Las experiencias de los trabajadores, AMLO y la lucha por el socialismo

Escrito por: 

Ubaldo Oropeza

“Debemos combinar la lucha revolucionaria contra el capitalismo con un programa y tácticas revolucionarias para el conjunto de las reivindicaciones democráticas: república, milicia, elección de los funcionarios por el pueblo, igualdad jurídica de la mujer, derecho de las naciones a la autodeterminación, etc. Mientras exista el capitalismo, todas estas reivindicaciones sólo pueden realizarse como excepción y, además, de un modo incompleto y desvirtuado. Apoyándonos en las realizaciones democráticas ya conquistadas y denunciando su carácter incompleto en el régimen capitalista, exigimos el derrocamiento del capitalismo, la expropiación de la burguesía, como base indispensable para acabar con la miseria de las masas y también realizar completa e íntegramente todas las transformaciones democráticas. Algunas de estas transformaciones serán iniciadas antes del derrocamiento de la burguesía, otras en el curso de su derrocamiento y otras después de dicho derrocamiento.
“La revolución social no es una batalla única, sino una época que comprende toda una serie de batallas por transformaciones económicas y democráticas en todos los órdenes, batallas que sólo pueden culminar con la expropiación de la burguesía. Justamente en nombre de este objetivo final, debemos formular en términos rigurosamente revolucionarios cada una de nuestras reivindicaciones democráticas. Bien se puede concebir que los obreros de un país determinado derroquen a la burguesía antes de que se realice íntegramente siquiera una de las transformaciones democráticas esenciales. Pero es absolutamente inconcebible que el proletariado, como una clase histórica, pueda vencer a la burguesía sin estar preparado para ello por una educación en el espíritu democrático más consecuencia y más enérgicamente revolucionario”. (Lenin. El proletariado revolucionario y el derecho de las naciones a la autodeterminación. Obras Completas. Vol. 27. Moscú. Editorial Progreso. 1981. p. 65-66.)

La experiencia después de 4 años de gobierno de Fecal
Han pasado casi cuatro años desde la imposición fraudulenta de Calderón, en este tiempo se han dado duros golpes a los niveles de vida de los trabajadores, se han impulsado ataques a las organizaciones proletarias y en pocas palabras se ha vivido una ofensiva patronal dejando caer el peso de la crisis en la espalda de los trabajadores.
Al mismo tiempo la lucha contra el narco ha sido la justificación para la militarización y la criminalización de la lucha social. Hoy vivimos un estado de guerra civil en prácticamente todo el territorio, ahí donde la violencia no se ha expresado de forma abierta es porque son lugares destinados para el lavado de dinero sucio.
Este desastre ha incomodado a la misma burguesía, la cual se está desmarcando de Calderòn, como las ratas que huyen del barco antes de hundirse. No quieren que la violencia afecte sus negocios y familia, lo que ha pasado con Muriño y Diego Fernández de Ceballos es el espejo donde se miran.
El gobierno, por momento, flota en el vacío, incluso en el PAN hay una división cada vez más marcada por alejarse de sus desastrosas políticas. El único cuerpo “leal”, hasta el momento, que le queda sostén son las fuerzas armadas. Frágil pilar para mantener  tan odiado gobierno.

