Presupuesto 2011

Escrito por: 

Giannina Torres

Como ocurre cada año, en los pasados meses de octubre y noviembre se discutieron y avalaron respectivamente en la Cámara de Diputados la Ley de Ingresos y de Egresos 2011, con dichas leyes se traza la política económica que desde los distintos niveles de gobierno se ejercerá el próximo año.
Pese al gran revuelo que en los medios de comunicación se generó, el presupuesto aprobado no arrojó grandes sorpresas y quedó más que claro que las variables macroeconómicas en nuestro país se manipulan para favorecer a los que tienen mucho a costa de los que tienen poco o nada.

Menos impuestos para los ricos y más para los pobres
La aprobación del paquete fiscal para el próximo año se basó en la previsión de un crecimiento del PIB de 3.9% en el 2011, en una expectativa de incremento en el precio del petróleo (a 65.4 dólares el barril), en el mantenimiento del IVA en 16% y, entre otros, en la creación de la ley de fomento al primer empleo, que concede una deducción adicional del ISR y del impuesto especial a tasa única (IETU) a empresas que contraten nuevos trabajadores y los mantengan en nómina al menos 18 meses.
Mientras que la atención se concentró en los impuestos aprobados que elevan el precio de los cigarros y de las bebida energetizantes, estuvo ausente el debate sobre el significado que estas aprobaciones tienen en la vida diaria de los mexicanos. En un país en el que según el Inegi el 28% de las personas que trabajan (es decir, 12.4 millones) lo hacen en la informalidad, el tener que pagar un impuesto del 16% por consumir es un enorme lastre con el que tienen que cargar las familias trabajadoras todos los días del año, sin embargo la iniciativa de reducir dicho impuesto sólo se quedó en el discurso. Para los empresarios el escenario es el opuesto, ya que a ellos se les reducen impuestos por asegurar la precariedad del mercado laboral, por asegurar que los pocos empleos que se crean sean temporales y de mala calidad, justo esto es lo que se asegura con la ley del primer empleo.

Salarios de alta burocracia y más gasto militar: el precio de la democracia burguesa
La perspectiva no es más halagadora al analizar el Presupuesto de Egresos 2011 en el que se estipulan los conceptos y montos para ejercer un gasto público equivalente a 3 billones 438 mil 896 millones de pesos, 4.1% más del autorizado para 2010.
Sin duda alguna, el tema de los grandes privilegios previstos en dicho presupuesto es uno de los más escandalosos y para muestra algunos botones: El presidente de la República percibirá en 2011 un sueldo mensual de 198 mil 870 pesos (anualmente tendrá ingresos brutos de 4 millones 140 mil pesos, incluyendo prestaciones y seguros) y la presidenta del tribunal electoral ganará el próximo año 5 millones 989 mil pesos. Además 31 funcionarios de alto nivel, los ex presidentes de la República y los secretarios de Estado percibirán el año próximo, en promedio sueldos tan elevados como el sueldo del espurio. Pero no hay que alterarnos, después de todo, en palabras de Ernesto Cordero, secretario de Hacienda,  “(el) costo de la democracia” (La Jornada, 15 de noviembre de 2010).
Pese a los elevados sueldos de la alta burocracia, el gobierno federal no es del todo derrochador. Aún cuando la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados reconoció que el sector educativo requería un incremento en el presupuesto por 16 mil millones de pesos (cifra por mucho baja para hacer cara a los 7 millones de jóvenes mexicanos que ni estudian ni trabajan), al final sólo se aprobó una ampliación por 8 mil 476 millones de pesos en este rubro: A educación superior, los diputados destinaron sólo 3 mil 784 millones, de los cuales 460 millones serán para el Instituto Politécnico Nacional (IPN), 90 millones más al Canal Once de televisión, sólo 70 millones a la Universidad Autónoma Metropolitana, 20 millones 500 mil pesos a la Universidad Pedagógica y 3 millones a El Colegio de México. En el dictamen se consideran también bajos recursos adicionales para el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN, por 50 millones de pesos; a la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, 80 millones más; para los Centros de Estudios Tecnológicos, 10 millones; a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 50 millones. Para educación media, el monto ascenderá a 5 mil 218 millones. El programa de becas sólo contempla 2 mil 833 millones a estudiantes de ese nivel; en educación superior la cifra se incrementa en 71 mil 724 millones, pero para las becas serán sólo mil 403 millones. En posgrado, los diputados asignaron 919 millones de pesos, y para las becas de los alumnos de ese nivel serán 153 millones. Paradójicamente la atención contra las adicciones en la juventud únicamente contará con 443 millones de pesos. (La Jornada, 15 de noviembre de 2010)
Otro renglón de esta ley en el que se arroja luz del tipo de política que el gobierno usurpador aplica es el caso del presupuesto asignado para la seguridad pública; léase ejército, PFP y policías locales; que es de 116 mil 112 millones de pesos (casi el mismo que asignado a la Educación). El gasto militar y de seguridad en conjunto superará al de salud, al que la Cámara de Diputados autorizó 96 mil 808 millones de pesos, y al de desarrollo social, al que se destinarán 79 mil 489 millones, que ocupan los lugares tercero y cuarto por monto de presupuesto para el próximo año. (La Jornada, 16 de noviembre de 2010).
Así, con acuerdos en lo oscurito entre el PRI, PAN y una importante parte del PRD se le dio forma al decreto (ley o presupuesto) que se votó y aprobó a pesar de los graves faltantes y deficiencias como son el no contar con los mecanismos suficientes de transparencia y revisión de cuentas para el ejercicio del ingreso-gasto público.

