El destino de Afganistán: ¿socialismo o barbarie?

Escrito por: 

Lal Khan

Las fuerzas de la OTAN dirigidas por EEUU en Afganistán están librando una guerra imposible de ganar. Esta realidad comienza a calar en la conciencia de millones de personas en occidente que ahora se oponen a la guerra. Pero también en Afganistán hay síntomas de que la gente corriente está cansada tanto de las fuerzas de ocupación imperialistas como de los talibán. La única alternativa a la barbarie actual es la lucha por una federación socialista del Sur de Asia, que incluiría a un Afganistán socialista.

Han pasado ocho años desde el inicio de esta invasión y no han conseguido ninguno de sus objetivos. El impulso de la democracia, los derechos humanos, la modernidad, la liberación de la mujer, la libertad, el desarrollo, etc., son sólo un insulto al dolor que padecen las pasas que habitan este desafortunado territorio. Los imperialistas impusieron la democracia como una tragedia y al mismo tiempo como una farsa. Hamid Karzai, instalado en el poder después de la invasión por el virrey norteamericano en la región, Zalme Khalilzad, ha demostrado ser uno de los peores títeres que ha tenido el imperialismo en un país atrasado. La paradoja es que en las últimas elecciones no era el favorito de los estrategas norteamericanos en la Casa Blanca y el Pentágono. Pero ha sido capaz de amañar las elecciones en sus mismas narices, contra su voluntad, utilizando un aparato estatal vacilante, asediado y extremadamente corrupto. En el turbulento sur y este de Afganistán, principalmente habitado por la étnica pastún, han podido introducir muchas papeletas electorales que votaban unánimemente a uno de los 36 candidatos y por supuesto ése era Karzai

Sin embargo, la verdadera razón se encuentra en el trato de los talibanes contra aquellos que se han atrevido a votar. Han impuesto una participación tan baja que los funcionarios corruptos han dispuesto de todo el tiempo del mundo para aderezar unos resultados increíbles. Durante el proceso electoral en más de 700 colegios electorales para mujeres no se votó porque las funcionarias se negaron a asistir a dichos colegios por las amenazas que habían recibido. En Kandahar los talibán cortaron los dedos a dos mujeres porque estaban manchados de tinta.

La pobreza asola esta región. La gran mayoría de los afganos oprimidos están sometidos a bombardeos feroces, a lo que se conoce como "daño colateral", la extorsión y la muerte a manos de los fundamentalistas islámicos, la pobreza, miseria, enfermedad, falta de educación y de otras necesidades básicas que sólo disfrutan una ínfima elite privilegiada. Estos títeres del imperialismo disfrutan de una vida de lujo en lujosas residencias en Kabul y otras ciudades. Los imperialistas han inundado Afganistán con bombas, cohetes y armamento moderno que cuestan diez veces más que la ayuda prometida en la Conferencia de Bonn para la reconstrucción y desarrollo de Afganistán.

Este uso a gran escala de armas de destrucción masiva está apoyado por el gobierno norteamericano que no ha dudado en rescatar al Complejo Militar Industrial. Paradójicamente, las empresas de mercenarios militares como Halliburton, Black Water y otros están consiguiendo unas tasas altísimas de beneficios.

A pesar de que la guerra "contra el terrorismo" de la OTAN se ha intensificado, el resultado de la agresión imperialista cada vez es más sombrío. Lo único positivo para los capitalistas nos recuerda a las palabras de Lenin: "La guerra es terriblemente rentable". Las condiciones se deterioran rápidamente, según los cálculos más optimistas, el analfabetismo en Afganistán aún es superior al 70 por ciento. Para las mujeres la situación es peor.

Por otro lado, la doctrina de Obama de construir un ejército "afgano" viable no arranca. La creación de un ejército de 400.000 hombres será una tarea ardua, por decir algo. Aparte de otras cosas, el coste anual será superior al 300 por ciento del PIB del país.

Según un informe del nuevo comandante norteamericano en Afganistán, el general McCrystal, publico por The Washington Post: "La situación en Afganistán va de mal en peor; la insurgencia talibán es resistente y creciente; los afganos están experimentando una crisis de confianza y no confían ni en el régimen de Karzai ni en las fuerzas de la OTAN... Sin una inyección urgente de tropas la operación norteamericana se enfrenta al fracaso en Afganistán...". (Citado en The News. Islamabad. 26/9/09).