Las tareas inmediatas del movimiento
En este contexto los trabajadores y explotados son los únicos que salimos perdiend. El gobierno tiene clara una cosa, no dar marcha tras en nada que implique un respiro para los trabajadores y sus familias. No se trata de buenos o malos sentimientos, es simplemente la política de la lucha de clases, un bienestar mayor para los trabajadores significa una reducción en la ganancia de los empresarios y viceversa.
A pesar de toda esta andanada, no solo hemos resistido, hemos dado pasos al frente en la organización, las lecciones han sido duras, en carne propia se graban dolorosamente todas y cada una de las experiencias.
El gobierno legítimo tiene más de 8 mil comités en todo el país, no hay movimiento organizado más grande que del compañero Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, los trabajadores del SME, los mineros, los profesores de la CNTE han sacado valiosas conclusiones de su experiencia reciente, han sido atacados violentamente, en el caso del SME hasta disolver Luz y Fuerza del Centro y dejar sin trabajo a más de 40 mil trabajadores.
De esto se desprende una conciencia colectiva, en primera instancia está más que claro cuál es el origen de todos los ataques, el gobierno espurio fiel a la burguesía (llámese los 30 potentados que AMLO menciona en su libro, capitalistas extranjeros y demás millonarios que están interesados, no solo en zaquear las riquezas naturales del país, sino de aprovechar las “ventajas competitivas” –mano obra barata y sin derechos laborales- para acrecentar sus ganancias).
La segunda conclusión general es que la política que hoy plantea el PAN es la misa que planteaba por el PRI, es decir, ninguno de estos dos partidos representan una alternativa real para los explotados, en más de 70 años  que gobernó el Revolucionario Institucional los trabajadores y el pueblo de este país vivió reprimido, sin una verdadera democracia, aceptando pequeñas dadivas que se caían de la mesa de la gran burguesía enquistada en el aparato estatal. Todas las medidas que se llevaran acabo en el gobierno de Cárdenas en la década de los 30 fueron arrebatadas por la burocracia parasitaria en pos de la burguesía nacional. Cuando Salinas arriba al gobierno y, con bombos y platillos anuncia la apertura al comercio mundial –el llamado neoliberalismo- se da un cambio de política y se comienza privatizar todas las empresas paraestatales, reduciendo al estado en simple administrador y guardaespaldas de los bienes privados. Todas las medidas que jugaban un papel para lograr una independencia del imperialismo fueron echadas atrás, en aras de someterse a la dependencia económica de la burguesía internacional.
La tercera conclusión generalizada entre los sectores de avanzada que luchan con AMLO o en los sindicatos antes mencionados, es la necesidad de echar a Calderón. Este gobierno es uno de los más repudiados de la historia moderna del país, se comprende perfectamente que la única forma de terminar estos ataques es echar al espurio. Si nos preguntamos ¿Cuál es forma de hacerlo? La respuesta puede ser distinta. Andrés Manuel ha insistido que el modo de terminar con este gobierno  son las elecciones del 2012, esto ha planteado que todas las demás luchas queden subordinadas a esto, el problema es que si nuevamente la burguesía hace fraude todas las esperanzas nuevamente quedaran retenidas otros 6 años.
Hay algunos que planteamos que se debe de derrocar a Calderón con movilizaciones, esta puede ser una salida razonable y realizable, sin embargo para que esta empresa tenga éxito se tendría que formar un frente entre los sindicatos, la parte progresista y de lucha de los partidos del PRD y PT, sindicatos y organizaciones barriales, campesinas y estudiantiles; plantearse como objetivo el derrocar a este gobierno e ir hasta las últimas consecuencias para conseguirlo, esto plantea la situación de la huelga general.
Mientras que no existan estas condiciones difícilmente se podrá echar al espurio de los pinos. Es cierto que no goza del apoyo de una parte de su misma clase, e incluso puede haber presiones de la burguesía para que deje el gobierno, sin embargo es poco probable que caiga por estas consideraciones.
Independientemente del camino a seguir en contra del gobierno y la burguesía, es cierto que la organización es fundamental, la iniciativa que ha tomado AMLO para reactivas comités es fundamental, esta es la estructura que podrá  llevar adelante, no solo la campaña electoral, sino la  lucha por rescatar al PRD de las manos de la burocracia chuchista, el desarrollar un “gobierno del y para el pueblo”, como lo plantea AMLO.