La burguesía quiere más
Al concluir el Foro de Cooperación Asia Pacífico que se realizó en el mes de noviembre en Tokio, Calderón dijo estar satisfecho por los resultados alcanzados y aprobados por la Cámara de Diputados, pero hizo incapié en la necesidad de la adoptar reformas estructurales que incrementen la competitividad. No nos debe caber la menor duda de que lo que el usurpador quiere es llevar adelante todas aquellas reformas por las que los grandes banqueros y empresarios lo pusieron en la silla presidencial: terminar de entregar PEMEX a la iniciativa, modificar la Ley Federal del Trabajo, desaparecer las jubilaciones y pensiones, etc.
Para el gobierno actual lo más importante es velar por los intereses de la gran burguesía y las cifras arrojadas por el Banco de México a finales de noviembre lo dejan muy claro. Según ese organismo, en el periodo de enero a septiembre pasados, la inversión extranjera directa (IED) fue de 14 mil 362 millones de dólares. De esa cantidad, sin embargo, las nuevas inversiones extranjeras alcanzaron 8 mil 793 millones de dólares; otros 2 mil 534 millones de dólares correspondieron a la reinversión de utilidades generadas por las firmas foráneas aquí, y los restantes 3 mil 35 millones de dólares fueron aportados por cuentas de las filiales aquí con sus casas matriz. Es decir,  por cada dólar de inversión extranjera directa que ingresó al país entre enero y septiembre pasados, empresarios y particulares mexicanos transfirieron al exterior dos dólares para ser abonados a cuentas bancarias o realizar negocios, lo que significa que a los empresarios a los que Calderón y diputados del PRI-AN ofrecen tantas concesiones y a los que les quieren asegurar mano de obra regalada, son los mismos que prefieren llevarse sus ganancias fuera del país antes que reinvertirlas en el nuestro. Esta realidad se encuentra muy alejada de la del empresario emprendedor  y creador de empleos que se nos quiere hacer creer por todos los medios posibles, esa es la verdadera cara y naturaleza de la burguesía.
Mientras la derecha esté en al frente del país, los grandes empresarios tienen sus ganancias aseguradas y la clase trabajadora, los estudiantes y campesinos sólo tenemos asegurada más y más explotación, peores condiciones de trabajo, estudio y vida. Sólo luchando por la transformación de nuestro país podremos tener un futuro digno de ser vivido.

Fecha: 

Diciembre de 2010

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