Desde que el presidente Hugo Chávez de Venezuela planteo durante la realización del último Congreso del Partido Socialista Unificado de Venezuela la necesidad de crear una V internacional, hace cuatro meses, se ha iniciado  un proceso de discusión muy importante dentro de las izquierdas latinoamericanas.
Para empezar el planteamiento es absolutamente correcto, el movimiento socialista a nivel internacional necesita una organización  a nivel mundial tal y como lo hacen  la burguesía para defender sus intereses de clase.  El socialismo pretende construir un mundo no capitalista sobre la base de la existencia de un sistema económico cada vez más global y por tanto debe construir instrumentos de lucha a nivel global, era cierto en tiempos de Marx y es mil veces  más cierto a ahora.
No obstante, es preciso decir que el plantear una necesidad, como lo es la V internacional, no implica su nacimiento por decreto. Uno de los primeros aspectos que se deben proponer es extraer las lecciones de intentos de organización surgido en tiempos recientes  tales como el Foro Social Mundial, el cual no pasa de eso, es decir; un espacio en donde miles de voces de expresan sin poder construir ninguna acción cohesionada, como no sea el decidir cuando será la próxima reunión. Cuya única forma de expresión es la movilización ante tal o cual encuentro de dirigentes burgueses.
Otro aspecto clave es el programa que defenderá; es verdad que procesos como el boliviano, el venezolano (el ecuatoriano también pero este último es mas dicho que hecho), que se definen en el entorno del socialismo del siglos XXI, han surgido  primero como movimientos amplios y luego han accedido al gobierno partiendo, no de la ruptura con el capitalismo sino de la combinación entre iniciativas progresistas y movilizaciones de masas que han llevado los procesos cada vez más a la izquierda, no obstante también es cierto que en todos los casos se ha permitido la subsistencia del capitalismo como formación social dominante, dejando el retorno de los capitalistas al gobierno como una posibilidad más que latente. La V internacional cometería un grave error si convirtiera los procesos venezolano u boliviano como modelos a seguir.
Otro problema es por lo tanto la actitud hacia el marxismo, es decir el método de análisis de los procesos reales y la táctica a implementar para la construcción del socialismo. Estamos seguros que la primera fase de aquellos que pretendemos avanzar en la construcción de la V internacional será  el debate compañero y serio de estos aspectos, con el fin de  sentar las bases no de un foro de denuncias, que los hay muchos,  ni de una organismo burocrático autocomplaciente, que los hay también, sino de un instrumento revolucionario para la transformación socialista de la humanidad a nivel mundial.
Adelante compañeros, no tenemos nada que perder salvo nuestras cadenas, en cambio tenemos un mundo que ganar