de la UNAM. Adrián Alvarado) Consultado el 17 de noviembre 2014
 

Fecha: 

9 de diciembre de2014

Nacional: