La jornada de lucha europea del 14 de noviembre y la crisis del capitalismo

Escrito por: 

Jorge Martín

La huelga general en España contra las políticas de austeridad del gobierno de derechas de Mariano Rajoy (Partido Popular) fue un éxito de seguimiento y se saldó con manifestaciones multitudinarias en todas las grandes ciudades.

La paralización fue total en la gran industria, el transporte público, el comercio mayorista, la recogida de basura, la educación y la sanidad, y significativa en la administración pública y otros sectores. De manera muy vistosa y llamativa, decenas de miles de trabajadores y jóvenes se encuadraron en los piquetes de huelga que recorrieron las calles y polígonos industriales de las grandes ciudades en la noche del 13 al 14 y durante todo el día 14. Los centros de las grandes ciudades estaban tomados por los activistas de la clase obrera y de manera significativa también de la juventud.

Las manifestaciones, que en la mayoría de ciudades se celebraron por la tarde, fueron de nuevo masivas, en algunos casos históricas. Los sindicatos cifran la participación en Madrid en un millón y en Barcelona también en 1 millón. En ambos casos los manifestantes colapsaron el recorrido entero antes de la hora prevista de inicio. Otras ciudades también fueron el escenario de manifestaciones enormes: 70.000 en Mallorca (y otras 10.000 en Maó, 5000 a Eivissa i 2500 a Ciutadella), 150.000 en Sevilla, 150.000 en Málaga y un número parecido en Granada, 45.000 en Córdoba,  180.000 en Vigo (y un total de medio millón en Galiza), 350.000 en Valencia, 50.000 en Castellón, 200.000 en Zaragoza, 30.000 en Tarragona, 200.000 en Murcia (y otras 35.000 en Cartagena), y un largo etc.

En el País Vasco el seguimiento de la huelga y la participación en las manifestaciones fue muy inferior debido a que los dos principales sindicatos nacionalistas (LAB y ELA) no convocaban.

La actuación de la policía fue brutal en algunos casos contra piquetes sindicales y manifestaciones. En Múrcia, Málaga, Granada, Madrid, Barcelona, se podrujeron cargas y detenidos. En Tarragona un joven de trece años tuvo que recibir atención quirúrgica después de ser golpeado en la cabeza por los antidisturbios.

La convocatoria de huelga general de 24h el 14N es el resultado de la acumulación de presión por abajo a la que finalemente los dirigentes sindicales se vieron obligados a dar cauce. La huelga general del 29 de marzo de este año, contra la reforma laboral del gobierno del PP fue también masiva en su seguimiento, y sin embargo no logró cambiar el rumbo de la política del gobierno. En los meses siguientes la política de austeridad, recortes y ataques a los servicios públicos y los derechos de la clase trabajadora se profundizó. La llegada de la marcha minera a Madrid en el mes de Julio canalizó todo ese descontento en una enorme manifestación de cientos de miles de personas. Al día siguiente el gobierno anunció un nuevo paquete de recortes e inmediatamente los funcionarios públicos salieron a las calles y bloquearon las calles en un movimiento semi-espontáneo que obligó a los dirigentes sindicales a convocar las manifestaciones masivas del 19 de Julio.

El gobierno respondió a estas presentando unos duros presupuestos para el 2013 con nuevos y más brutales recortes.

La marcha a Madrid convocada por los sindicatos el 15 de Septiembre, aunque reunió a decenas de miles de activistas y delegados sindicales de todo el país, no tuvo, ni de lejos el tamaño de las protestas de Julio. Claramente, para muchos, un día más de manifestaciones no tenía sentido, particularmente porque no formaba parte de un plan sostenido de lucha.

La movilización del 25 de Septiembre para rodear el congreso de los diputados, en la que participaron decenas de miles, principalmente de jóvenes, y que contaba con el apoyo de más del 70% de la población, reflejó el enorme ambiente de descontento social que se estaba acumulando. Finalmente, los dirigentes sindicales se vieron obligados a convocar la tan exigida y esperada huelga general para el 14 de Noviembre.

La fecha se eligió para coincidir con la huelga general en Portugal para el mismo día, y fue luego respaldada por la Confederación Europea de Sindicatos que llamó a una jornada europea de lucha y solidaridad contra las políticas de austeridad.

Éste es un paso muy importante. Por primera vez vemos huelgas generales convocadas en más de un país simultáneamente. En Italia y Grecia los sindicatos convocaron huelgas parciales (de 4 y 3 horas respectivamente), mientras que en otros países se realizaban manifestaciones de protesta.

