[Carta a la redacción] Felipe Carrillo Puerto y la liberación Maya

Escrito por: 

Carlos Ojeda, Morena Yucatán

A continuación publicamos una colaboración que nos ha  enviado el compañero Carlos Ojeda del Movimiento Regeneración Nacional de Mérida Yucatán acerca de Felipe Carrillo Puerto, dirigente del Partido Socialista del Sureste de Yucatán, quien gobernó de 1922 a 1924 la península. Bajo su gobierno se impulsaron medidas sociales radicales en beneficio de los campesinos mayas y los pobres de la región, como fue la reforma agraria, reformas educativas sociales y culturales.

Hacemos una invitación a que nos sigan enviando sus colaboraciones, informes de actividades, reflexiones para ser publicadas en nuestra web y el periódico La Izquierda Socialista.

Si hay algo que persiste en la memoria de los abuelos Mayas de Yucatán y que recuerdan como un sueño del cual no quisieran despertar ese es el recuerdo de Felipe Carrillo Puerto.
Es imposible hablar de Socialismo en Yucatán sin mencionar a Felipe Carrillo, el Dragón Rojo de ojos Verdes, mote con el que se le conocía al mas grande líder que sin duda hemos tenido los yucatecos.
Felipe Carrillo fue un revolucionario auténtico, luchador social y defensor de los indígenas, “sus indígenas” como él decía. No hay duda de que él fue el gran impulsor del socialismo en Yucatán y que terminó por extenderse a Campeche, Tabasco, y Chiapas, lo que terminaría costándole la vida al defender el trabajo del pueblo explotado en las Haciendas y campos de Henequén, el oro verde de Yucatán que se nutría de la sangre de los Mayas.
El gobierno socialista de Carrillo Puerto de la mano de Salvador Alvarado impulsó el desarrollo de un pueblo mágico, capaz y valeroso al construir una gran cantidad de escuelas al año, fundar la Universidad de Yucatán, impulsar la educación laica y socialista, lo que le costaría muchas enemistades en el Seno del Arzobispado de Yucatán, expropiar grandes extensiones de tierra que estaban en manos de los terratenientes Porfiristas yucatecos, establecer el precio justo del Henequén y los salarios de los peones de las Haciendas, limitó a 6 el número de sacerdotes en Yucatán y prohibió el pago obligatorio de las limosnas a cargo de los indígenas.
Durante los “jueves agrarios” Felipe Carrillo expropiaba hasta medio millón de hectáreas pertenecientes a la International Harvester o de la Plymouth Company que monopolizaban el comercio del Henequén, pero lo más importante del gobierno socialista de Felipe Carrillo Puerto fue la inyección de vida y de valor al pueblo Maya que estaba sumido en la mas oprobiosa ignorancia y oscurantismo propiciados por los poderosos, los hacendados explotadores, la “Casta Divina” como ellos mismos se hacían llamar y por la eterna enemiga del progreso y desarrollo social: La Iglesia.
El socialismo en Yucatán les enseñó a los mayas a valorar su esfuerzo y su trabajo y a exigir y luchar por mejores tratos por parte del patrón, le cortó las uñas al clero, encerrándolos de nuevo en sus sacristías y le quitó el látigo opresor a aquellos que explotaban el trabajo del pueblo, aunque como era de esperarse, la reacción de la burguesía no se hizo esperar. Bajo el pretexto de la rebelión malamente atribuida a Adolfo de la Huerta y orquestada por Obregón para poder traspasarle el poder a Elías Calles bajo el pretexto de una rebelión social se apresó a Felipe Carrillo Puerto, el delito real era que el Partido Socialista del Sureste ya se estaba extendiendo a gran parte del Sureste mexicano y representaba una amenaza a los intereses de Álvaro Obregón  de ocupar nuevamente la presidencia en 1928.
El “Apóstol Rojo de los Mayas” fue cobardemente asesinado en Mérida la madrugada del 3 de Enero de 1924 al grito de “¡No abandonen a mis Indios!”
Tal vez con la muerte de Carrillo Puerto se logró el objetivo de los poderosos y de la Iglesia: Apresar de nuevo a los mayas en los campos de Henequén, reduciéndolos de nuevo al grado de bestias y privados de cualquier libertad pero sin duda de algo no se podrán olvidar, de las ganas de luchar y de exigir mayor justicia y a aprender a valorar su trabajo y el compromiso de enseñarles a sus hijos y nietos la historia de lucha de libertad del pueblo Maya de Yucatán.
Mérida, Yucatán

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