Por una solución definitiva al SME

Escrito por: 

M. Olvera

El artículo intenta ser un punto de referencia para las próximas discusiones, siempre partiendo de mi humilde opinión y no dejando el artículo como algo acabado y absoluto, sino más bien, todo lo contrario. Las recientes noticias nos afirman los acercamientos  entre el Sindicato Mexicano de electricistas (SME) y el gobierno federal para establecer mesas de trabajo que  intenten dar solución al conflicto del SME.  (véase “La jornada” 11/04/13 p.23) Es por ello que tenemos que hacer un análisis en retrospectiva para sacar las conclusiones más avanzadas. 
 
Después de 3 años 6 meses de intensa y digna lucha, el SME tiene que hacer un nuevo balance que lo proyecte hacia la mejor toma de decisiones. Lo acontecido el 30 de enero donde la SCJN decidió revocarnos el amparo, el cual restituía nuestros derechos como trabajadores, debe ser punto de partida para entender el carácter clasista del Estado y en particular del gobierno de Enrique Peña Nieto. No podemos por ningún motivo bajar la guardia y obviar los intereses adquiridos por parte de la actual administración. De hacerlo podríamos estar cayendo en un pozo sin final, donde primero  se dan visos de querer resolver y después se arrebata las ilusiones de lo ya conquistado (justo como pasó con el amparo revocado en el mes de enero).  
 
Para no caer de nuevo en el galimatías de promesas que no se cumplen,  de minutas traicionadas, de amparos revocados, hay que entender que la anterior y la actual administración obedecen a intereses de las burguesías nacionales e internacionales y por ende su margen de maniobra para negociar o conceder se encuentra limitada. No es fortuito el golpe al SME, se sabe que es un sindicato que se reivindica nacionalista, democrático y a favor de los derechos de los trabajadores, reivindicaciones que se confrontan con las intentonas neoliberales de los actuales gobiernos. Es en este contexto que se presenta las mesas de negociaciones y donde todos vamos a decidir el futuro de éste. 
 
El llamado a las mesas de trabajo se presenta bajo el siguiente contexto: una reforma laboral aprobada, un cuestionamiento importante de la presente administración, un pacto que simula unidad, una reforma educativa que tiene a miles de maestros en las calles, una campaña contra el hambre que no quita el hambre, las intentonas de pasar una reforma energética que termine de privatizar el petróleo y la electricidad,  la reforma fiscal que intenta gravar con I.V.A a medicinas y alimentos, una población que se arma para la autodefensa y  las problemáticas heredadas de la antigua administración.  Todo ello generando  expresiones de descontento que se pueden tornar como peligros para la gobernabilidad del actual gobierno de Peña Nieto.  Es en ese sentido que la mejor estrategia que  puede adoptar el SME,  para que no le hagan las mismas chicanadas de antes, es la siguiente: encontrar puntos de apoyo con los demás sectores movilizados, para encontrar en las mesas una mayor correlación de fuerzas que le permitan doblegar al propio gobierno. O sea confiar en nuestras propias fuerzas y las del pueblo organizado y no confiar en la “caridad” del enemigo que sólo ofrece migajas. 
 
Si bien existen alternativas jurídicas nacionales como internacionales a las que hay que asistir, no podemos dejar la lucha a la simple estrategia jurídica, porque ya es sabido por nuestra propia experiencia, que estas opciones se tornan  manipulables a través de agentes externos que mandan sobre dichas opciones.
 
En paralelo a la búsqueda de punto de apoyo con el verdadero aliado y la estrategia legal, el SME debe hacer un examen de reflexión que le permita ir a la mesas de trabajo con la mayor unidad. No podemos bajo ninguna circunstancia dividir nuestras propias fuerzas, sería un error fatal. Sin embargo, yo soy un firme creyente de que la unidad es un proceso de construcción y no de decreto, es por ello que siempre se debe privilegiar el dialogo, la discusión fraterna y el análisis objetivo,  puntos que se tornan nodales en la construcción de unidad. El SME se debe entenderse como un conjunto, donde participamos todos; su dirección y sus bases con una relación dialéctica, donde unos determinan a los otros, en ese sentido todos los análisis caben. 
 
Por último, el SME tiene de frente una decisión histórica, que no puede ser dejada a la sola decisión del comité central, sino que a través de los mecanismos estatutarios participemos todos en la construcción de la  mejor decisión. Si las mesas se tornan reales, hay que ir con la mayor unidad y conciencia para arrebatarles nuestro trabajo del cual fuimos despojados y no olvidar dentro de estas mismas mesas, la condición de nuestro compañero preso político Eulises.
 
 
¡¡¡¡¡PORQUE LA VICTORIA SE  CONSTRUYE Y SE ARREBATA!!!!
¡¡¡¡¡¡¡LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS!!!!!!!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡VIVA LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA!!!!!!!!!!!
¡¡¡¡¡¡VIVVA EL SME, POR UNA SOLUCIÓN FINAL!!!!!!!!!!!!
 
 
 

 

Fecha: 

Abril de 2013

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