Los ataques al CLEP CEDEP, la derecha está desesperada

La juventud no dejará de luchar
escrito por CLEP CEDEP

La lucha que los trabajadores han dado en nuestro país y a nivel internacional ha sido sorprendente. Todos aquellos discursos sobre la estabilidad burguesa de la sociedad se han venido abajo. Las masas han dicho basta a los topes salariares, a los ataques a las prestaciones, las vejaciones y a los abusos de poder. Estas luchas han adquirido tonos realmente peligrosos para la dominación de la burguesía al frente de la sociedad. El caso de la comuna de Oaxaca en el 2006, demuestra precisamente que existen todas las condiciones en nuestro país para lograr el poder de los trabajadores. Pero ejemplos como este, se cuentan por todo el continente.

La respuesta de la derecha, para frenar estas luchas ha sido de represión en todos los sentidos. Al respecto, Rosario Robles declaró hace algunos meses que el nivel de represión hoy día era similar aquel que se vivió durante la llamada “guerra sucia” en nuestro país. Calderón ha desatado una verdadera ola de represión contra el movimiento, en más de una ocasión ha usado al ejército para frenar las huelgas, en otras, ha volcado a los medios de comunicación para desprestigiar los objetivos de las movilizaciones. Los empresarios en nuestro país tratan con este método, alargar su agonía como clase privilegiada.

En esa misma lógica, decenas de organizaciones han sido atacadas directamente. De ello mismo, se ha creado el Frente Nacional contra la Represión, que aglutina a decenas de organizaciones de izquierda para hacer un frente único contra esta política.

En el CLEP-CEDEP, organización estudiantil, de izquierda y democrática, que lucha por los derechos de la juventud a una educación y un trabajo digno, también hemos sido blanco de ataques diversos. La prensa burguesa se ha encargado de difundir mentiras en torno a nuestra actividad como organización en defensa de los derechos de los jóvenes. Las autoridades universitarias han acosado a distintos compañeros nuestros. En el 2005, un compañero nuestro fue expulsado de la UNAM, previo acoso de personal de la Secretaría de Gobernación. Sólo la movilización y solidaridad de sindicatos logró echar abajo esta intentona. Posteriormente, el Movimiento de Estudiantes No Aceptados (MENA) dirigido por nosotros, fue acosado en sus movilizaciones, por cientos de granaderos, al mismo tiempo que las autoridades educativas se negaban a dar una respuesta seria a la demanda de incremento de matrícula en la educación superior.

En el 2007, varios compañeros nuestros fueron apresados en instalaciones del IPN, mientras realizaban un mitin en el marco del MENA. Posteriormente fueron encarcelados y trasladados al reclusorio norte. Acusados de una larga lista de delitos absurdos, que incluso hoy día son imposibles de comprobar. En todo este periodo, varios compañeros nuestros, han recibido amenazas personales y/o escritas. En todas ellas se ve que el modo de operar del Estado es el de seguir cada uno de los pasos de los compañeros en cuestión.

En este año, la dinámica de ataques ha continuado de una forma peculiar. Nuestro local de Preparatoria 3, un local tomado para la lucha estudiantil, fue acosado, por un grupillo de porros que se presentaron en el mismo, planteando que iban a cambiar la chapa de la puerta y que ahora ellos estaban a cargo del local. Evidentemente quien los dirigía, estaba en la idea de frenar la lucha que históricamente hemos impulsado en la preparatoria y todo ello en contubernio con las mismas autoridades de la escuela.

Pero este hecho no fue aislado, posteriormente, nuestro local ubicado en la Zona académica de Zacatenco en el IPN, ha sufrido distintos ataques. En las paredes de algunos edificios, aparecieron pintas reivindicando al EPR junto con montones de volantes nuestros. El objetivo es muy claro, tratar de vincularnos (falsificando o robando material nuestro) con una guerrilla y así justificar “mano dura” contra nosotros. En el CLEP CEDEP, nunca hemos reivindicado o tenidos vínculos con la guerrilla, desde nuestro punto de vista es una forma de lucha que no ayuda sino que al contrario entorpece el desarrollo del movimiento obrero y campesino.

El último ataque que hemos sufrido ha sido el perpetrado contra nuestro local de la FES Aragón, en días recientes un grupo de porros ingresó a nuestro local de una forma totalmente provocadora y cambió la chapa de la puerta del mismo. La forma de actuar fue idéntica al caso de preparatoria 3, el mismo discurso y la misma actitud agresiva. Estos porros estaban buscando crear una confrontación física, pues saben perfectamente que si nosotros caíamos en el juego tendríamos consecuencias legales severas debido a los procesos jurídicos que aun llevamos derivados de los encarcelamientos del 2007. Pero además, su objetivo era el de frenar las convocatorias que nosotros habíamos hecho y que tuvieron una muy buena respuesta para luchar contra la privatización de PEMEX. El ataque que sufrimos se dio precisamente en los días de grandes asambleas estudiantiles en la FES Aragón. Habría que remarcar que algunos de los porros encargados de esta acción se hicieron pasar por miembros de organizaciones estudiantiles democráticas.

Realmente no caímos en el juego, una organización estudiantil democrática no práctica esas acciones. Este método no es nuevo, sabemos perfectamente que así, el Estado trata de confrontar a organizaciones para que dividan sus esfuerzos y sean blanco fácil de otros ataques.
Con todo ello, el Estado encabezado por Calderón demuestra no una fortaleza, sino más bien debilidad. Están desesperados por frenar la lucha de los trabajadores y la juventud, en ello les van todos sus privilegios y montones de billetes que extraen de la espalda de los asalariados.

Llamamos a todas las organizaciones a que juntos sigamos haciendo frente a la ola de represión. Desde el CLEP CEDEP, manifestamos que a pesar de todo, no renunciaremos a nuestros principios ni a nuestros objetivos. Ni los porros ni los granaderos nos podrán frenar. Contra la represión y la explotación, no hay otro remedio más que el derrocamiento del capitalismo.

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