Paro de dos días en el plantel Tlalpan I del IEMS: En contra del autoritarismo de la coordinadora

Escrito por: 

David García Colín, Representante Sindical SUTIEMS

La determinación de eliminar el correo interno del plantel Tlalpan I, perteneciente al IEMS (pejeprepas), no fue más que la “gota que derramó el vaso” de una serie de atropellos que han caracterizado la administración de la Subcoordinadora (figura homónima de directora) Adriana Ortega Luna y que ocasionaron un paro de labores que mantuvo cerrado el plantel el martes y miércoles (7 y 8 de septiembre). La directora Adriana Ortega ha logrado en un año lo que muchos directores del IEMS logran en 6 años de administración: el hartazgo y repudio de la totalidad del SUTIEMS (especialmente en el plantel).

El saldo de su administración ha sido nefasto: después de haber “saltado” de Secretaria de Prensa del SUTIEMS a Directora del plantel, la directora ha hecho todo por demostrarle a la autoridad central que su paso por el sindicato no fue más que un trampolín para su “carrerismo” personal ¡y vaya que lo ha demostrado con creces!:  gritos y amenazas a profesores, promoción de despidos injustificados, negativa a respetar derechos consagrados en el CCT (días económicos e incidencias), trato discrecional, expulsión masiva de estudiantes (aplicación a rajatabla de un reglamento reaccionario), certificación irregular de estudiantes para inflar artificialmente los índices de egreso  e, incluso, la protección al JUD de servicios denunciado en diversas instancias como acosador sexual y por actos de corrupción (que finalmente será despedido) y el cual, por acuerdo sindical y de Oficialia Mayor no podía ingresar al plantel cosa que realizó en repetidas ocasiones por instrucciones de Adriana Ortega.
En el plantel Tlalpan I hacen falta los insumos más necesarios para la realización de la labor docente: faltan impresoras, papel, toner, a pesar de que subcoordinadores anteriores habían señalado la existencia de un fondo del cual no se sabe su destino y que las bodegas del plantel están llenas de papel y libros que no se utilizan. La actitud prepotente que esta funcionaria mantuvo frente a una comisión sindical que le exigía la habilitación de los correos internos fue la chispa que detonó una fuerte movilización -en una muestra de que las pequeñas ofensas pueden desencadenas procesos subyacentes que tienen que estallar tarde o temprano- Hegel decía que “la necesidad se expresa a través del accidente”. Ciertamente la increíble ceguera burocrática de la directora del plantel no hizo más que arrojar “leña al fuego”, la coordinadora intentó romper el bloqueo del estacionamiento, con la que los sindicalizados protestaron, con su propia camioneta (manejada por un profesor convertido en porro). ¡No hay mejor forma de promover una explosión que intentar romper un bloqueo con una camioneta!
La asamblea sindical que determinó el paro fue una muestra de un importante salto en la consciencia de los trabajadores,; algunos sindicalizados que no habían votado a favor de un paro o huelga en oportunidades anteriores mostraban una radicalización impresionante: ¡el paro debía estallar al día siguiente! y la decisión fue unánime, la participación promedio en la movilización en el plantel fue incluso mayor que la presentada durante la lucha por aumento salaria. Los dos días de paro estuvieron marcados por mítines intensos, repartición de volantes, diálogo con los estudiantes en donde se les invitaba a la organización autónoma y consciente (más de cien apoyaron el movimiento y firmaron una carta sumándose a la demanda de la destitución de la repudiada directora), una comisión sindical del plantel visitó Tlalpan II (que tenía asamblea sindical). El paro sirvió para todos como una “escuela” de estrategia y táctica sindical: casi para todos era claro que se debía hacer un llamado al resto de los planteles, era necesario que el paro se extendiera. Muchos sacaron la importante conclusión de que debíamos levantar demandas más amplias (por ejemplo el rechazo al plan académico impuesto por el Director General del IEMS, la reglamentación de las atribuciones de los coordinadores, etc.); también se levantaron demandas que pudieran servir de puente con la comunidad estudiantil (cancha de futbol, cafetería, pago puntual de becas, no más expulsiones injustificadas, etc.) y con los vecinos de la comunidad, sirvió como una escuela de debate en el que estamos aprendiendo a discutir las diferencias de manera fraterna y compañera. El plantel aprobó un llamado a la movilización al conjunto del SUTIEMS. Incluso se promovió una junta con padres de familia. Compañeros del CE del SUTIEMS, representantes del CGR y trabajadores de base de otros planteles apoyaron en las guardias y mítines; trabajadoras de intendencia apoyaron con víveres, casas de campaña y cobertores para las guardias nocturnas. Sin duda muchos prejuicios se rompieron. Las lecciones del paro son los auténticos triunfos de la movilización.
