Hace seis años se impuso al espurio de Felipe Calderón, un fraude lo llevó a la presidencia de la República, los poderes facticos lo avalaron, la iglesia y el ejército se cuadraron al ser investido como presidente de México.

Seis años han pasado de aquella imposición, en la que la voluntad del pueblo trabajador no se respeto, en las que las instituciones democráticas callaron todas las irregularidades, permitiendo el fraude solo demostraron su servilismo a la burguesía nacional e internacional.

El poder económico gesto el fraude con el que se le arrebató la presidencia a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sintieron que el suelo bajo sus pies se movía y no pensaron dos veces para hacer fraude.

Los resultados de aquella vil imposición han sido desastrosos para el pueblo trabajador y para sus familias. Nos hemos visto sumergidos en una brutal ola de violencia que ha dejado un saldo de más de 70 mil muertos, miles de desplazados, además de que se han violentado los derechos humanos de la población civil, que es arrastrada por la guerra de FeCal.

Los trabajadores han visto como sus derechos han sido cercenados por la administración de FeCal, y muestra de ello son los combativos trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que tras una puñalada trapera fueron despedidos, o hay que recordar como fue “levantada” la huelga de los mineros de Cananea, o los trabajadores de Mexicana. Eso ha significado para el pueblo trabajador el gobierno del espurio Calderón.

No obstante también han sido seis años en los que millones se han mantenido firmes por un proyecto alternativo de nación. A lo largo y ancho del país se ha construido una organización de masas y nos referimos al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que se ha fortalecido en los últimos dos años. La mayoría de los pertenecientes al Morena somos los que venimos del fraude pasado, lo que significa que tenemos experiencia y sobre todo que ya hemos sacado nuestras lecciones para el día de hoy.

El Morena además después agrupo a otros sectores que le dieron un gran impulso a la campaña, uno fueron los jóvenes y estudiantes que desde las universidades, barrios y centros de trabajo se decidieron sumar al cambio verdadero, el otro es el cultural, poetas, escritores, cineastas, actores, músicos, etc., encabezados por Paco Ignacio Taibo II, le pusieron sabor a la elección. Asimismo el SME, la OPT y otros sectores se sumaron a la campaña, con una solo idea, ganar por segunda vez las elecciones.

¿Otro fraude?

Ahora la realidad es concreta, a pesar de todo el esfuerzo de años de mantenerse en lucha, la oligarquía nos trata de imponer a otro presidente espurio, trata de vendernos la idea de una derrota en las urnas cuando bien sabemos que no fue así.

Los esbirros del capital se atragantan al dar por ganador a EPN, por otra parte Vázquez Mota y Quadri aceptan su derrota, claro esa era lo que ya tenían preparado para presionar a AMLO para que acepte que fue “derrotado”. Sin embargo la cosa no es tan fácil, a diferencia de hace seis años, hay una mayor organización en las colonias, en los barrios, en los centros de trabajo y en las universidades de todo el país, los jóvenes y trabajadores nos encontramos organizados, algo que no se tenía en la elección pasada, además de eso la gran mayoría tiene cierta experiencia, muchos no, pero eso no importa. Engels decía que los trabajadores aprenden más en un día de lucha que con 10 años de teoría (cabe decir que no menospreciamos la teoría, al contrario, creemos como decía Lenin que, sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria y viceversa).

Un factor determinante en la lucha que tenemos que emprender es la postura de AMLO, en la práctica el plantón en Reforma de 2006 se contuvo el movimiento evitando que tomara acciones más revolucionarias,  llevándolo causes seguros, pensando en esta elección del 2012 y en la posibilidad de un triunfo (cosa que sucederá, pero nuevamente se ha orquestado un fraude). Estamos seguros que miles de personas estarán atentas al pronunciamiento de AMLO que, desde nuestro punto de vista debe ser contra la imposición y decididamente a tomar las calles para detenerla.

Varias personas estarán a la espera de lo que AMLO señale pero otras empiezan a luchar en las calles sin esperar un llamado claro de su diriente, porque hay desconfianza en las actuales instituciones que determinarán sobre las grandes irregularidades en la elección.  Sectores del Morena y del Morenaje se radicalizaran, sobre todo los jóvenes pues nuestro futuro esta ligado a la lucha que demos o no en las calles. Además de que el SME, la OPT y los trabajadores en general seguramente saldrán a defender su voto.

Otro factor es el movimiento #YoSoy132, pues se ha manifestado por unas elecciones transparentes (algo que como hemos visto no sucedió) y que es independiente de lo que diga AMLO, además de que desde muy anticipada la elección se posicionaron en contra de la llegada de EPN a la presidencia, lo que seguramente desencadenara más movilizaciones, pero ahora contra la imposición del candidato del PRI.

Derrotemos el fraude. ¡Ni una lucha aislada!

Desde el CLEP-CEDEP hacemos el llamado a todos los sectores que se encuentran preparados para dar la lucha y evitar la imposición de EPN en la presidencia, a dar una sola lucha, decimos que ninguna lucha tiene que estar aislada, tenemos que actuar como uno solo, debemos de hacer el llamado a la unidad para derrotar el fraude.

Los jóvenes no tenemos esperanzas de cambio, incluso ni de mejoras bajo el régimen de EPN, los trabajadores mucho menos, la burguesía se afila las uñas y se frota las manos ante la inevitable contrareforma a la Ley Federal del Trabajo, que significa regresar a los tiempos de Don Porfirio y seguiremos sumergidos en la violencia.

Ha quedado al descubierto que las instituciones democráticas de nuestro país son burguesas, que son fieles representantes de los intereses de un pequeño número de personas en el país, que no están de algún modo del lado de la voluntad popular, sino que se guían por lo mandatos del capital. No podemos seguir teniendo esas instituciones, pero no vamos a reformarlas, vamos a transformarlas para que estén al servicio del pueblo trabajador y eso significa que debemos de luchar para tener una democracia obrera, en donde las decisiones las tomen la mayoría y no un 1% de la población.

No tenemos nada que perder en esta lucha, sino todo un mundo que ganar.

Ni reír ni llorar sino comprender

Unidos y Organizados… ¡Venceremos!