Las propuestas de AMLO
AMLO ha presentado en su último libro y en una asamblea masiva 10 puntos que son el puntal de su programa para transformar a México y las elecciones presidenciales del 2012. Es un programa muy parecido al de Cárdenas en los años 30, reclama por un lado la necesidad de que el Estado organice y sea el garante del desarrollo del país, para lograr eso el Estado tiene que tener el control de los recursos estratégicos por ejemplo la electricidad, el petróleo y las minas; plantea que se tiene que acabar con los monopolios y para lograr esto se tendría que abrir el mercado para que con la competencia se bajen los precios; luchar por una soberanía alimentaria, pasando por la reactivación del campo; se intenta combatir el monopolio de las televisoras, sin expropiarlas, sino a partir de la creación de más canales de radio y televisión; rescatar a Estado, dotarlo de una austeridad republicana y una nueva visión de la política y crear una nueva ideología, más humana, que esté libre de egoísmos, que sea tolerante y solidaria, etc.
Los planteamientos que hace AMLO son progresistas, tratan de sentar la base para una independencia con respecto al imperialismo, plantean el solucionar las demandas más necesarias de los trabajadores y explotados, así como dar pie a una verdadera democracia basada en la igualdad, solidaridad y tolerancia. A grandes rasgos esto no solo es correcto sino necesario.
La sociedad capitalista a nos ha acostumbrado que el ser egoísta, individualista, la competencia, etc. son necesarios para sobresalir, sin embargo eso no quiere decir que siempre y en todas las circunstancias el hombre es egoísta, que así lo ha sido y lo será, en realidad la historia de la humanidad muestra que la participación comunitaria ha sido la base sobre la que ha sobrevivido el ser humano, un hombre solo abría desaparecido. Necesitamos de los demás como los demás necesitan de nosotros. El capitalismo crea esta estratificación e individualismo para mantener un dominio efectivo, como dice el dicho “divide y vencerás”.
La necesidad de una nueva moral plantea un cambio profundo en las relaciones de producción, AMLO plantea que el Estado puede ser garante de la solución de las necesidades, para que esto pueda ser cierto el Estado tendría que mantener las palancas de la economía nacional, las minas, el petróleo y la electricidad sí. Así mismo el Estado tendría que controlar un banco único central, las grandes cadenas comerciales, teléfonos, aceros, textiles, de la construcción, automotriz, etc. esto sí sentaría las bases firmes para una nueva moral.
Este Estado, como lo comenta AMLO, tendría que basarse en la austeridad republicana, pero es muy poco probable que los ministros, diputados y cenadores actuales voten o abalen la reducción de sus salarios. Para que la austeridad republicana pueda ser real se tendría que luchar porque el sueldo de los diputados y senadores no sea mayor al de un obrero cualificado -20 mil pesos mensuales como máximo-. Seguramente que los actuales parlamentarios no lo aceptaría, por eso es necesario que, sobre la base de los comités que hoy existen del gobierno legitimo, se pueda levantar una estructura de representantes democráticamente electos los cuales se puedan reunir de forma cotidiana y puedan conformar un parlamento del pueblo, con derecho a revocación inmediata, sin salarios ostentosos y que trasmitan las necesidades del pueblo. Este poder alternativo tendría que suplantar el de las cámaras.
La democratización de los medios de comunicación no solo se tendría que plantear abriendo más canales para las trasmisiones, sino emplazando a los monopolios de comunicación par que se diga la verdad, un comité formado por el mismo pueblo puede ser garante de esto. Sí estos no cumplen tendrán que ser expropiados por el estado y ponerlos a disposición de la mayoría de la población.
El controlar los precios para evitar la especulación es una cuestión de primer orden, el gobierno de AMLO podría plantearse el garantizar la compra de las mercancías a los ingenios y campesinos del campo mexicano, así se evita el coyotaje y la especulación, a la par se podrían echar a andar cooperativas de consumo y poder garantizar la compra de estos productos. El garantizar créditos baratos a los campesinos también abarata las mercancías y se abate la dependencia alimenticia.
En fin, hay muchas cosas que se pueden discutir para enriquecer  las propuestas de AMLO, pero lo que si nos queda claro es que este plan va a ser  rechazado por los potentados nacionales y extranjeros, ninguna de las grandes petroleras que tienen negocios con PEMEX y que goza de jugosas ganancias va dejarse arrancar los contratos que mantiene, de la misma forma ocurrirá  con la electricidad y las minas; los monopolios de la comunicación lanzaran campañas agitando contra AMLO, etc. tenemos que cerrar filas ante la resistencia de la burguesía para que López Obrador llegue a la presidencia y desmoronar toda la resistencia que levantaran los capitalistas, al mismo tiempo tenemos que aprender que es o que ha ocurrido en América Latina a gobiernos que han propuesto planes de desarrollo similares a los que ahora propone AMLO, concretamente podemos ver el ejemplo de Venezuela y Bolivia.

La experiencia historia de nuestra América
En general en el continente  Americano los problemas son los mismos, las miserables condiciones de vida son el sustento de las glamurosas riquezas de unas cuantas familias locales, la oligarquía nacional, y de grandes empresas y bancos de capital extranjero.
Cada uno de estos países las burguesías nativas no han jugado ni un solo papel revolucionario para buscar la independencia económica  del imperialismo, ni se preocupado en luchar por las libertades democráticas plenas, no tiene ningún sentido mientras que a ellas les toque una tajada del pastel.
Desde el año 2000 se han vivido nuevas experiencias en la lucha de las masas latinoamericanas, en un sinfín de países se han dado abiertos procesos revolucionarios donde han echado presidentes del poder, donde los trabajadores han paralizado con huelgas generales todo un país, etc. Se trata de toda una serie de movilizaciones en contra del llamado “neoliberalismo”.
Pero no podemos  olvidar que el neoliberalismo es simplemente una continuidad del mismo capitalismo, las bases materiales que existían en la época de Cárdenas y la coyuntura internacional del periodo inmediato posterior permitieron que las luchas de los trabajadores generaran ciertas reformas.
Hoy el agotamiento de los medios de reproducción del sistema capitalista obligan a un ataque generalizado a los intereses económicos de los trabajadores, no hay espacio para autenticas reformas, incluso regímenes que se dicen de izquierda  practican un antisindicalismo en los hechos.

