Congreso del Morena del distrito 8 (Cuauhtémoc-Azcapotzalco)

Escrito por: 

Carlos Márquez, delegado al congreso del distrito 8

La base debe seguir participando para construir una organización democrática y de lucha

En instalaciones del SME ubicadas en la delegación Azcapotzalco, se realizó el pasado 28 de octubre el congreso del Morena del Distrito 8 que abarca parte de la delegación Cuauhtémoc y parte de Azcapotzalco. Desde la mañana empezaron a registrarse los delegados y el congreso inició cuando ya había más de 200 compañeros registrados. Había una muy buena expectativa pues los presentes sabíamos que nos encontrábamos ante un evento histórico al decidir el futuro del Morena, organización que jugará un papel importante en las futuras luchas de nuestro pueblo por la transformación de la sociedad.

El congreso inició con la lectura de la carta de Andrés Manuel López Obrador a los delegados distritales a cargo de la compañera Amparo Cervantes de Morena Cultura. Posteriormente el compañero Eduardo Cervantes tomó por algunos minutos el micrófono explicando la importancia de ese congreso, lo que se decidiría en estos y el camino hacia el congreso nacional.

Se pasó a la elección de delegados para el congreso del DF y el nacional. Se decidió en reuniones previas elegir de forma separada por delegaciones a los delegados nacionales, correspondiendo 4 a Azcapotzalco y 5 a Cuauhtémoc. Hubo una docena de candidatos para la primera delegación y para la segunda 24, quienes tomaron la palabra por un minuto para exponer el por qué querían ser delegados. Nosotros tuvimos la posibilidad de participar y expusimos que era necesario tomar medidas concretas para hacer del Morena una organización democrática como la revocabilidad de cualquier dirigente por parte de la base, que ningún dirigente tenga un salario mayor al de un obrero y que el Morena debía representar los intereses de los trabajadores. Esas ideas fueron bien recibidas por la base.

El mecanismo que se usó para elegir a los delegados no fue el mejor, en teoría los delegados que deberían ir al congreso del DF y nacional tendrían que ser los 9 más votados por el congreso distrital pero hubo compañeros que no fueron electos delegados con más votos que otros que si serán. En este caso se quiso utilizar el criterio de equidad por regiones, pero en si mismo muestra las enormes limitantes de usar la estructura electoral y la división del IFE de secciones y distritos electorales cuando en muchísimo mejor usar una división sectorial, basándote en los comités de fabrica, escuela o colonia, haciendo congresos delegacionales y municipales y no distritales.

Otra limitante de este tipo de congreso fue que no permite la mejor participación de los compañeros que hicieron trabajo de forma sectorial, por ejemplo en un Morenaje o un Morena Trabajadores. Por supuesto que debe haber congresistas que representen y reflejen lo que ocurre en todas las regiones del país, pero todo apunta a que es mejor cambiar la estructura de Morena a que sea sectorial y no se encierre en la camisa de fuerza de la estructura electoral, además, porque no debería ser un partido que se centre única y exclusivamente en la lucha electoral.

La votación de delegados fue un poco caótica porque se hicieron filas para ir a votar lo cual generó cierta desorganización, pero esto no pasó a mayores. Después de esta elección se dieron participaciones de forma arbitraria para que igual cantidad de compañeros de ambas delegaciones pudieran argumentar a favor de si Morena debía convertirse en partido o no. Las participaciones de uno y otro lado eran por demás interesantes, me recuerdo en particular a una compañera de Azcapotzalco que decía que debíamos formar auténticos partidos de la izquierda y que Morena debía constituirse como uno, pero que también el SME estaba buscando construir su propio partido, diciendo que esto era correcto y que después debíamos unirnos los distintos partidos de la verdadera izquierda.

Los compañeros que argumentaban en contra de convertirlo en partido mostraban un claro temor a la burocratización de la organización como ha ocurrido con los actuales partidos existentes, pero quienes argumentaban a favor también se oponían a que se repitieran esos vicios. En realidad en las bases estamos de acuerdo en que necesitamos una organización nueva y sana que defienda nuestros intereses y desde mi punto de vista si Morena se convierte en partido existe un riesgo de burocratización, pero sino lo hace también existe ese riesgo. Lo que puede contrarrestar ese peligro es la participación de la base y su formación política, que son las mejores herramientas para controlar a los dirigentes y hacer frente a los arribistas.

El voto a favor de partido fue contundente, con 162 a favor, 46 en que se mantenga como asociación Civil y 2 votos Nulos.

Por un lado el congreso mostraba la participación honesta y entusiasta de la base, pero por otro se repetían prácticas como el acarreo, el bloqueo, las maniobras burocráticas, los acuerdos por arriba, etc. Me recuerdo a una compañera de Morenaje que fue candidata a delegada pero que sacó pocos votos, ella me decía que se sentía bien porque por ella había votado la gente que así lo quería y ella no había acarreado a nadie.

En algunos congresos de Morena estos métodos han llevado al borde de la ruptura o la ruptura de las reuniones, aquí no fue así, y podríamos decir que transcurrió sin esos choques visibles, sin embargo muchos compañeros de la base al ver que se repetían métodos burocráticos mostraban cierta desilusión y temor a que nuestra organización sea secuestrada y repita los vicios de los otros partidos políticos. Esto encierra un peligro, pues los compañeros mas sanos y honestos que quieren construir una verdadera herramienta de lucha, democrática, que ayude a transformar la sociedad, pueden ante la desilusión alegarse e incluso salirse del Morena. Eso dejaría las manos libres a los grupos burocráticos que fomentarían estos métodos y llevarían al Morena a la ruina.

Los distintos congresos del Morena demuestran que no por plantear en los estatutos la desaparición de los grupos y corrientes estas desaparecen. En estos grupos  podemos encontrar a elementos arribistas y gente que se unifica para conseguir cargos y recursos, pero también a compañeros que se agrupan de forma honesta y aspiran a un cambio del país. Lo que se requiere en Morena es romper definitivamente con los métodos burocráticos y reformistas, no podemos combatir métodos burocráticos con otros métodos burocráticos, estos solo generan desconfianza entre nosotros, nos alegan e impiden la cohesión. No podemos sustituir los debates y elecciones democráticas con acarreos y lucha de aparatos. Desgraciadamente vemos la reproducción de los vicios de la izquierda electoral en el Morena, pero esto no se eliminará sin nos alegamos y dejamos de participar, solo se podrán eliminar con una lucha consiente en su interior de quienes queremos hacer del Morena una organización de lucha a favor de los explotados y oprimidos del país.

¡Sigamos construyendo al Morena y luchando porque sea una herramienta democrática y de lucha por los intereses de los trabajadores y la juventud!

Fecha: 

Noviembre de 2012

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