3 de septiembre de 2008

El viernes 29 de agosto de 2008, fue destituido Carlos Briseño Torres, rector de la Universidad de Guadalajara, por el 90% del total de miembros del Consejo General Universitario, después de que miembros del Consejo cercanos al antiguo rector Raúl Padilla López quisieron modificar la orden del día programada para esta asamblea, en donde se discutiría la ampliación del presupuesto en mil 135 millones 738 mil pesos, que, sumada al original, llegará a 7 mil 148 millones 982 mil pesos este año, lo cual la consolida como la entidad de mayor presupuesto en Jalisco después del gobierno estatal, por encima de los ayuntamientos de Guadalajara y Zapopan.

Las modificaciones incluían discutir la descentralización de funciones administrativas a los centros universitarios, en particular la aprobación de obras y proyectos, servicio social, control escolar y actividades culturales. La intensión de estos cambios eran para restar control sobre la institución a Carlos Briseño y al mismo tiempo destinar recursos para actividades que controla el ex-rector Raúl Padilla, quien además de ser presidente de la Feria Internacional del Libro y del Festival de Cine en Guadalajara administra un consorcio de empresas universitarias entre las que destacan hoteles en el bosque La Primavera y en la ribera del lago de Chapala, el club deportivo, el teatro Diana y el Auditorio Metropolitano Telmex.

El 25 de agosto anterior Briseño rompió públicamente con quien fuera su aliado e impulsor para tomar el cargo como rector 18 meses antes, las razones son la pelea por usar a la U de G como una plataforma política a la gubernatura del estado, además de cuantiosos beneficios económicos que roban de la Universidad. Las luchas por tener el control de la Universidad han llevado a hipócritas alianzas entre priístas, panistas y sectores perredistas de derecha perteneciente a la corriente Nueva Izquierda, que terminan en rupturas y luchas feroces por intereses individuales, solo capaces de recomponerse en la lucha contra una fuerza más grande y peligrosa, la organización de los jóvenes y trabajadores.

La ruptura de Carlos Briseño con Raúl Padilla ambos priístas, ha sido fruto de sus alianzas con el gobierno panista de Emilio Gonzáles Márquez, y su contienda por la gubernatura en el 2012. Esta lucha entre ambos bandos ha causado la preocupación de algunos estudiantes y padres de familia, ya que aunado a cada enfrentamiento por la rectoría de la Universidad esta la movilización de grupos porriles como la Federación de Estudiante de Guadalajara, organización fundada por Raúl Padilla, entre otros con una imagen de “organización de izquierda”, incluso antes el nombre de esta organización era Frente Estudiantil Socialista de Occidente (FESO), que de socialista no tenía nada, y aún menos hoy que es usada como grupo de choque y amedrentamiento, completamente coludida con la rectoría y con el gobierno priista en sus inicios. Muchos de los antiguos dirigentes de esta organización han llegado a cargos gubernamentales o administrativos de la U de G, es el caso de Raúl Padilla. Lo cual es de gran peso político en el estado ya que es la segunda universidad más grande del país después de la UNAM, y este año recibirá poco menos presupuesto que esta y aglutina a 77 mil 316 alumnos de licenciatura y 117 mil 800 de bachillerato, distribuidos en 14 centros universitarios, 51 escuelas de educación media superior y 70 módulos universitarios (67 regionales y tres metropolitanos) para cursar bachillerato.

Lo que necesitamos en la Universidad de Guadalajara es la participación democrática de los estudiantes y trabajadores para eligir a las autoridades, así como en la toma de decisiones. También es fundamental tener una organización de estudiantes que puedan dar una lucha sería en contra del porrismo y por mejores condiciones de estudio, que este vinculada estrechamente con los trabajadores y que actúen en conjunto. Cada rector debe ser sometido a la auditoria de la población estudiantil de sindical para asegurarse de que los recursos se han destinado y utilizados correctamente.

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