La experiencia de Venezuela y Bolivia
Las experiencias de estos dos países son muy aleccionadoras, se necesitaría más de un libro para poder escribir detalladamente todas lo que ha pasado en los últimos 10 años, sin embargo nos conformaremos con extraer una solo de las lecciones, como es que en estos países, que tienen a dos presidentes de izquierda y que en su ideario político está el poder ayudar a solucionar los problemas que vive su gente se topa con la férrea resistencia de las oligarquías locales y el imperialismo.
En 1998 Hugo Chávez llego al gobierno por medio de una de las elecciones más masivas, en medio de una pobreza espantosa los venezolanos votaron por el comandante que había tratado de dar un golpe de estado en el 92 para cambiar al gobierno en turno. Este no fue el punto central por el que se voto por él, sino su planteamiento sobre la lucha contra la pobreza y los beneficios de unos pocos a costa del sufrimiento de la mayoría.
Desde el primer día de su presidencia habló sobre la necesidad de un cambio, no tenía claro como ni hacia donde pero no quería que las cosas siguieran como están, hablaba de una “tercera vía”, un capitalismo más humano a partir de pequeñas reformas, ninguno de sus planteamientos eran socialistas, en el mejor de los casos solo eran algunas concesiones para los más desfavorecidos.
La respuesta de la oligarquía venezolana y el imperialismo fue brutal, intento un sabotaje económico en la principal empresa del país, PDVZA (Empresa de petróleo), organizo y dirigió un golpe de estado con la ayuda de un sector del ejército, la iglesia y la ayuda inestimable de los medios de comunicación privados,  a organizado atentados contra su vida y grupos paramilitares para desestabilizar el país y muchas cosas más.
Una reacción totalmente desproporcionada a lo que plateaba Chávez, el punto central aquí  es el siguiente, en una época en la burguesía compite con otras burguesías tanto nacional como internacional no se pude permitir el hecho de dar y aguantar concesiones a sus trabajadores, El capital funciona expoliando la máxima cantidad de riqueza de los trabajadores, un gobierno que se oponga a esto simplemente no le sirve  los “dueños del país”. Esta fue la razón de los furibundos ataques.
Lo único que ha mantenido a Chávez en el poder son los trabajadores, en el golpe de estado, en  el sabotaje económico, etc. en cada ocasión los trabajadores, campesinos y organizaciones barriales han mantenido al gobierno, han orillado a que la política del presidente cambien, porque los intereses de estas dos clases antagónicos no se pueden conciliar. A partir de esta participación activa de las masas es como se ha sacado la conclusión que la única forma de poder garantizar un bienestar a la mayoría, una verdadera democracia y oportunidades a todos los explotados es el socialismo. Poco a poco se han nacionalizado algunas empresas bajo control obrero, se han dado pasos así el objetivo, sin embargo no se ha concretado el proceso, la burguesía está luchando por regresar al poder, si esto sucede podemos apostar que habrá una terrible represión, se terminara con la columna vertebral de la revolución, la más terrible de las derrotas.
En Bolivia ha pasado algo parecido, Evo morales sube al poder después de dos impresionantes huelgas generales que paralizaron el país, el poder estaba en manos de los mineros y la Central Obrera Boliviana (COB). Por fallas en la dirección de esta organización sindical no se pudo tomar el poder, los trabajadores vieron en las elecciones una nueva oportunidad de arribar al gobierno por medio de las elecciones, el Movimiento Al Socialismo (MAS) se convierte rápidamente en un partido de masas que agrupa no solo a organizaciones campesinas, miles de obreros se suman a la campaña de Evo.
Una vez en el poder evo intenta dialogar una y otra vez con la oligarquía boliviana, hace concesiones y retrocede en muchos planes que tenia, esto es suficiente y la reacción organiza un intento de golpe de estado con organizaciones semi fascistas apoyados por dirigentes reaccionarios de algunos estados en las provincias. Le tratan de echar del gobierno por referéndums, sabotajes, etc.
Las medidas que ha tomado Evo no son socialistas, son medidas progresista, sin embargo, como en el caso de Venezuela, las oligarquías reaccionarias no están dispuestas ni un ápice, las consideraciones son las mismas que con Venezuela.
Esto es lo que ha pasado una y otra vez, es posible que esto sea uno de los grandes problemas para AMLO, el tiene que seguir manteniendo  un apoyo de las masas organizadas, los trabajadores, estudiantes y campesinos pobres son sus aliados naturales, cualquier negociación con la oligarquía local solo entorpecerá el camino al cambio.

