El antiguo régimen autoritario del PRI no se sostuvo solamente con el sistema presidencial sino ante todo (y por encima de muchos) sostenido por una base social de apoyo, que no solamente legitimó al sistema, sino que fue utilizada en repetidas ocasiones como instrumento represor contra los opositores al todo poderoso “Señor Presidente”. El presente artículo presenta un pequeño recuento histórico de la construcción de la base social del priísmo, su base actual y la perspectiva para la Izquierda de lucha ante la actual coyuntura electoral.

La construcción histórica de la base social corporativa

El corporativismo como práctica de ordenamiento de una base social a favor de un determinado sector de la sociedad fue llevada a cabo por primera vez en la edad media, siendo la iglesia católica aquella que organizó a pequeños productores, campesinos, comerciantes y otros actores económicos mediante agrupaciones especializadas para cada uno (las cofradías son un ejemplo de ellos) pero bajo el control autoritario del aparato eclesiástico. Esta forma de organización fue abandonada bajo el ascenso de la burguesía al poder que desintegró dichas agrupaciones y dejo en pie solo una gran organización, el Estado Nacional Capitalista.

Pero tan pronto como la burguesía se encontró en un callejón sin salida dentro de su propio sistema recurrió nuevamente al ordenamiento corporativo para salvar su pellejo y continuar su dominación (aunque fuera parcial), solo que esta vez, bajo el mando de una casta aún más autoritaria y con formas de reprender aún más cruentas que las medievales, nos referimos al fascismo y al nazismo. Mussolini y Hitler revivieron el sistema corporativo en Italia y Alemania, con el objetivo de organizar una base social de masas bajo mando y así poder liquidar al movimiento obrero en favor de los intereses de la burguesía. La organización en grandes agrupaciones para obreros, campesinos, la pequeña burguesía y la burguesía fue característica de ambos fenómenos políticos.  

El corporativismo fue fruto de una derrota historia de la clase obrera o en su caso de traiciones abiertas de las direcciones sindicales o políticas, en el caso de Italia y Alemania el corporativismo se desarrollo después de una tremenda derrota, una vez desmoralizada y aniquilada la vanguardia se dio pie la organización de sindicatos o la cooptación de sindicalistas que pudiesen asegurar su apego total al Estado. En el caso mexicano más de que una derrota aplastante fue la falta de una dirección política clara, el entreguismo de la dirección del Partico Comunista Mexicano y el oportunismo de la tendencia nacionalista emanada de la revolución.

El priísmo, ante la incapacidad de la burguesía nacional de llevar a cabo las tareas fundamentales del desarrollo de los medios de producción y la democracia burguesa, optó por esta forma de organización para poder llevar a cabo un programa político que se concentró en desarrollar el aparato productivo y generar una burguesía nacional capaz de sostenerse en el poder por sí misma. La CTM (obrera), la CNC (campesina), la CNOP (pequeño burguesa) y las diferentes confederaciones empresariales auspiciadas por el priísmo son aquellas agrupaciones que dan cuenta del sistema corporativo implantado en el país.

Hay que decir que en cada una de las mencionadas organizaciones no existía una democracia interna ni mucho menos derechos para sus agremiados, sino todo lo opuesto, todo un control vertical directamente ligado al aparato político y al partido en el poder. Adicionalmente habría que mencionar al sector social utilizado como fuerza represora (y que continua siendo utilizada para estos fines), a saber, el lumpenproletariado. La teoría marxista define al lumpenproletariado como aquél sector de la sociedad que se encuentra por debajo del  proletariado, generalmente dependiente de actividades económicas extra legales como la delincuencia, carecen de una conciencia social, generalmente están a favor del sistema económico establecido y son utilizados en las fuerzas represoras estatales (en el caso mexicano los granaderos, judiciales y cuerpos paramilitares fueron ampliamente integrados por el lumpenproletariado).

La base actual del priísmo

El sistema corporativo no quedó completamente desintegrado después de la caída del PRI en el 2000, quedaron reminiscencias, aún observables en la continuidad de las organizaciones afiliadas a ese partido, sin embargo existió un cambio fundamental, la sociedad mexicana ya no se encuentra corporativizada en su totalidad, por lo que son necesarios instrumentos adicionales para generar apoyo hacia ese partido y su cara pública, esos recursos adicionales fueron los medios de comunicación, la propaganda de las encuestas y las prácticas clientelares de otorgar dinero y una cantidad, aún no contabilizada, de mercancías para apoyar a Peña Nieto.

La CTM, la CNC y la CNOP siguen siendo organizaciones más o menos grandes pero con la debilidad de ya no poder contener a cada uno de los sectores que controlaron en el pasado. La burguesía claramente se alineó con el PRI y su candidato ante la debacle producida por doce años de panismo en el gobierno. Un sector de lumpemproletariado se agrupó bajo las órdenes del priísmo, fueron aquellos que fueron utilizados para confrontar a las manifestaciones (como lo acontecido en el Estadio Azteca donde agredieron a integrantes del movimiento #YoSoy132) además de ser los operadores de despensas y diversos artículos a entregar en las colonias populares.

El sector atraído hacia el PRI por medio de los medios de comunicación y la compra del voto solo es una parte que no constituye una base firme que pueda sostener a un posible régimen priísta, dado que solo se caracterizan por su baja politización y su movilización solo se realiza mediante el otorgamiento de recursos, no por el compromiso ni convencimiento hacia la causa del sostenimiento del PRI en el poder.

Perspectiva de lucha contra la imposición

Una vez presentada la base social del PRI cabe preguntarse ¿cuál sería su posible actuación ante la imposición de Peña Nieto en la Presidencia?

•En el caso de la base corporativa esta seguramente solo será movilizada bajo la coacción y ante la amenaza de perder su empleo o represión, es necesario realizar una campaña llamando a luchar por una democratización de sus organizaciones y no ser usados como carne de cañón del PRI.
•Para la bases lumpenproletarias la perspectiva es que sean usadas como fuerza de choque del PRI, como en antaño, por lo que hay que tenerlas en consideración y de cualquier manera agitar para que se desprendan (la mayor cantidad posible) del control priísta.
•La burguesía continuará apostando por sostenerse con el PRI, no debe caber duda que necesitan de este partido ante la debacle del gobierno panista y la imposibilidad de poder sostenerse por sí mismos.

La juventud es ahora la vanguardia del movimiento contra la imposición, pero atendiendo a la Historia las y los jóvenes tienen que tener en mente que, de no extender el movimiento más allá del estudiantado, la imposición no podrá detenerse, es urgente ampliar y organizar la resistencia con la clase trabajadora y campesina del país, hacer un llamado a la unidad y a la lucha, ahí está la clave de la victoria.