Marcelo Ebrard se abre paso por la derecha: Traición e incongruencia es reconocer al usurpador de Calderón

Escrito por: 

Adrián Alvarado

El camino que ha tomado el actual jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubón, lo aleja cada vez más de la izquierda vinculada con los movimientos sociales, los jóvenes, los trabajadores y nuestro pueblo; de la izquierda que aspira honestamente a un cambio en las estructuras de la sociedad en beneficio de los sectores explotados y oprimidos y no sólo un cambio maquillado, un cambio simple de gobierno para que unos pocos sigan manteniendo sus privilegios.

El pragmatismo de Marcelo Ebrard lo ha llevado a apoyar las alianzas de la izquierda con su polo opuesto: el PAN. La búsqueda de favorecer y de obtener el apoyo y la simpatía de sectores empresariales lo ha llevado a implementar proyectos en la Ciudad de México que han provocado la oposición de sectores importantes de la población, como en el caso de la Supervía y los proyectos de las constructoras y las grandes empresas de transporte como el Metrobús, reprimiendo la protesta social e imponiendo mediante la fuerza pública algunos proyectos. Además, el Gobierno del Distrito Federal, se ha distanciado de un bastión importante de la izquierda en la Ciudad: las diversas organizaciones del Movimiento Urbano Popular.
Ahora se suma la destitución del Secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal, Martí Batres Guadarrama. El pretexto: la crítica que le realizó por asistir al informe presidencial del usurpador e ilegítimo gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
El 1° de Diciembre Marcelo Ebrard asistió al informe de gobierno del espurio Felipe Calderón, dándole un reconocimiento implícito como presidente, olvidando los postulados y acuerdos de la izquierda desde 2006, en los cuales no se reconoce a Felipe Calderón como presidente. Marcelo Ebrard argumenta que asistió en calidad de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, esa coalición que impulsó el PRI para tener un espacio de negociación con el ejecutivo federal.
Posteriormente el ex Secretario de Desarrollo Social declaró que: “…Felipe Calderón usurpó la Presidencia de la República, y yo en lo personal no lo he reconocido nunca como presidente, no lo voy a reconocer. Yo voy a defender el derecho por el que he luchado toda mi vida, yo soy un militante de izquierda desde siempre y creo que es muy importante la lealtad a la gente” (México CNN). Días después Marcelo Ebrard, pidió la renuncia de Martí. Batres, argumentó congruencia respecto a los fines que persigue el gobierno. Rápidamente los partidos de la burguesía aplaudieron la decisión, incluso el PAN-DF felicitó a Marcelo Ebrard.
Desde hace mucho tiempo Marcelo Ebrard, ha intentado eliminar de su gabinete a todos aquellos personajes cercanos a Andrés Manuel López Obrador y del Movimiento Regeneración Nacional, con la finalidad de impulsar la candidatura de sus allegados, comenzando por Mario Delgado, actual secretario de educación, figura gris y totalmente desconocida para el militante de base de la izquierda en la Ciudad de México y nuestro país.
No es una excepción, no son hechos aislados, los últimos acontecimientos demuestran que el gobierno de Marcelo Ebrard ha comenzado un giro demasiado a la derecha, con la finalidad de agradar a un sector de la burguesía y buscar la candidatura por parte del PRD, pero apoyando e impulsando la alianza con el PAN rumbo al 2012.
Cualquier analista superficial diría que este último movimiento en el GDF obedece sólo a las pugnas internas que se dan rumbo a las candidaturas del 2012, pero nada podemos aprender de este análisis. Dentro de la izquierda un sector ha optado por presentarse como una alternativa para salvar al régimen, defender los intereses y privilegios de la burguesía, presentándose como una izquierda conciliadora, “moderna y moderada”, dentro del PRD estos grupos están bien ubicados y entre ellos se encuentra el círculo cercano a Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard.
El pragmatismo de este sector de la izquierda tiene como base material el mantener los privilegios de un sector importante de la burocracia estatal y partidaria que se ha desarrollado a partir del triunfo de la izquierda en las elecciones en el DF y otros estados. Estos sectores al asumir el control del aparato estatal, convivir con él y convivir con sectores de la burguesía, han adquirido ciertos intereses propios que conllevan a actuar para conservar estos puestos y privilegios, se ven así mismos como “hombres de Estado”, hombres y mujeres que defienden “un proyecto de gobierno”, como sí el Estado y el “gobierno” fueran simples conceptos aislados de la sociedad, que se encuentran por encima de ellos y no obedecieran a intereses de sectores de la misma, en este caso a la burguesía.
Su moderación y conciliación con sectores del régimen priista y panista, tiene cierta lógica: Si son parte del Estado son parte del sistema, por lo cual da lo mismo la forma en cómo se consiga el poder incluso aliándose con los enemigos del pueblo (PRI o PAN); los principios a este sector de “la izquierda” les importan poco, lo importante es “mantener el gobierno” a toda costa, para así mantener sus privilegios partidarios y mantenerse en las estructuras del Estado.
Esta es la base material verdadera de este sector de la izquierda, su base social tiende por su puesto a ser corporativa, por que desconfían totalmente de la iniciativa de las masas populares, con esto no queremos afirmar que dentro del Morena esto no exista, pero dentro de los llamados “Demócratas de Izquierda”: Marcelo Ebrard, Camacho Solís, Nueva Izquierda, Foro Nuevo Sol, Alianza Democrática Nacional... es una constante.
La reciente destitución de Martí Batres refleja sin duda la visión autoritaria de este sector de la izquierda representada por Marcelo Ebrard, es un ajuste de cuentas con algunos representantes del Morena y un acercamiento y coqueteo con el PAN y un sector de la clase dominante en nuestro país. No toleran representantes cercanos al Morena, porque para ellos la izquierda no es el movimiento social, no es el movimiento de los jóvenes, los trabajadores y el pueblo, para ellos la izquierda representa el Estado, el gobierno y las instituciones, como si ellos hubieran llegado ahí por su cara bonita y ser simpáticos; se han olvidado totalmente de la lucha de los jóvenes, las mujeres, los trabajadores y el movimiento urbano popular en la Ciudad de México.
Repudiamos totalmente la destitución del Secretario de Desarrollo Social del DF, así como los actos autoritarios y antidemocráticos de Marcelo Ebrard, él no puede ser el candidato de la izquierda en el 2012, él no representa los intereses del pueblo, de los trabajadores y de la juventud de la izquierda que aspiramos a un cambio profundo y radical de nuestra sociedad. Su postura conciliadora y moderada aspira a estar bien con los 30 potentados de la mafia en el poder, aspira a estar bien con aquellos que explotan y han saqueado los recursos materiales y naturales de nuestro país.
En la izquierda tenemos una gran tarea de definición ideológica y organizativa, tenemos que aprender de estos tres periodos de gobierno en la ciudad de México, aprender de los aciertos y los errores, el estar en las estructuras del Estado, en el gobierno, ha afectado a una serie de personajes vinculados con la izquierda y han adquirido intereses propios y en momentos críticos de definición como ahora han comenzado a salir a flote. El Estado actual no es una institución “neutral” que está por encima de la sociedad, en última instancia el Estado actual y su estructura sirve para defender los intereses de la clase dominante en nuestro país, la izquierda moderada y domesticada así nos lo demuestra, actualmente no toleran una oposición más a la izquierda. Ellos, los moderados, son los agentes de la burguesía en la izquierda, en el movimiento social, de los trabajadores y la juvenud.

Fecha: 

7 de septiembre de 2011

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