Que programa necesitamos los trabajadore
La condición previa para rescatar a los países subdesarrollados de su atraso, en la época de la dominación imperialista –globalización- es la consumación de las tareas democráticas que no se han resuelto: plenos derechos democrático para la población y las minorías nacionales oprimidas, la reforma agraria, un desarrollo industrial y cultura avanzada, un sistema de transporte moderno y eficiente, la separación de la iglesia y el Estado, etc.
Sin embargo la burguesía nacional de estos países  es totalmente incapaz de poder culminar estas tareas, desde su nacimiento estuvieron vinculadas y subordinadas a la burguesía internacional y su desarrollo fue a costa de esta, el papel que asume es de simple súbdito. Mucha de la burguesía nacional suministra materias primas y bienes manufacturados a los grandes trasnacionales, comparten negocios y empresas. Este vínculo acentúa su incapacidad para poder desarrollar un país independiente del imperialismo.
Estas tareas pendientes, democrático burguesas, solo pueden ser terminadas por los trabajadores y su gobierno, con el apoyo del campesinado pobre y demás sectores oprimidos, expropiando a los grandes centros industriales y claves de la economía se podría comenzar a resolver los grandes problemas que ahogan la sociedad, con la planificación democrática se podrían desarrollar las fuerzas productivas, crear empleo bien remunerado y recortar la jornada laboral, se podría desarrollar un plan de obras públicas como escuelas, hospitales y casas de acceso popular; con la nacionalización de la banca se podrían dar créditos baratos a los campesinos y pequeños negocios, etc.
Aunque puedan existir algunas diferencias entre la burguesía nacional y el imperialismo, está demostrado que las burguesías nacionales temen mucho más a los oprimidos de su país que un conflicto con la burguesía internacional, a esto se debe el sin fin de traiciones que hace la burguesía y sus voceros cuando hablan de la soberanía nacional y al final termina claudicando ante el imperialismo.
Creemos que es imposible el conciliar los intereses de clases antagónicas, mientras que los explotados luchan por sobrevivir, elevar sus niveles de vida, empleo, salubridad y educación, para la burguesía todas esas demandas son superfluas y van en contra de sus intereses, por eso el confiar que la burguesía podrá solucionar nuestros problemas es ilusorio, antes de ser mexicanos o de cualquier nación, ellos son capitalistas, por encima esta su sentido de clase que su nacionalidad, no es extraño ver que hay fuga de capitales nacionales en el momento en que el país se hunde, el capital va donde hay ganancias.
La colaboración de clases a dado suficientes muestras que al final solo sirve para mantener los intereses de los capitalistas a costa del sufrimiento de la gran mayoría de la población. El intento de unirse con la llamada “burguesía progresista” simplemente plantea atar a los trabajadores al programa de esta y dejar olvidas las aspiraciones de la gran mayoría para preservar los intereses mezquinos de unos cuantos potentados.

El socialismo no es una ilusión, es una necesidad
Es por esto que nosotros opinamos que la lucha por el socialismo es la única forma de poder asegurar no solo los derechos democrático- burgueses, sino desarrollar una sociedad que pueda elevara los niveles de vida superiores a los de los países capitalistas avanzados.
Si fuésemos supersticiosos podríamos decir que es casi una maldición la que acompaña a países ricos en recursos naturales, su riqueza les transforma en fuentes de saqueo y miseria. No se trata de fortuna, es cosa de dueños y no dueños, quien hoy mantiene los medios de producción solo producen para cubrir sus intereses no los de la sociedad. Si la economía pudiera ser administrada de forma planificada, en primera instancia para cubrir las necesidades más básicas, esto podría desaparecer las necesidades más básicas. Pero para que esta planificación económica se pueda realizar necesitamos controlar la economía, los bancos, la industria minera, eléctrica, petrolera, telefónica, de construcción, de acero, etc., deben estar nacionalizados y bajo control de los trabajadores.
AMLO lo podría hacer, bastaría con un llamado serio para luchar por su nacionalización. Con los recursos de estas empresas se podría invertir en educación, salud, cultura y recreación. Esto es lo que nosotros proponemos, esta es la base del socialismo, sobre esta base se podría levantar una verdadera democracia donde los trabajadores puedan tomar una verdadera participación en la política con representantes escogidos en asamblea, los cuales puedan tomar el control de la política en sus manos.
Las tareas inmediatas son claras, impulsar una campaña paraqué AMLO sea nuestro candidato, luchar paraqué su programa se pueda realizar y empujar de forma organizada para que las conquistas que se puedan conseguir se conserven, esto quiere decir luchar por el socialismo.
 

Fecha: 

Julio de 2010

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