Raíces del malestar general en la sociedad capitalista y la ola de suicidios en Campeche

Escrito por: 

Víctor Hernández
images_7.jpgEs en las mañanas, cuando se toma el camión, el metro, el colectivo o se conduce hacia el trabajo, cuando los gestos y los rostros que tiene la gente se hacen más evidentes y denuncian un malestar general. El año pasado fuimos el estado con más suicidios, llegando a 79.  El problema no encuentra solución, la cuenta de suicidios va por 69 personas al finalizar Septiembre. Problemas como éste, encuentran eco en los países de América Latina, e inclusive, en los países europeos. ¿Cuáles son las raíces de éste problema? ¿Qué malestar se está expresando en la cultura contemporánea? 
 
En la sociedad capitalista contemporánea, donde todo está controlado y la privacidad se ha reducido al mínimo posible, han transformado las libertades individuales a nada más que un mito. Y esta es solo una de muchas otras consecuencias que el capitalismo ha traído, y que ahora se expresan inevitablemente en todos los países: la compra-venta de persona como antítesis al amor y la amistad, la violencia irracional, las angustias generalizadas, el dominio salvaje del cálculo egoísta, el aplastamiento de arte y la cultura. 
 
La teoría que escribe Karl Marx sobre la alineación nos puede servir para intentar entender de dónde surge éste malestar en la cultura. En los “Manuscritos económicos y filosóficos de 1844” describe Marx, una serie de procesos por los cuales el ser humano pierde aquello que nos caracteriza como especie, y los somete a las actividades de producción capitalista. Se manifiesta en 3 puntos importantes y muy claros en la sociedad actual: la pérdida de lo humano, ruptura total del vínculo entre proceso creativo y producto, y la autonomía de estos productos. 
 
Encontramos los resultados de éste proceso en la actividad laboral de cada individuo. El trabajo dejó de ser una actividad libre, creadora y satisfactoria, donde el trabajador se reconocía en los productos derivados de su proceso creativo, y pasó a ser una actividad coaccionada y disciplinada. El trabajo humano en la sociedad mercantil capitalista se transforma en la pérdida de lo humano, pues el trabajo es la actividad vital que nos caracteriza como especie.  
 
En la obra El Capital, tomo 1, se hace una comparación entre la mejor abeja y el peor maestro albañil, en el trabajo de construir celdillas de un panal. Dice Marx: “lo que aventaja al maestro albañil, es que ha modelado la celdilla en su cabeza antes de construirla en la cera. (…) Al consumarse el proceso de trabajo surge un resultado que antes del comienzo de aquél ya existía en la imaginación del obrero, o sea, idealmente”. De aquí se deduce que es la capacidad de idear libremente, de crear, que la existencia de un vínculo entre el creador y el producto, es lo que nos hace humanos y diferentes a cualquier otra especie. 
 
En Campeche, se cumplen 85 años del PRI, y la opresión existe como una bota sobre nuestras cabezas que nadie quiere reconocer, pero sabemos que existe. La reciente ola de suicidios no es más que la expresión de un malestar general, provocado por la opresión política y cultural. La vida de cada persona en el estado se ha reducido al mínimo posible, a tal grado, que la ruptura de una relación, o un mal día en el trabajo, se convierten en detonantes que terminan en el suicidio. Esto es la alienación, vil y cruel.  
 
¡Fin a la dictadura priista en Campeche! 
 
¡Fin al sistema de opresión capitalista!

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