El pasado 1 de octubre, en el marco de la conmemoración de la cruel matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, tuvimos la charla pública sobre las luchas estudiantiles que sucedieron en un ámbito no sólo nacional, sino internacional, con demandas democráticas en un periodo, no de crisis, sino de auge capitalista, con una clase obrera fortalecida y consciente de sus derechos.

En México la respuesta del gobierno fue la represión, el gobierno no toleró que los jóvenes se expresaran, más allá de las denuncias oficiales sobre la posible infiltración de comunistas de la Unión Soviética en México, el gobierno tuvo miedo de que el movimiento revolucionario contagiara a la clase trabajadora y popular y se desatara una revolución de masas que derrumbara el régimen, por ello, la reacción del gobierno fue brutal.

1968 fue un año en el que el movimiento que sacudió la Checoslovaquia estalinista fue una lucha muy importante de los trabajadores por deshacer el control burocrático y dar pasos hacia una verdadera democracia obrera; en mayo del 68 se recuerda la mayor huelga general de la historia moderna de la humanidad, los trabajadores franceses salieron a las calles de forma impresionante y paralizaron prácticamente todo el país, se tomaron fábricas, se controlaron precios, etcétera.

También tuvimos el importante movimiento revolucionario en Francia, que tras las protestas juveniles, la clase obrera entró en acción poniendo en jaque al gobierno y al sistema capitalista en aquel país.

En México el movimiento estudiantil se contagió de estos sucesos y salió a la lucha por demandas democráticas que incluían a varios sectores de la población, como lo son: amas de casa, maestros, obreros, jóvenes, etc.

La brutalidad con la que se reprimió, no solamente al movimiento estudiantil, sino a las anteriores luchas obreras, magisteriales y estudiantiles en el interior de la República, los unía en una sola lucha, y en una sola demanda: ¡muerte al régimen opresor!

Es importante conocer el pliego petitorio de los estudiantes:

1. Libertad a los presos políticos
2. Destitución de los Generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea, así como el teniente coronel Armando Frías
3. Extinción del cuerpo de granaderos
4. Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal (delito de disolución social)
5. Indemnización a las familias de los muertos y a los heridos víctimas de las agresiones en los actos represivos iniciados desde el viernes 26 de julio
6. Deslinde de responsabilidades de los actos de represión y vandalismo realizado por las autoridades a través de la policía, los granaderos y el ejército

No eran demandas meramente educativas, se luchaba por la despenalización de la protesta, se luchaba por una mayor apertura democrática y porque finalizara el régimen opresor, autoritario. Se luchó por una transformación democrática. A la vanguardia de la lucha se encontraron sectores de la población muy combativos: los hijos de los trabajadores que por primera vez lograban recibir una educación superior, los trabajadores que exigían democracia sindical y la clase popular que pedía mejores condiciones sociales, pero que desafortunadamente, no tuvieron la oportunidad de unirse en una sola lucha, bajo una misma bandera en contra del sistema capitalista.

Como jóvenes y más aún como universitarios tenemos que aprender estas lecciones, ya que las demandas del 68 no se cumplieron y hoy más que nunca debemos continuar la luchar y resistir.

Es por eso que se realizará cotidianamente el Círculo Marxista Universitario en la Fes Acatlán, como una herramienta de análisis y de lucha para la presente generación.

“Las injusticias y ruindades que sufren los jóvenes y estudiantes no son más que una gota de agua en el océano de la opresión del pueblo.” V.I. Lenin