Los pueblos prehispánicos, Segunda Parte

Escrito por: 

David García Colín Carrillo

El arcaico americano.
El descubrimiento de la agricultura fue una de las revoluciones más importantes de la historia de la humanidad. Su descubrimiento no fue el simple producto de la genialidad de la mente humana sino el resultado de una crisis global que obligó a los cazadores recolectores a buscar nuevas fuentes alimenticias; en general las mismas condiciones que orientaron a los pueblos de Oriente Medio a dar el gran salto fueron las que obligaron a los pueblos mesoamericanos a domesticar el teosinte.

El final de la última glaciación (hace unos doce mil años) tuvo un impacto significativo a nivel global que repercutió en las formas de vida de los pueblos cazadores recolectores: abre el periodo de la prehistoria americana que se conoce como periodo arcaico (conocido como mesolítico a nivel global), se trata de un periodo de crisis que prepara la revolución neolítica (domesticación de plantas y animales), el cambio climático ocasiona la extinción masiva de la megafauna pleistocena (mamuts, renos gigantes, etc.) y el cambio de las estrategias alimenticias de los pueblos del mesolítico hacia recursos fluviales y boscosos, la recolección y la caza de pequeñas presas (alimentación de amplio espectro). Estas condiciones determinaron que los pueblos del mesolítico tendieran a establecerse cerca de los cursos fluviales y las zonas boscosas y establecieran una relación más estrecha con los ancestros silvestres de las primeras plantas y animales domesticadas.
En el caso del viejo mundo, por ejemplo, no es casualidad que los pueblos mesolíticos del creciente fértil, en Oriente Medio, que recolectaron los ancestros silvestres del trigo y la cebada (de los cuales se alimentaba a su vez los ancestros salvajes del cerdo y los rumiantes como la cabra y el buey) fueran los primeros en el mundo en experimentar la revolución neolítica. Los habitantes del viejo mundo tuvieron el privilegio de tener las condiciones ecológicas ideales para la domesticación casi simultánea de plantas y animales (especialmente los ancestros de los animales de tiro productores de leche); los habitantes del llamado nuevo mundo no tuvieron tanta suerte: la extinción masiva del periodo arcaico, favorecida probablemente por el exceso de caza de los pueblos Clovis, abarcó a todos los animales domesticables que pudieran servir como animales de tiro y que fueran grandes productores de leche y carne (la única excepción fue la llama en sudamérica pero por sus características nunca sirvió como animal de tiro), los animales domesticados en mesoamérica son pequeñas gallináceas y el famoso tepescuincle. Esta es probablemente una de las explicaciones del porqué fue el viejo mundo el que conquistó al nuevo y no a la inversa. La falta de animales de tiro que profundizaran las repercusiones de la revolución neolítica condicionó, muy probablemente, el relativo retraso en el desarrollo histórico de los pueblos mesoamericanos, a pesar de haber domesticado de manera absolutamente independiente y por sus propios medios plantas como el maíz y la calabaza casi al mismo tiempo (la domesticación del maíz puede datarse en un periodo tan antiguo como hace unos 9 mil años) que los primeros agricultores del viejo mundo  hicieran lo mismo con el trigo.
Los pueblos del periodo arcaico siguieron siendo parcialmente nómadas varios miles de años después de la domesticación porqué no contaron con los grandes herbívoros domesticables que pudieran satisfacer sus necesidades alimenticias.
Como una muestra de que la consciencia social está determinada por el contexto social podemos dar el ejemplo de la rueda y la domesticación de animales. Durante muchos años los antropólogos se han roto la cabeza al tratar de explicar el porqué las culturas Mesoamericanas desconocían la rueda. La respuesta más probable es que en dichas culturas la rueda no se podía insertar productivamente en el sistema; tal como en el caso de la máquina de vapor en la Grecia antigua la rueda no fuera más que una curiosidad destinada a los juguetes y a los adornos de templos y palacios. Sin animales de tiro resultaba muy difícil encontrarle a la rueda una utilidad trascendente por más que los arquitectos precolombinos la hayan ideado una y mil veces.