Hay una conciencia clara entre amplias capas de la población, sobre todo en los países más afectados por la crisis, de que esto no es algo que afecte a un país u otro de manera aislada, sino que es una crisis general del capitalismo europeo. Millones de personas siguen el desarrollo de la crisis en Grecia y se han dado cuenta de que las políticas de austeridad, además de ser dañinas para la clase trabajadora y destruir los servicios públicos, ni siquiera tienen el efecto de propiciar una recuperación de la economía. La contracción de la economía en Grecia ya alcanza el 23% en los últimos 5 años y no tiene visos de detenerse.

A más austeridad, más se contrae el consumo privado, se paraliza la economía, el estado recauda menos por impuestos, aumenta el déficit y para paliarlo se incrementan los recortes, en una espiral descendente que no parece tener fin.

El FMI pronostica este año una contracción de la economía de la Unión Europea (UE) del 0,4%. Los países más afectados son los del sur de Europa. España se contraerá un 1,5%, Italia un 2,3%, Portugal un 3%, Chipre un 1,3% y Grecia un 5,2%. Sólo el PBI de la economía griega habrá retrocedido cerca de un 20% en 5 años. Pero, incluso, economías aparentemente más fuertes como la del Reino Unido también se contraerán un 0,6%. Y Alemania y Francia quedarán prácticamente estancadas con crecimientos de su PBI del 0,9% y del 0,1%, respectivamente.

El nivel de desempleo alcanza el 11,4% en la UE, con registros del 25,1% en España, 24,4% en Grecia y 16% en Portugal. En estos tres países el desempleo juvenil rebasa el 50%

Todo esto está teniendo importante efectos en la conciencia de millones de trabajadores y jóvenes. Existe un cuestionamiento creciente de aquellos gobiernos y partidos que aplican las políticas de austeridad (ya sean “socialdemócratas” o de derechas) y un crecimiento, en diferente grado en diferentes países, de aquellos partidos que se presentan como más consecuentes en su oposición a estas políticas, a la izquierda de la socialdemocracia. Así la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA), que tiene su origen en un sector del movimiento comunista en Grecia, ha pasado en apenas 2 años del 4.5% al 30% de los votos, siendo ahora el primer partido de la clase obrera y prácticamente el primer partido del país.

Más allá del crecimiento de alternativas de izquierdas, hay un fermento generalizado de cuestionamiento del sistema capitalista y de todas sus instituciones (los partidos políticos, los bancos y los ricos, el parlamento, la justicia, etc).

La huelga general en España fue precedida por el suicidio de una Amaia Egaña, una mujer de 53 años en la localidad obrera de Barakaldo en Bilbao, que se tiró por la ventana de su vivienda, en un cuarto piso, el día en que iba a ser desahuciada por impago de la hipoteca. En lo que va de crisis en España se han producido más de 350.000 desahucios (510 cada día), en los que los bancos se quedan con las casas de las familias que no pueden pagar sus hipotecas (muchas de ellas contraídas en condiciones de engaño y con clausulas abusivas en el punto álgido de la burbuja inmobiliaria). Al mismo tiempo, los mismos bancos reciben miles de millones de euros de dinero público en concepto de “rescate” y amasan entre sus activos cientos de miles de viviendas nuevas vacías que los promotores inmobiliarios en quiebra nunca pudieron vender. Éste es un ejemplo sangrante de la anarquía del sistema capitalista que condena a millones a la inactividad mientras hay necesidades sociales acuciantes que atender.

Las manifestaciones que cerraron la huelga general dieron a la clase obrera una sensación de fuerza, un sentimiento de entusiasmo que se reflejó en la consigna de “sí se puede”. Pero al día siguiente el gobierno continúa con su política. La pregunta es ¿ahora qué? Los marxistas de Lucha de Clases han defendido la necesidad de dar continuidad a ésta lucha con un plan sostenido y creciente de movilización que tenga como objetivo tumbar al gobierno del PP.

Para eso es necesario construir también una fuerza política que dé respuesta a la pregunta central: ¿cuál es la alternativa a las políticas de austeridad? Dentro del marco del capitalismo no hay ninguna. Estas políticas vienen impuestas por la gravedad de la crisis del sistema. Hay que reconocer este hecho y plantearse claramente que la única solución pasa por la nacionalización de las grandes empresas y monopolios bajo control de los trabajadores para poder planificar la economía en beneficio de la mayoría de la población. Los debates de la Asamblea Federal de Izquierda Unida en Diciembre, deben de servir para eso, y los marxistas de Lucha de Clases defenderán en la misma éste punto de vista.
 

Fecha: 

15 de Noviembre de 2012

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