El “nuevo” PRI y su significado histórico

Escrito por: 

Ubaldo Oropeza
 
El pasado 2 y 3 de marzo se reunieron más de 4 mil delegados de todo el país para celebrar la 21 asamblea nacional ordinaria del Revolucionario  Institucional. Esta  tenía  como objetivos el modificar los estatutos y principios de este partido para ponerse al día con respecto a las aspiraciones de la burguesía nacional y el imperialismo. Particularmente dos eran los temas centrales, el poder impulsar la reforma hacendaria lo que implica poder cobrar IVA a medicamentos y medicina y  la reforma energética, entregar la renta petrolera a empresas privadas nacionales y extranjeras.
 
Los nuevos viejos tiempos del PRI
 
Algunos ex priistas como Manuel Bartlett dijeron que la modificación a los estatutos del PRI para permitir la privatización del petróleo era una traición a ese partido, a su pasado y sus orígenes. Pero esto simplemente es retorica barata, acaso no fue el PRI quien impulso los llamados cambios estructurales para permitir todo el proceso de privatizaciones en los gobiernos de Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari. 
 
El PRI gobernó desde terminada la revolución mexicana –en primera instancia bajo las siglas del PNR (Partido Nacional Revolucionario), luego el PRM  (Partido de la Revolución Mexicana) y al final como PRI- y es obvio que a lo largo de más de 70 años se vivieran diferentes etapas que son las del desarrollo capitalista bajo la mano dura del partido prácticamente único, o más exactamente bajo el presidencialismo.
 
Así podemos ver como en un primero momento los “herederos de la revolución institucionalizada” lucharon para conformar un Estado capitalista –es decir explotador- atando de pies y manos a cualquier movimiento independiente de trabajadores, campesinos y estudiantes. Para esto  se organizaron o se retomaron iniciativas independientes del movimiento de base y se les institucionalizo, se les amarro al Estado por medio de prebendas a los dirigentes, dando concesiones a la masa del sector en cuestión y reprimiendo brutalmente a todos aquellos que no quisieran el nuevo control estatal de sindicatos, federaciones estudiantiles y ligas campesinas.
 
Esta es la razón por la cual la CTM (Confederación de Trabajadores de México), la CNC (Central Nacional Campesina) o las federaciones estudiantiles como la FEP (Federación de Estudiantes Politécnicos) eran dirigidas y por el partido que gobernaba, en este caso el PRI. Este “apoyo” era pagado con diputaciones, empleos, recursos, etc.
 
Este viejo PRI también vivió al interior el fermento del nacionalismo radical, particularmente  de su brazo militar surgieron figuras prominentes como lo fue Lázaro Cárdenas del Rió, un presidente valiente que se enfrento contra el imperialismo y nacionalizo el petróleo, ferrocarriles y llevo adelante el reparto agrario de más de 18 millones de hectáreas. 
 
Se puede decir que a ese antecedente del PRI es al que se reclama o remontan los priistas nacionalistas. Aquí tenemos que decir dos cosas importantes, el gobierno de  Cárdenas se repite, con sus variables nacionales, en prácticamente todo el continente latinoamericano: en Argentina, Perón;  Brasil, Getulio Vargas; en Bolivia,  Paz Estenssoro; en Guatemala; Jacobo Arbenz, por mencionar los más destacados.
 
Queremos decir con esto que el proceso que si vivió como el del general Cárdenas obedece más a condiciones generales de países atrasados que de un PRI “revolucionario” –aunque en realidadCárdenasasciende a la presidencia bajo las siglas del PNR y en el transcurso de su periodo presidencial cambia de nombre el PRM- o los antecesores del PRI. 
 
Las bases materiales de estos países que tienen estos llamados “gobiernos Populistas” son básicamente las mismas. Una incapacidad de la burguesía nacional para jugar un papel revolucionario y por está vía poder desarrollar su revolución democrático burguesa. En la época de la inclusión de las economías latinoamericanas a principios del siglo XVIII se vivía un proceso de desarrollo imperialista del capitalismo, esto implico que las inversiones de capital de las grandes potencias económicas crearon centros industriales fuertemente avanzados y con esto se vive un proceso de proletarización importante. 
 
Estas condiciones crean un proceso de desarrollo desigual y combinado donde vemos grandes extensiones de tierra en donde se utilizan métodos de explotación semi feudales o abiertamente esclavistas y por el otro, centros de desarrollo industrial bajo técnicas avanzadas capitalistas.  En el campo una burguesía nacional atrasada que no jugaba ningún papel en la toma de decisiones económicas o políticas y en las zonas industriales grandes firmas imperialistas que en realidad decidía sobre todos los aspectos del país.
 
Cuando los trabajadores se organizaron y llegaron a tener alguna fuerza y demandaron sus necesidades había un faltante en la ecuación,  no existía esa burguesía nacional que pudiera llevar adelante el desarrollo del país, era necesario que los trabajadores se pudieran al frente y resolvieran estas tareas y no quedarse ahí sino perfilar su lucha al socialismo. Como esto no se pudo hacer por falta de una dirección, este hueco se cubrió por el nacionalismo radical que se instauro en las academias militares.
 
En nuestro país esto se izo incluso en contra de la misma burguesía nacional, es decir un gobierno como el de Cárdenas era empujado por la necesidad de crear una burguesía nacional y este se implanto y llevo adelante medidas que incluso la pequeña burguesía nacional no deseaba.
 