Periodo formativo
Este periodo se abre a partir de la revolución neolítica en Mesoamérica. Algunas teorías señalan al valle de Puebla como uno de los primeros centros de domesticación del teosinte,  sin embargo, estudios recientes señalan que la antigüedad de su domesticación es tan temprana como 8,700, 2,500 años antes de lo que se suponía, (quizá su domesticación sea más antigua pues se han encontrado estratos más viejos con instrumentos de molienda que no han sido datados con exactitud).
Los ancestros más antiguos del maíz (y una variante de calabaza) se encuentran en el valle del rio Balsas en un entorno que no se corresponde a las viejas teorías que suponían que su domesticación se dio en zonas alta y áridas sino en un nicho ecológico que se corresponde con una dieta de “espectro amplio”, es decir, en un entorno como el que señalamos en el inciso anterior (tierras bajas y boscosas) "Nuestros hallazgos confirman una domesticación del maíz en el Holoceno temprano e indica que es otro importante cultivo del Nuevo Mundo que tiene su origen en el bosque tropical", explica Dolores Piperno. Este descubrimiento tiende a confirmar que la domesticación del maíz no se trató de una ocurrencia que se pudiera dar en cualquier momento de la historia.
Si bien, con considerable retraso, la revolución neolítica en Mesoamérica, al igual que en el viejo mundo, tuvo consecuencias sociales de gran calado, la más importante de ellas fue que permitió la producción de un excedente en virtud del cual la sociedad alcanzó el punto en el que se podía estratificar generando diferencias sociales en status y poder; este proceso culmina con la formación de las clases sociales y comienza con la formación de jefaturas en las que la tribu o el clan empieza a experimentar una diferenciación social.

Preclásico (2,500 a C – 200 d C)

Olmecas
La cultura Olmeca es considerada la civilización madre mesoamericana. Se desarrolló hace unos 3,200 años, hasta hace 2,800 en el sureste de Veracruz, el oeste de Tabasco en torno a tres grandes centros ceremoniales: San Lorenzo, la Venta y tres Zapotes. Destaca por la construcción de monumentales cabezas de basalto de varias toneladas de peso y de tres y cuatro metros de altura, la cultura Olmeca se desarrolló en torno a caudalosos ríos, construyó estructuras de adobe y montículos con una técnica de agricultura con templos en la parte superior precursoras de las pirámides. Se estima que, en su apogeo el centro ceremonial la Venta llegó a  albergar a 18,000 habitantes; la construcción de los montículos y el traslado de las enormes piedras basálticas en cientos de kilómetros sugieren el grado de organización necesaria para realizar tales empresas.
La dispersión de las protociudades olmecas, la baja densidad poblacional, el hecho de que complementaran su dieta con la caza y la pesca de mariscos sugiere que los Olmecas representen un ejemplo de una jefatura avanzada en la cual grandes jefes militares y religiosos concentraran y monopolizaran el excedente de las cosechas y el comercio de artículos de lujo (jade, Obsidiana), sin llegar a alcanzar el grado de civilización (estado y grandes centros urbanos), organizando a los miembros de las aldeas en la realización de obras públicas. Muy probablemente las cabezas olmecas sean la consagración de esa casta militar sacerdotal que se había erigido por encima de su propia tribu gracias a la intensificación de la producción agrícola por medio de la tala y la quema. Este modelo de estructura social sería el prototipo primigenio de los pueblos mesoamericanos que se profundizaría en calidad y extensión durante el periodo clásico (mayas) llegando al grado de civilización y llegaría a su punto culminante en cuanto a agresividad en el posclásico con el imperio Mexica.

Zapotecas
Otra cultura, posiblemente relacionada con los Olmecas y los antiguos mayas, cuyo mayor florecimiento fue el periodo preclásico, fue la cultura zapoteca que se desarrolló en el centro del actual estado de Oaxaca hace unos 2,500 años. Esta cultura desarrolló una de las formas de escritura jeroglífica más antigua de Mesoamérica (si bien en el 2006 se descubrió un bloque con glifos de hace unos 2,900 años perteneciente a la cultura Olmeca). Su principal centro ceremonial fue San José Mogote y Montalbán. Desarrollaron una agricultura mucho más intensiva que los Olmecas a base de construcción de cisternas y acueductos para el aprovechamiento del agua de lluvia. Sus conocimientos astronómicos y matemáticos fueron notables y su sistema tributario fue más amplio y desarrollado. Es posible que esta cultura haya estado relacionada con la fundación de Teotihuacán en el periodo clásico.
Continuará 

Ver también:

Los pueblos prehispánicos Primera Parte

Fecha: 

5 de febrero de 2010

Teoría Marxista: 

Periódico: