Sin ideología no hay izquierda

Escrito por: 

Saulo Aguilar Bernés, Formación Política Morena Chetumal

Publicamos a continuación un artículos enviado por el Responsable de Formación Política de Morena Chetumal, en el se hace un llamado a los militantes de Morena a profundizar en el estudio de marxismo, como una herramienta de análisis y de transformación de la sociedad. Te invitamos a enviar tus colaboraciones al Comité de Redacción, escribiendo a laizquierdasocialista.org@gmail.com

Morena debe buscar generar consciencia revolucionaria, primero entre su dirigencia y después entre la base. Esta es la única manera en la que podremos ver “el cambio verdadero” que tanto pregonamos y que no es otra cosa que un cambio radical en los medios de producción para socializarlos y ponerlos al servicio de la clase obrera. Sin una dirigencia definida política y filosóficamente como marxista jamás lograremos avanzar como una fuerza revolucionaria que proponga algo distinto a los partidos que se hacen llamar de “izquierda” sólo como estrategia de venta aunque, en realidad, sigan siendo el sustento de la falacia que representa la democracia burguesa. Para ello tenemos que regresar a la formación política marxista y no sólo repetir el gastado discurso “anti priísta” que lo mismo queda en boca de un panista defendiendo a su partido a toda costa que a la de un perredista diciendo que el PRD está tomando el camino del “diálogo”.

Es por eso que una de nuestras principales metas es formar una base consciente, autocrítica y revolucionaria y esto sólo se logra mediante el marxismo-leninismo. Querer decirle a la base que aquí vamos a construir un México mejor sólo cambiando de color el partido del gobierno en turno, es perpetuar la gran mentira de la política mexicana. Los actuales partidos no han demostrado más que ser secuaces del gran capital nacional y extranjero para que estos grandes capitalistas los apoyen en su misión de lograr el poder para poner las leyes a favor de éstos. Es triste saber que tanto en México como en muchos países del mundo, un banquero o un gran empresario decidirá quién es aquel que gobernará su país sólo para darle a éste todas las ventajas que la ley permita, para seguirse haciendo más y más rico a costa de la explotación de la clase obrera.

¿Cómo vamos a lograr contrarrestar todo esto? Únicamente con ideología. No cualquier ideología sino una ideología revolucionaria. Para que ésta pueda permear correctamente nuestro movimiento no sólo hay que llenarse la boca de la palabra revolución sino también propagarla con el ejemplo. La militancia (empezando por la dirigencia en cualquier ámbito) debe estar formada políticamente para ser una vanguardia que pueda orientar a los demás y no sólo unos burócratas que quieran creerse militantes por el hecho de pagar una cuota y colocar su nombre en un papel. En Morena debemos poner ante todo lo ideales y no dejar atrás la camaradería ni la ideología pues lo que buscamos cuando hablamos de un “cambio verdadero” debe ir más allá del juego burgués y representar una verdadera amenaza al sistema capitalista que genera desigualdad social y económica privilegiando a unos y dejando en la miseria a otros.

Morena debe representar el cambio del que tanto presume y para ello se enfrentará a un enemigo terrible que es más devastador que los intentos de la derecha por aplastarnos: el reformismo de los “militantes de cartón”. Esos que creen que por trabajar ya se merecen el más alto de los puestos que existan, esos que por ser activos sienten que todos les deben algo, esos que sienten que llenar papeles con nombres representa un acto revolucionario, esos que sin tener ideología revolucionaria están viviendo de la palabra revolucionaria, esos que se jactan del compañerismo cuando les conviene, esos que sólo trabajan pensando en una recompensa individual y no en el futuro del movimiento. Morena no debe ser una agencia de colocación para cargos públicos. Aquí trabajamos todos para el bien de todos, algunos más, algunos menos, pues no todos pueden poner el mismo tiempo, pero cada esfuerzo es valioso y vale tanto como el de cualquier compañero. Entendiendo esto, reivindicaremos el concepto marxista “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad.”

Combatamos el reformismo con la propagación de la ideología marxista revolucionaria y demos el giro de 180 grados que de verdad planeamos dar en Morena. No olvidemos que la revolución es un proceso largo y que muchos querrán introducirse en nuestro movimiento-partido buscando sus fines personales o buscando hacernos caer a los que estamos enfocados en nuestra meta. Pero si estamos bien conscientes ideológicamente y nos mantenemos unidos, nunca podrán derrotar nuestro avance en la organización del proletariado para la lucha contra el privilegio y la desigualdad. Nosotros debemos ser la vanguardia que tanta falta le ha hecho a los movimientos de izquierda modernos y para lograrlo hay que retomar el estudio del marxismo que no es obsoleto ni retrograda ni nada de eso que inventan los reaccionarios sino todo lo contrario; y hoy en día está más vigente que nunca. Sólo con la ideología revolucionaria y la práctica revolucionaria en armonía (parafraseando a Lenin) lograremos la revolución que los pueblos merecen.
 

Fecha: 

Agosto de 2013

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