Acuerdo político entre la OPT  y AMLO. ¡Impulsemos un programa clasista!

Escrito por: 

Armando González, sindicalista del SME

El pasado sábado 4 de febrero de 2012, mediante una concentración masiva llevada a cabo en Nicolás Romero, Estado de México, se formalizó la alianza política y electoral celebrada entre los integrantes de la Organización Política del Pueblo y de los Trabajadores (OPT) y el Movimiento Progresista encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Tomando en cuenta que el punto más alto de la lucha de clases,  en el transcurso de este año, se alcanzará a través de la lucha electoral,  dicho acontecimiento representa un avance importante del movimiento obrero y brinda a los trabajadores la oportunidad de impulsar un programa clasista dentro del movimiento encabezado por AMLO.

El acuerdo político alcanzado entre ambas partes es de vital importancia dentro de la vanguardia del movimiento obrero puesto que, por un lado, se ha dejado en claro que los partidos políticos de la burguesía, el PRI y el PAN, no representan ninguna alternativa para los trabajadores; por otro lado, la alianza OPT-AMLO debe ser una poderosa herramienta de lucha para el proletariado ya que se abre la posibilidad de impulsar sus demandas mas sentidas a lo interior del movimiento de masas mas arraigado entre las clases populares.

Durante su discurso, los miembros de la OPT -que es una organización que esta conformada por activistas, sindicalistas, estudiantes, campesinos y militantes de diversas organizaciones revolucionarias de la izquierda mexicana- destacaron la importancia de la participación del sector obrero en el proceso electoral para acabar con la crisis en la que se encuentra sometido el país producto de las administraiciones del PRI-AN, las cuales únicamente han defendido los intereses de la burguesía nacional y extranjera por encima de los del pueblo de México.  

Los marxistas agrupados en la izquierda socialista defendemos y saludamos combativamente la alianza OPT-AMLO y señalamos que la principal tarea de esta asociación debe ser emprender la lucha por un programa obrero. En primer lugar el movimiento debe promover una serie de consignas transicionales tales como el incremento emergente del salario mínimo, la jornada laboral máxima de ocho horas, la solución de los conflictos obreros como los del SME, Mexicana de Aviación, etc., la renacionalización de la banca, los ferrocarriles, la telefonía, entre otras; para posteriormente trascender a la lucha por un programa político más avanzado, la lucha por el socialismo, que es la única alternativa que puede resolver de fondo las demandas del proletariado, el campesinado y las clases populares en general. 

Si bien, durante el actual periodo, AMLO ha realizado una serie de declaraciones un tanto confusas en relación a los grandes empresarios y a la oligarquía, y su posición de mantener una relación “cordial” con cierto sector de la burguesía, los obreros debemos enfocar nuestras baterías hacía el cumplimiento de los 50 puntos de su proyecto alternativo de nación, que si bien debe llegar mucho más lejos, si contempla ciertas medidas de carácter progresista que pueden mejorar la agobiante situación económica y social de la población mexicana.   

 

Ni un voto al PRI-AN

La crisis permanente en la cual ha estado sumergido el sistema económico capitalista mexicano durante los últimos años ha representado para el proletariado mexicano un periodo repleto de ataques hacia sus condiciones de vida, aquellas conquistas laborales alcanzadas por el movimiento obrero en épocas de auge capitalista le han sido arrebatadas una por una. Los gobiernos del PRI y el PAN se han dedicado a rematar las industrias nacionales y a aplastar los derechos de los trabajadores estableciendo un salario mínimo miserable, jornadas laborales superiores a las 8 horas, contratación por terceros y eliminación del derecho a la organización sindical. Dichas medidas han sido tomadas en razón de mantener los privilegios económicos y las cada vez más cuantiosas ganancias de los grandes inversores capitalistas nacionales e internacionales.

La política anti-obrera ejercida por el PRI-AN ha golpeado históricamente de manera brutal al sindicalismo nacional y para nombrar todos los ataques ejecutados en su contra sería necesario escribir un libro completo. Sin embargo, es importante señalar que el PRI reprimió violentamente el movimiento ferrocarrilero desarrollado a finales de los años 50´s y fue el artificie de la guerra sucia (mediante la cual desaparecieron y asesinaron a cientos de activistas y militantes de izquierda) en los años 60´s y 70´s. Además, a partir del gobierno de Miguel de la Madrid y con la entrada de la política neoliberal se comenzó con el remate de la riqueza nacional y las empresas propiedad del estado, hasta el punto en que, durante el gobierno de Salinas de Gortari, fueron entregadas al capital privado más de 1000 empresas, entre ellas la telefonía, la banca y los ferrocarriles. De la misma manera, los gobiernos panistas se han caracterizado por su entreguismo y ánimos privatizadores, para muestra basta mencionar la reforma al régimen de pensiones y jubilaciones del ISSSTE en el 2007, la reforma a PEMEX de 2008 para permitir la participación del capital privado en el proceso productivo de la petrolera, la quiebra de Mexicana de Aviación y el proteccionismo brindado al empresario Gastón Azcarraga; además de la extinción de Luz y Fuerza del centro en octubre de 2009 y la posterior entrega de la materia de trabajo del SME a compañías contratistas, acción que fue apoyada incondicionalmente por el señoritingo Enrique Peña Nieto.

 

Las tareas de la OPT

Los miembros del SME, de la CNTE y demás camaradas que integramos la OPT debemos trascender el acuerdo político en apoyo a AMLO al terreno de la acción siendo los activistas más combativos y consecuentes dentro del movimiento, impulsando la lucha en las calles, las plazas públicas, las escuelas y en nuestros centros de trabajo para contrarrestar la campaña coercitiva orquestada desde los altos estratos de la burguesía a través de los medios masivos de comunicación, en favor de los candidatos de la oligarquía representados por el PRI y el PAN. De la misma manera, debemos ser los primeros en señalar que un programa reformista, como el planteado por AMLO, no es la solución definitiva-aunque si representa un avance en la lucha de clases- para resolver la desigualdad social que existe en el país y que solo mediante la expropiación hacia la burguesía, la eliminación de las clases sociales, el establecimiento de una economía planificada, la democracia obrera -es decir, la lucha por el socialismo -, entre otras medidas, lograrán mandar al archivo de la historia la miseria, el analfabetismo, el hambre, el desempleo y la violencia generados por el podrido y caduco sistema capitalista. 

El pacto acordado entre ambos movimientos se desarrolla en un panorama de crisis económica del sistema capitalista a nivel nacional e internacional, el cual es incapaz de por lo menos ofrecer ciertas concesiones a las clases populares, situación por la cual la unidad del movimiento obrero es un elemento de vital importancia para la transformación de nuestras condiciones de vida. En ese sentido, en caso de un eventual triunfo de AMLO, seremos los trabajadores los primeros en salir a las calles a demostrarle a la burguesía que estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias por cambiar la correlación de fuerzas hacia nuestro favor y que lucharemos por radicalizar el proceso revolucionario hasta derrocar a los usurpadores de la riqueza nacional.

"Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza"

Antonio Gramsci

¡Por la unidad del movimiento obrero!

¡Por la caída del sistema capitalista!

 

Fecha: 

9 de febrero de 2012

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