Fue, además, una muestra de que en periodos de movilización las bases de las organizaciones de los trabajadores se radicalizan incluso más que su propia dirección (que en el caso del SUTIEMS está claramente a la izquierda): al final del primer día de paro era la opinión del representante sindical (quien escribe estas líneas) que debíamos consolidar los pequeños triunfos del paro (las autoridades había ofrecido turnar la renuncia de la directora del plantel a la junta de gobierno, regresar el correo interno, proporcionar el material faltante, etc.). Ya que era poco probable (por algunos informes de otros planteles) que de manera inmediata el resto de los planteles apoyara con paros debíamos darnos un tiempo para agitar y preparar en el corto plazo una nueva movilización que abarcara a más planteles o correríamos el riesgo de desgastar nuestras fuerzas en la primera batalla. De manera prácticamente unánime (con sólo un voto en contra) la asamblea voto por pasar la noche en el plantel, finalmente se mostró que nuestras fuerzas eran suficientes para otra jornada más y que se tomó la decisión correcta. El segundo día de paro demostró que la directora del plantel l tenía mucho miedo a la simpatía que los estudiantes estaban mostrando hacia el movimiento: dio instrucciones para detener a los estudiantes en la esquina de la calle “Belvedere” para evitar la confraternización, fue un torpe intento que ignora que los trabajadores tenemos pies: ¡simplemente tomamos un megáfono y fuimos a donde estaban los estudiantes!. Como sucede en todo movimiento social existió un grupo más o menos minoritario de profesores que jugaron el papel de esquiroles: llamaron a los estudiantes a romper el paro (a confrontarse con sus propios maestros) –sin mucho éxito-, firmaron listas de asistencia para romper la movilización. Ahora se han conformado en un embrión de grupo de choque con un nombre que recuerda a la mafia siciliana: “La Orquesta” (una orquesta dirigida por la Directora quien no oculta su admiración por “El Padrino”). La coordinación entre la directora y éste potencial grupo de choque quedó demostrada por una anécdota bastante graciosa: cuando la comisión de negociación sindical estaba con la autoridad del IEMS nos llegó la noticia de que algunos profesores cercanos a la dirección se veían con actitudes violentas y estaban pegando carteles llamando a retomar el plantel (lo cual no se podía hacer más que con la violencia) de inmediato las autoridades llamaron a la directora para que detuviera a su grupo de allegados (un acto de violencia de parte de este grupo sin duda podía desencadenar una reacción generalizada de todos los planteles) ¡de manera apresurada y nerviosa los profesores antiparistas quitaron de inmediato los carteles violentos!.
 Durante el segundo día de paro las autoridades dieron la siguiente oferta (no sin los jaloneos propios de las negociaciones sindicales): a) la destitución de la subcoordinadora será presentada ante la junta de gobierno del DF, los términos del documento para solicitar dicho procedimiento serán presentados al sindicato con anterioridad, b) Sanción inmediata para la coordinadora por actos como trato preferencial, ingreso irregular de estudiantes, etc.; c) el envío de dos observadores externos para revisar la acción de la subcoordinadora y garantizar los insumos necesario para la labor docente: papel, correo interno, copias, etc.; d) se abrirá una mesa permanente con el sindicato para dar seguimiento al caso en Tlalpan I, e) el jefe de Unidad de Servicios señalado por acoso sexual no regresará al plantel y se le rescindirá el contrato, f) la dirección general se compromete a analizar el cambio de adscripción de la subcoordinadora de plantel, e) no existirán sanciones por la movilización. Un pequeño paso adelante en comparación con la propuesta del día anterior. La asamblea votó (con sólo dos votos  en contra) la propuesta y aprobó levantar el paro con la perspectiva de continuar la batalla por la destitución de la Subcoordinadora con el conjunto del resto de los planteles y en el contexto de próximas movilizaciones.
¿Fue correcta la decisión? Sólo sería incorrecta si la perspectiva de paros inmediatos en otros planteles fuera viable, una acción más amplia requiere, en ésta coyuntura, de un periodo de propaganda y organización, los paros no son un fin en sí mismos sino en la medida en que favorecen la fortaleza del sindicato, elevan el nivel de consciencia y generan posibilidades de una mejor organización para batallas futuras; en éste sentido el balance es bastante positivo porque representa, además de lo anterior, un ejemplo de lucha y combatividad para el SUTIEMS en su conjunto en la antesala de la lucha por la revisión del CCT. En suma el paro de dos días de los afiliados al SUTIEMS en Tlalpan I fue un ejemplo de combatividad, solidaridad, una escuela de lucha sindical, sacrificio. Sin duda el saldo es favorable. Finalmente no queda más que gradecer a la señora Adriana Ortega Luna por habernos dado la ocasión de organizarnos en contra de su prepotencia y autoritarismo, ¡ésta lucha no hubiera sido posible sin ella! Inconscientemente ha hecho, como autoridad, más por el SUTIEMS de lo que hizo cuando estuvo dentro del sindicato. ¡Bravo!

Fecha: 

11 de Septiembre de 2010