El Salvador y la lucha de clases: el partido militar y el plan desarrollista

Escrito por: 

Evert Torres

En esta segunda parte me centraré en las repercusiones a nivel político de la fallida insurrección de 1932, así como el plan desarrollista que surge en la década de los 50 y continúa hasta los 70, cuando llegan al ocaso las dictaduras militares que se iniciaron en 1931 con Maximiliano Hernández, así como la aparición de grupos armados que se fusionarían en el FMLN.
Después de la fallida insurrección de 1932 con la consecuente masacre de 30,000 campesinos, que sustentaría la llegada al poder de Maximiliano Hernández, más la simpatía de los Estados Unidos por el gobierno salvadoreño, dieron como resultado el establecimiento nuevamente de las dictaduras (como cuando de 1913 a 1927 gobernó la dinastía de los Meléndez Quiñones), pero ahora el poder político y el militar en El Salvador eran uno solo.
El Salvador ha estado marcado por las dictaduras militares, a pesar de ello, éste país ha sido considerado un país “democrático” ya que ha habido elecciones en muchas ocasiones a lo largo de su historia, sin embargo hay que mencionar que  los resultados de las elecciones eran dados por los militares, en los que sus candidatos siempre ganaban, mientras la oposición se encontraba en la cárcel o el exilio. En 1931, con la llegada de Maximiliano Hernández,  se instaura en el poder el “partido militar”, que no era otra cosa más que el control absoluto del país, (control del poder ejecutivo, de la Fuerza Armada, del partido oficial, del poder legislativo, de la junta monetaria, etc.).
En éste periodo se forman partidos para aparentar la democracia y la constitucionalidad de los regímenes militares. Maximiliano Hernández Martínez crea el PRO-PATRIA, el coronel  Oscar Osorio crea el Partido Revolucionario de Unificación Democrática (PRUD) y el coronel Julio Adalberto Rivera funda el Partido de Conciliación Nacional (PCN), pero sin el mínimo intento de democratizar el país.
En lo tocante a la economía hasta la década de los 50 se mantenía en la hegemonía de la oligarquía cafetalera, que junto a los intereses de Estados Unidos se aseguran que los regímenes militares permanecieran al frente del gobierno, pues por medio de ellos no se permitía la industrialización de otros sectores como el azucarero o la industria.
Pero para estos años se instaura el “desarrollismo”, que intentaba diversificar la producción y ya no depender tanto de la fluctuación de los precios del café, este intento se llevó a cabo en un momento en que los precios del café eran altos, pero el plan de desarrollo debía incluir a todos los países de la región debido a que el mercado interno era reducido, siendo El Salvador el que tenía un núcleo capitalista más desarrollado, por lo que el sector industrial salvadoreño fue el que tomó la batuta de dicho plan, lo que no significaba que El Salvador fuera para ese entonces un país industrializado.
Ante el pequeño giro que se daba en la economía, se necesitaba de un régimen que fuese más democrático, por lo que hubo un intento entre octubre de 1960 y enero de 1961 para avanzar en este sentido por el directorio cívico-militar, intentó que fue liquidado por los intereses de EEUU y las clases dominantes internas, incluida la oligarquía cafetalera.
La política desarrollista, continúa en los años70, década en la que se realizan dos fraudes electorales. El primero ocurrió en las elecciones de 1972, que fueron ganadas por la Unión Nacional Opositora (UNO), en la que participaban varias organizaciones de izquierda, pero tomó la presidencia el PCN. Para 1977 se convoca otro proceso electoral al que se presenta de nueva cuenta la UNO, que vuelve a ganar, pero se desconoce el triunfo y se impone al Gral. Carlos Humberto Romero, sellando el fraude el 28 de febrero y el 1º de mayo, con la masacre de sectores de la UNO que reclamaban el triunfo.
Estas maniobras fueron seguidas por el golpe militar del 15 de octubre de 1979, debido al desgastado gobierno del Gral. Romero, así como a las alianzas entre los grandes propietarios salvadoreños y la embajada de EEUU. Dicho golpe fue pensado y realizado en gran medida por el triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua y por la influencia cubana en dicha Revolución.
Durante éste periodo surgen organizaciones político militares, entre 1970-1976 se forman el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), las Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional (FARN), el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC) que dirigían organizaciones de masas (BPR, LP-28, FAPU, MLP) que junto con la UDN, plataforma electoral del Partido Comunista Salvadoreño (fundado en 1930), crean la Coordinadora Revolucionarías de Masas (CRM), la unidad de las organizaciones de masas confluyen la unión de las organizaciones político militares y el nacimiento del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).
Iniciando de una forma regular en 1975, las milicias populares, que desatarían la insurrección del 10 de enero de 1981, cuando el FMLN lanza una ofensiva insurreccional, dos días más tarde, el Frente Democrático Revolucionario (FDR) convoca una huelga general en apoyo a las acciones del FMLN. Desde ese momento y hasta principios de 1984 el FMNL avanzó contra las fuerzas armadas salvadoreñas, y a mediados de ese año también se enfrentó a los ejércitos intervencionistas de EEUU, Venezuela y Honduras.

Fecha: 

19 de abril de 2010

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