Ahora los talibán están abriendo nuevos frentes en regiones del norte como Kunduz, acorralando aún más a las fuerzas de la OTAN. Pero fue en las llanuras que rodean Kunduz donde los talibán se rindieron a finales de 2001. El día de las elecciones por primera vez se lanzaron cohetes contra la ciudad desde 2001. La vecina Baghlan también sufrió el mayor derramamiento de sangre del país.

Algunos estrategas norteamericanos están barajando la "necesidad" de tener un diálogo con los talibán frente a una más que posible derrota. Intentan comprar, alquilar y contratar a los señores de la guerra pero terminaron con un mayor desastre. Los talibán tienen mejores mecanismos de financiación, principalmente a través del tráfico de drogas que ahora representa el 70 por ciento de los costes de su insurgencia. Ese fue el método que la CIA enseñó para financiar en primer lugar la insurgencia reaccionaria contra el gobierno de izquierdas del PDPA.

 El proceso de talibanización inicialmente contó con el apoyo del imperialismo como una fuente potencial de relativa estabilidad. Necesitaban el petróleo y el gas, además de otros objetivos del capitalismo.

Osama Bin Laden fue reclutado para la 2yihad" por Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad nacional del presidente Carter en 1978. Al Qaeda estableció raíces pero principalmente pagada por el dinero petrolero saudí que llegó a los talibán para convertir Afganistán en su base de operaciones. Ahora el monstruo creado por la CIA se ha convertido en un monstruo de Frankestein. Después llegó el 11S y la invasión imperialista actual.

Hoy Afganistán está entre los diez países más pobres del mundo. Es el mayor productor y traficante de drogas, las últimas cifras sitúan el ingreso procedente de las drogas en 52.000 millones de dólares.

Los medios de comunicación imperialistas constantemente intentan crear la fobia de al Qaeda y utiliza los clichés del fundamentalismo islámico para subyugar a la clase obrera siguiendo los duros ataques económicos en occidente. Películas como Slum dog Millionaire reciben óscar y un gran publicidad para demostrar a los trabajadores en occidente lo buenas que son sus vidas incluso aunque les obliguen a aceptar recortes de sus niveles de vida.

Sin embargo, esta situación no puede durar eternamente. La resistencia a la ocupación imperialista no sólo procede de los talibán y otros fanáticos religiosos. Ellos son odiados, igual que los norteamericanos. Su bestialidad no puede conseguir una base social. Existen grupos nacionalistas seculares, progresistas, grupos de izquierdas, restos del Partido Comunista, que también forman parte de la resistencia.

Sería un desastre para la propaganda imperialista si estos sectores de la resistencia fueran reconocidos, citados o mencionados por los medios de comunicación. Las bases sociales de los fundamentalistas islámicos durante estos últimos años se han debilitado en Afganistán, Oriente Medio y en los países del llamado mundo islámico. Sólo el imperialismo es quien los impulsa una y otra vez. Después de todo siempre hay dos caras de la misma moneda.

La revolución de abril de 1978, quizás de una manera caricaturizada, subrayó la validez de la teoría de la revolución permanente de Trotsky. Sin una revolución socialista Afganistán está condenado. Hay nuevas tendencias que ganan fuerzas en los países de esta región. Cualquier desarrollo de un partido revolucionario de masas o incluso una victoria socialista, tendrá un enorme impacto sobre los jóvenes y trabajadores de Afganistán. Después de todo fue el primer país en la región que se atrevió a emprender el camino del derrocamiento del capitalismo y el latifundismo. Sólo una victoria socialista puede cambiar el destino de Afganistán, aplastar la barbarie, romper las cadenas el imperialista, conseguir una ruptura decisiva con el oscurantismo y eliminar las fronteras que dividen a los pueblos a lo largo de la "Línea Durand".

Será un salto del reino del primitivismo al reino de la libertad. Será parte de una federación socialista mundial, una versión más avanzada que la URSS y puede comenzar aquí, en el Sur de Asia.

Fecha: 

Octubre de 2009

Internacional: 

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