“El grado de emancipación de la mujer
es la medida natural de la emancipación general”

Carlos Marx y Federico Engels. La Sagrada Familia

En 1911 durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, se proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres. Clara Zetkin propuso la idea del Día de la mujer trabajadora, mejor conocido como el Día Internacional de la Mujer, se celebra cada 8 de marzo, en conmemoración de que en esta misma fecha, pero en 1909, un incendio originado en una fábrica de Nueva York, Estados Unidos; ocasiono que 129 mujeres perdieran la vida.
La lucha por la igualdad de derechos de la mujer siempre es un tema latente en nuestra sociedad, los alardes de los logros alcanzados por las mujeres siempre es tema de alabanza. Sin embargo a pesar de las victorias logradas a lo largo de los años, la opresión y desigualdad es algo recurrente, la opresión a la mujer es uno de los pilares del capitalismo.
A pesar de todo lo que se dice sobre el “mundo de la mujer” y el “poder femenino”, y de todas las leyes que supuestamente garantizan su igualdad, las trabajadoras todavía son uno de los sectores más explotados y oprimidos del proletariado.  El capital ha echado mano de la iglesia, organizaciones feministas y de la prensa burguesa para frenar la organización de las mujeres bajo las banderas correctas. El feminismo ha sido utilizado por la burguesía de la forma más reaccionaria posible jugando un papel incluso contra revolucionario, dicho sea de paso que feminismo y machismo son dos caras de la misma moneda. La lucha de la emancipación de la mujer no debe ser entendida como una mujer en el poder explotando a la clase obrera, sino como la igualdad de derechos y obligaciones en una sociedad sin clase: una sociedad socialista.
Lenin decía que la mujer bajo el capital es doblemente oprimida, en primer lugar por no tener los mismos derechos que los hombres y en segundo por la “esclavitud domestica” a la que son sometidas. En la actualidad la mujer para cumplir los estándares de la sociedad, debe de tener estudios, un trabajo bien remunerado y una familia modelo para considerarse exitosa. A pesar de la presión a la que es sometida su carácter revolucionario es aguerrido, en algunas circunstancias más que el del hombre, debido a que son sometidas al doble de presiones. Como marxistas entendemos la importancia de que la mujer participe en la lucha organizada, dentro de los sindicatos, las escuelas y los barrios, el potencial de las mujeres en lucha revolucionaria es oro molido.
Entender el origen de esta celebración nos ayuda a distinguir de una conmemoración  “feminista burguesa” a una celebración de la mujeres y del conjunto del movimiento obrero, la elección de la fecha no fue solo para conmemorar la muerte de mujeres en un incendio sino la lucha que estaban dando dentro de su fábrica para mejorar sus condiciones laborales. La emancipación de la mujer solo es posible con el socialismo y con la emancipación de la humanidad en su conjunto, y no hay mejor forma de celebrar esta fecha que el salir y unirse a la lucha del proletariado bajo la bandera del socialismo.