Es gracias a estas medidas  audaces, democrático burguesas,  y las circunstancias internacionales, por las cuales el país pudo vivir un desarrollo que se conoció como el “Milagro Mexicano” y por el cual se pudo gozar de una expansión del mercado interno, incremento de los niveles de vida de los trabajadores y desarrollar una infraestructura media que permitió un cierto nivel de bienestar en el país. Pero incluso en el mejor periodo de este dichoso milagro  no se termino la explotación ni la represión y todo por lo cual se caracteriza al PRI.
 
El llamado neoliberalismo y su caída del gobierno
 
Era de esperar que los sectores que se oponían al régimen presidencialista y lo que él representaba tuvieran que dar duras luchas. La insurgencia obrera de los 50, el movimiento estudiantil del 68 y 71, la insurgencia obrera de los 70, la lucha guerrillera,  el levantamiento zapatista, la huelga de la UNAM, etc. Todas estás experiencias sembraron el camino para terminar con el PRI, y esto se consigue en el año 2000 cuando fue derrotado por el otro partido de la oligarquía.
 
Previamente a su caída se tuvo que hacer serías modificaciones en el régimen de gobierno y esto implico directamente al PRI y sus “bases ideológicas”.  La introducción del llamado Neoliberalismo significo no solo la privatización de cientos de empresas estatales las cuales se remataron a capitales privados. También tuvo implicaciones en la organización y funciones del Estado.
 
El llamado presidencialismo se baso en una verborrea nacionalista sin que ello significara un regreso al nacionalismo radical cardenista, el PRI mantuvo arriba las insignias de la revolución pero en realidad todo esto lo hizo para mantener su hegemonía no solo como partido sino como clase, la de la burguesía.
 
En términos generales el PRI utilizo recursos estatales para financias al partido y mantener sus bloques de dominación sectorial. Una vez que el neoliberalismo se hegemoniza se tiene que revertir esto puesto que dentro de esta doctrina el Estado simplemente tiene que jugar el papel de administrador, por eso rematan empresas estatales y se tiene que dar marcha atrás en programas de asistencia social, y una de las tareas a mediano plazo era desmontar todas las victorias que habían conseguido los trabajadores.
 
El Estado, y por ende el partido, perdió recursos económicos y con esto poder de control. La CTM dejo de ser el gran sostén de los trabajadores porque se destruyeron cientos de contratos colectivos y donde se organizaba un nuevo sindicato la idea eran sindicatos blancos no charros. Se crearon fuertes organizaciones campesinas disidentes pero particularmente el papel del campesino, de por si subyugado, con la firma del TLC dejo de ser un factor como clase ya que prácticamente desapareció la actividad productiva, etc.
 
Todos estos cambios causaron un sisma en el interior del PRI que se manifestaron abiertamente previo a las elecciones del 88 cuando se forma una disidencia rescatando el sentido nacionalista del partido, el Frente Democrático Nacional encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas y que termino con la aparición del PRD. Si en un momento se puede decir que hubo una lucha para rescatar la historia –no tan gloriosa- fue en ese momento.
 
En el 2000 el PRI periodo las elecciones presidenciales por medio de una transición pacífica, el PAN asumió un gobierno que lo desgasto rápidamente y que hundió al país en un proceso de descomposición social política y económica.
 
Un nuevo PRI para viejas tareas
 
El hecho de que se fuera el PRI y llegara el PAN no fue, ni lo es ahora, una confirmación de la desbordante democracia que reina en nuestro país. La oligarquía y el imperialismo no han sacado las manos ni un minuto, todo lo contrario, cuando se les agota una carta simplemente se apoya en la otra. El regreso del PRI al gobierno no está significando más que  un incremento a los ataques para el pueblo trabajador y la juventud.
 
Aun antes de llegar se aprobó la reforma a la Ley Federal del Trabajo, este es uno de los golpes más duros a la clase obrera desde la época de la revolución; la Reforma Educativa que en realidad es una contra reforma laboral para los profesores; la reforma de telecomunicaciones que lo único que hace es ampliar el margen de inversión a los grandes capitalistas.
 
Pero el plato fuerte de este sexenio es la reforma energética y la hacendaria. Se puede decir que estas son la joya de la corona del gobierno de Peña Nieto. Para lograr esto han hecho un frente con todos los partidos para ir en “unidad” contra nuestros intereses. También están invirtiendo en su campaña contra el hambre para contener, con migajas, algunos sectores vulnerables, y no dudarán ni un minuto en aplicar la represión para lograr sus objetivos.
 
La 21 asamblea que se reunió a principios de abril para modificar los estatutos del PRI y no tener algún “problema” de principios es simplemente demagogia, en realidad es una pantalla y aumentar la presión a los demás partidos para que no den pasos atrás en esta tarea que les ha encomendado el FMI.
 
Además de otra estos cambios estatutarios también se modifico algunos apartados para permitir que el presidente Peña pueda estar en los órganos de dirección del Revolucionario Institucional, esto va en la lógica de actuar como un solo hombre para servir a los intereses de la oligarquía y el gran capital. Este es el nuevo PRI que ha llegado a cumplir con sus viejas tareas.
 

 

 

Fecha: 

Abril de 2013

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