La Huelga Nacional no debe ser una simple consigna sino una estrategia de lucha y de unidad en la acción

Escrito por: 

David García Colín Carrillo

El “Congreso Social hacia un Nuevo Constituyente” es una oportunidad para debatir las medidas que los sindicatos, el PRD, PT, las organizaciones obreras, campesinas y estudiantiles debemos impulsar para revertir el ataque al SME, las medidas antiobreras del régimen y lograr la caída del gobierno espurio; demandas cada vez más sentidas como la caída de Felipe Calderón, el aumento salarial de emergencia, el final del llamado modelo neoliberal, la huelga general muestran que el nivel de conciencia de las masas trabajadoras se ha incrementado producto de los ataques del régimen. Sin duda, se respira un ambiente de unidad en la acción. Al movimiento le toca ahora discutir la manera de concretar esas demandas y la forma en que la unidad del movimiento obrero y campesino se debe manifestar.

En los últimos años, sobre todo a partir del fraude electoral, el movimiento ha utilizado diferentes formas de lucha: marchas, mítines, plantones, incluida la insurrección popular en Oaxaca. Estas formas de lucha del movimiento son necesarias pero no han sido suficientes para derrocar al gobierno ni para detener los ataques como la extinción de Luz y Fuerza del Centro, ha hecho falta que el movimiento se exprese como uno sólo golpeando juntos el mismo día y a la misma hora. La insurrección en Oaxaca encabezada por la APPO quedó aislada (la insurrección popular y las asambleas populares debieron extenderse y vincularse a nivel nacional como embriones del poder obrero y campesino), el plantón de Reforma fue insuficiente e incluso sirvió para desinflar temporalmente al movimiento.
Mientras tanto otras experiencias en América Latina nos han mostrado que sí es posible derrocar a un gobierno impopular e inclusive derrotar golpes de estado (Venezuela). En el caso de Argentina y Bolivia fue la huelga general la protagonista principal para derrocar a de la Rua y Sánchez de Lozada respectivamente. Estas experiencias nos señalan que una de las tareas centrales del movimiento, de las organizaciones obreras, es la preparación sistemática y consciente de la huelga nacional, el paro del día 11 de noviembre fue un paso importante que nos muestra los aspectos que hay que fortalecer; no es suficiente una huelga del sector universitario o de servicios, debemos agitar, propagandizar y preparar la huelga en los centros industriales, las minas, las industrias automotrices, las maquilas; preparar los piquetes en los barrios, las escuelas; los cierres de carreteras. Además de ello la revolución Bolivariana nos ha mostrado la manera de combatir los paros patronales, los cierres de fábrica y los despidos: debemos retomar la consiga de fábrica cerrada por los patrones fábrica tomada por los trabajadores. Por lo demás las explosiones populares como las acontecidas en Oaxaca no pueden ni deben quedar aisladas.
La preparación de la huelga general, una huelga política que se extienda a los centros neurálgicos de la economía (la industria),es una tarea titánica que tiene, por supuesto sus complicaciones: no es sencillo que los trabajadores se lancen a una huelga general en un contexto de crisis económica y desempleo masivo; sin embargo, un factor importante en la ecuación es el papel de las direcciones de las organizaciones de masas de los trabajadores, no es descartable que un llamado conjunto de la UNT, PRD, AMLO, CNC, SME, PT, etc en torno a la huelga general, con una estrategia de agitación con brigadas obreras y populares en las zonas industriales y los sindicatos de masas, pudiera convertirse en una huelga política que llevara a la caída del Felipe Calderón, la tarea de obligar a nuestras direcciones a emprender la preparación de la huelga general le corresponde a las bases de los sindicatos, es una tarea que implica la lucha por la democratización de nuestras organizaciones (en especial pasar una escoba proletaria que barra a la burocracia podrida que encabeza la estructura del PRD con la conformación de comités de base que controlen al partido y lo puedan dotar de un programa de clase). Las direcciones del movimiento popular (AMLO, los sindicatos, PRD, PT) no pueden reducir su discurso al apoyo moral y abstracto o a llamados vacíos a la huelga general, los discursos se deben traducir en medidas concretas para preparar la huelga general: llamados conjuntos en torno a la huelga con fecha definida, preparación de brigadas a nivel local, estatal y nacional; debemos confiar en nuestras propias fuerzas y orientarlas con un objetivo común, debemos apelar a la solidaridad del movimiento obrero a nivel internacional, debemos confiar en la iniciativa y creatividad de las masas. 
Es claro que la huelga general no es una panacea pero es un instrumento de lucha que es necesario para el nivel y los retos del movimiento y es una escuela que mostrará que la sociedad no puede funcionar sin trabajadores, es una herramienta que plantea la cuestión del poder, es decir, la cuestión de quién controla a la sociedad los trabajadores o los patrones, estas medidas junto con la toma de fábricas bajo control obrero serán una escuela en donde los trabajadores aprenderemos que el problema de la sociedad en la que vivimos no es una nueva constitución (un pedazo de papel que por sí mismo no cambia las bases objetivas de la explotación) sino la existencia misma del sistema capitalista.   

Fecha: 

3 de febrero de 2010

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